Dęfëčtøs♡ //Jeff x Slenderman //

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Capítulo 17: ¿Quien eres? Parte 2.

La noche llego con rapidez, en el bosque, no se lograba ver con claridad, todo era muy oscuro y parecía que en cualquier momento se perdería, pero, por suerte, ambos ya estaban llegando a la casa, de hecho, no les tomo mucho para encontrar el sendero que da directo a la entrada principal.

— Iré a lavar unas cosas cuando lleguemos a casa... También pasaré a trabajar un poco en mi oficina... — Aclara el mayor señalando la casa.

— Está bien, yo creo que descansaré un poco — Dice Jeff algo confundido.

— En un rato más, si quieres cenamos juntos... Como estamos cansados, descansemos esta noche y mañana hablaremos con Splendorman, ¿Que te parece? — Propone, justo en ese momento llegan a la entrada y Slenderman abre la puerta, dejado que Jeff pasará primero.

— Me parece correcto... Estoy cansado la verdad, no voy a mentir — Responde soltando una risita.

— Bien, nos vemos en un rato más — Dice despidiéndose con la mano y se va escaleras arriba, Jeff lo mira unos segundos con atención y luego sonríe.

Decide ir a su habitación, por el camino se saca la mochila y el abrigo, quedando con su típica sudadera -como siempre-, avanza por los pasillos y escaleras, mirando por las ventas el oscuro cielo que parecía sacado de una pesadilla, un escalofrío recorrió por su espalda, Jeff rechisto la lengua y llego hasta el tercer piso, viendo cómo la puerta de su habitación estaba medio abierta, estaba confundido, recuerda que, cuando salieron con Slenderman, la había dejado bien cerrada.
La abre lentamente y ve como Masky está de brazos cruzados en medio de la habitación, fumaba un cigarro como de costumbre, Jeff arruga la nariz y entra, cerrando la puerta tras suya.
Sus profundos ojos chocan con los del ajeno, mantienen las miradas fijas en completo silencio, la intensidad en sus celestes ojos se hace notar, aún así, la mirada que sostenía el castaño, era intimidante.

— Puedo... No, tengo el derecho de preguntar, ¿Que haces aquí? — Pregunta Jeff elevando una ceja, sin dejar de prestarle atención, deja su mochila y abrigo en el suelo.

— Mira, que casualidad, yo tambien tengo el mismo cuestionamiento — Responde Masky tajante, da una última probada a su cigarrillo y luego procede a soltarlo, dejándolo caer en el alfombrado piso, Jeff observa como este aún sigue encendido, pero Masky lo pisa con fuerza.

— ¿Disculpa? Esta es mi habitación... — Menciona Jeff, fulminando a  Masky con la mirada.

— Creo que tú pequeño cerebro no procesa lo que quiero decir... — Suelta con pesadez, Masky se lleva las manos detrás de su espalda y comienza a caminar por la habitación, admirando cada detalle con rigurosidad.

— ¿Vas a decirme o te vas hacer el interesante, Timothy? — Cuestiona ya molesto el pelinegro.

— Mi verdadera pregunta es,¿Que haces aquí en la Creepy-House?... Si bien recuerdo, nadie te invito — Dice girándose sobre sus talones para mirar fijamente a Jeff, quien por un momento se queda completamente quieto, su mirada se queda en un punto fijo y sus ojos se abren hasta no poder más.

— ¿Que... A que te refieres? — Pregunta fríamente.

— Me refiero a que, aún que tú les dijiste a todos que vinieran a la Creepy-House, ellos ya tenían una invitación... Solo vinieron porque tú les dijiste, pero ellos ya estaban invitados... Entonces recordé, el Operador jamás nos entrego una carta para ti... Ninguno de los Proxys te invito... Ni siquiera un Creepypasta... Llegue a la conclusión que pudo haber sido una casualidad... Pero, ¿No crees que es demasiada casualidad? Llegar desde la gran ciudad a un pueblito pequeño entre las montañas, hasta un gigante bosque que tiene millones y millones de kilómetros... Solo para llegar de casualidad a la mansión que está escondida entre los más grandes árboles... ¿No te parece un poco extraño? — Dice casi gritando el castaño a su lado, Jeff simplemente traga saliva, jadea pensando seriamente en que decir, pero las palabras se atoran en su garganta y no salen.