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Capitulo 27: Virtudes.

Cuando terminó de cenar, se dirigió a su habitación, se sentía solitario, como nunca antes, no sabía si su imaginación le estaba jugando una mala pasada o veía pétalos de rosas tirados por todas partes de su habitación; Toma con cuidado un pétalo, esta frío y es sumamente suave, por inercia, se la lleva al rostro, oliendo el dulce aroma, ¿Esto, lo habrá hecho Slenderman? Suspira rogando que si, ¿Será como una clase de disculpa? No lo sabe, mañana sin falta hablaría con él, ya no podía soportar estar un segundo más alejado de su Slender, pero el cansancio le gana en estos momentos y decide dormir, descansará para aliviar un poco su ansiedad y pena.

[...]

A la mañana siguiente, se despierta decidido, iría al ático a usar la computadora, buscará respuestas a sus preguntas, no le importa si se tira toda la mañana ahí, al fin y al cabo, no solo hará aquel esfuerzo por el, si no por ambos, la idea es que el mayor también pueda disfrutar de la intimidad - además de que, no lo va a negar, está necesitado, a Jeff no le importa mucho el dolor que pueda llegar a sentir, quiere llegar al final a toda costa-, con una buena energía y sintiéndose increíblemente positivo, sube las escaleras casi corriendo, recorre los pasillos con prisa y simplemente sigue con su cometido, ignorando a todos los Creepypastas que se estaban despertando a esa hora saliendo de sus habitaciones.
Llegando al quinto piso, mira fijamente el techo, pensando en alguna forma de poder abrir la puertilla para el ático, mira para todos los lados, buscando algo en que subirse, hasta que se encuentra con un mueble, el cual tiene un jarro encima, decorando el vacío pasillo, bingo, lo toma con cuidado y lo deja en el suelo, llevándose el mueble consigo, dejándolo justo debajo de la puertilla, Jeff se sube intentando no caer, ni perder el equilibrio, estirándose completamente para alcanzar el cordel de la puertilla.

—  ¿Jeff? — El nombrado se sobre salta, girándose para ver quién lo llama, por un momento pensó que fue su amado, pero, se decepciona claramente al ver, que no era él.

Ah... Hola Splendorman — Contesta Jeff, el hombre colorido estaba saliendo de su habitación, su actitud parecía algo sospechosa, pues, se notaba nervioso.

¿Puedo preguntar qué haces? — Consulta acercándose levemente.

Intento abrir la puertilla del ático — Aclara estirándose una vez más para alcanzar el cordel.

Déjame ayudarte — Ofrece el mayor, acercándose y abriendo la puertilla con facilidad.

Gracias Splendorman — Agradece dedicándole una sonrisa.

— ¿Y... A que vas al ático? — Pregunta con curiosidad.

Usaré la computadora un rato... — Admite mirando hacia arriba, se muerde el labio y suspira — Splendorman... ¿Sabes si Slenderman esta en su habitación?.

— Oh... No, el no se encuentra disponible — Menciona cambiando su expresión a una más seria, Jeff lo mira extrañado, ¿No se encuentra disponible?.

¿A que te refieres? — Pregunta confundido, frunciendo el ceño.

Bueno... Tenemos un pequeño percance con él... — Miente desviando la mirada.

Splendor... — Dice amenazante.

Me enteré del incidente que tuvieron ustedes dos... Y... Desde ahí que no sale de su oficina — Admite con cierta, culpabilidad.

Ah... ¿No te dijo nada mas? Ayer creí que me iría a buscar pero... Nunca lo vi — Contesta frustrado el pelinegro.

¿Que? — Pregunta confundido — ¿Como? Si anoche salió a buscarte.

Dęfëčtøs♡ //Jeff x Slenderman //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora