EN LA MEMORIA

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Bien ya es hora de que duerman.

-Nooooooo -Se quejaron.

-Uno más abuelo por favor.

-Son exactamente iguales a su madre cuando era niña, no conocen límites.

-Entonces se debe a usted que retara a la misma madre Luna para salvarme. 

Mi padre no había notado nuestra presencia en la habitación.

-Mamá, papá -Gritaron nuestros cachorros saltando sobre sus camas.

-Papá cuando seré un gran Alfa como tú. -Preguntó Aotrom.

-Algún día tendré tanto valor y poder como tú mamá -Cuestionó Teine abrazándose a mí.

-Así será mis pequeños cachorros, pero faltan muchos inviernos para eso, ahora deben descansar, su abuelo ya es un enano viejo para estar lidiando con ustedes hasta estas horas.

Pude sentir el descontento de mi padre ante esas palabras, pero Ridire le sonrió con picardía esperando que se atreviera a contradecirlo, lo que nunca ocurría. Después de arropar a nuestros cachorros y obligarlos a quedarse en sus camas, nos encaminamos al salón principal.

-Mañana saldré a las tierras del Sur.

-Papá, sabes que no es necesario.

-Sí lo es Gealach, abrir esas viejas minas es muy riesgoso para los jóvenes solos, no entienden todo lo que deben saber, hay cosas con las que no se debe jugar.

-Como la ira de tu hija.-Replico- Has hecho bastante dándoles clases.

-Nacieron y crecieron fuera de las minas y aunque esta en nuestra naturaleza ser herreros y extraer metales necesitan que alguien los guíe y les enseñe.

-Esta bien, pero Laidir irá contigo.

-No me opondré a que me envíes con una niñera si eso te deja más tranquila ¿y qué tal su expedición a las tierras del este?

-El asentamiento de los humanos ha prosperado mucho desde que están allí, insistieron en darnos muchas provisiones en muestra de buena voluntad para el invierno que se aproxima, tenemos diez carretas llenas de granos y telas y otras cosas, puedes llevar la mitad contigo mañana para repartirla en las tierras de los enanos y enviaremos las otras a la nación de los elfos.

-¿Y que han escuchado sobre el Alfa Sith, como esta todo en la manada de Gorm?

-Se recuperan poco a poco, muchos de ellos desertaron para unirse a nosotros y a las manadas del otro lado del gran mar, huyen de la estela de dolor que sembró Ard-Ámas y al ser su sucesor un lobo tan joven se sienten inseguros, pero le hemos ofrecido nuestra ayuda en todo lo que necesite y antes de tomar decisiones siempre nos consulta.

-Estoy orgulloso de ambos. 

Mi padre se despidió de nosotros y nos dejó en el salón a solas.

-Mañana harán cuatro años de la muerte de Ghille, la forma tan resumida en que mi padre le cuenta a los cachorros todo sobre su muerte y la guerra es tan diferente a como en verdad pasó.

Mientras escuchamos a mi padre hablar recordábamos en nuestra mente las verdaderas memorias, algún día nuestros hijos tendrían que saber la verdad completa, porque es parte de su legado y si no saben el daño que la avaricia puede hacer están a merced de que pueda repetirse.

-Sé que tú tampoco quieres que ellos sepan toda la verdad, las decisiones de tu hermano estuvieron basadas en el miedo de que tu manada y por ende tú también fueran exterminados por la ira de la Luna.

-Y finalmente fue eso lo que nos salvó a todos.

-Porque como dijiste las profecías puede interpretarse de más de una forma.

-Solo espero que la que nosotros revelamos no tenga más interpretación que dos mates siendo felices juntos hasta su último aliento.

-Te amo mi Alfa.

-Yo daría todo por ti mi Luna.

Nos merecíamos un momento de descanso después de todo el trabajo que habíamos realizado para organizar nuestra nueva y extendida manada, así que entre besos y caricias entramos a nuestra habitación, esperando que el futuro traiga prosperidad y tranquilidad, pero sí no es así volveremos a defender nuestras tierras incluso con nuestro último aliento porque ahora con nuestros pequeños cachorros tenemos más motivos para luchar.


La luna del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora