LUNA Y ALFA

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<<Imposible>> continuaba repitiendo en mi cabeza mientras avanzábamos a paso lento hacia el castillo.

<<Sin importar cuánta veces lo niegues debes aceptar que eres una Alfa.>>

<<No existen las hembras Alfa>>

<<Porque no hayamos sabido de una no quiere decir que no existan>>

<<Tal vez Tuigseach pueda ayudarnos, Laidir siempre dice que es el más sabio del reino>>

Me estremecí ante las sensaciones que Ridire lanzó a mi alrededor, algunas de ellas las reconocí de inmediato: enojo, posesión, deseos de demostrar su valor, y algo más, quizá celos.

<<¿Qué hay entre Laidir y tú?>>

<<Nada, apenas nos conocemos desde el invierno pasado>>

<<Recuerdo que habló a tu favor en una audiencia con Tuigseach>>

<<Sí, me ayudó a conseguir mi adopción para que me dejaran representar a mi familia en el ejercito y también que me asignaran como herrera y no tuviera que pelear en el campo>>

De repente los sentimientos del Alfa pesaban no solo sobre mí sino también sobre los soldados que nos rodeaban, levanté la vista y me di cuenta que en la entrada del castillo estaban Treun, Tuigseach y Laidir y otros lobos.

<<No quiero que este cerca de ti>> Gruño y luego soltó un aullido feroz.

<<No debes preocuparte por él>> Me acerqué y lamí su hocico para calmarlo.

Empecé a golpearlo levemente tratando de hacer que se relajara y lo logré, empezó a jugar conmigo mientras caminábamos rodeados de nuestros guardias, me persiguió hasta casi llegar frente a la comitiva y de repente me tacleo, nos deslizamos hasta los pies de los lobos, puso una pata a cada lado de mi cuerpo y gimió sobre mí.

<<Tu me perteneces, eres mía por derecho y no quiero enterarme de que eres amiga de alguien diferente a tu hermano Ghille, has entendido>> La autoridad con que imponía esa regla me hizo gemir, pero él seguía esperando su respuesta.

<<Soy tuya mi Alfa, desde ahora hasta mi último aliento>> 

Apenas contesté se levantó pasó junto a quienes nos esperaban y pude ver que chocó su hombro gigante intencionalmente contra Laidir, no tenía idea de que el Alfa Ridire fuera tan infantil, pero aunque resultara fuera de lugar su comportamiento mi bestia interna se sentía halagada porque él demostrara ese nivel de lo que ella creía que era compromiso aunque para mí solo significaba posesión.

...

Mi Alfa, me presentó a su hermano un lobo llamado Cath la forma en que él me miraba levantó sospechas en mí, luego me alojaron en una habitación en la torre superior, me pareció un poco tétrico pensar que seguramente había pertenecido a nuestra anterior Alfa, pero se habían encargado a la perfección de limpiar su aroma, en el lugar había dos puertas, una obviamente llevaba al pasillo, pero la otra... el olor de Ridire me atrajo hacia allí y al abrirla me encontré con él a punto de entrar a un bañera caliente.

-¿Has venido a hacerme compañía mi Luna? -Preguntó sin darse la vuelta.

-¿Qu.. no sé... no sabía...

-No sabías a donde conducía la puerta, lo sé, puedo leer tu mente, lo olvidas.

-Y yo también la tuya.

Mis senos se erizaron en reacción a las imágenes que pasaban por su cabeza, él recordaba la forma en que nos habíamos besado en Olc; sentir mi piel bajo sus manos era delicioso, al igual que las reacciones que su cuerpo tuvo a ese contacto,  me encontré tocándome a mi misma con los ojos cerrados y cuando los abrí el estaba totalmente desnudo de pie frente a mí.

La luna del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora