=Nakamoto Yuta es caracterizado por ser un jefe realmente estricto con sus empleados, así que no es conveniente meterse con el.
Quien fuera Huang Renjun para tener "suerte" y ser asignado como su secretario personal...=
Esta historia es una adaptaci...
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-Eso es de mal gusto.-
-Tu cara es de mal gusto.-
-Junie.-
-Chenle.-
-No opines tanto Chenle. Esta no es tu boda.- Le sonreí a Jisung, quien aún estaba terriblemente bronceado por haber estado en California.
-Gracias hyung. Ahora, como yo decía. Creo que el tema debe ser rojo y negro. ¿Acaso Nayu no se vería sexy con una corbata roja?-
-Tú te verías sexy con una corbata roja.- Chenle y yo nos volteamos para darle una palmada a Jisung, pero sorprendentemente alguien se nos adelantó. ¿Adivinen quién?
-No hables de mi novio de esa manera.- Él se subió las mangas y se sentó al lado mío, separándome de mis amigos. Sonreí e incliné mi cabeza en su hombro.
-Eres lindo cuando estás celoso.-
-¿Qué tal si en vez de eso coqueteas un rato conmigo?- Él sonrió y metió su cara en mi cuello.
-¿Así es como somos nosotros?-
-Si, así.- Respondió Jisung a Chenle riendo.
-Está bien lo entendemos. Tenemos que irnos. Nos reuniremos en el almuerzo para repasar más cosas.- Le sonreí y los acompañé a la puerta. Sabía que captarían la idea. Una vez que se fueron, me di la vuelta y le hice un guiño a Yuta.
-Entonces, ¿qué es lo que quieres hacer ahora futuro esposo?- Él sonrió y palmeó su regazo. Salté encima y me acomodé en su regazo. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y apretó su cara contra mi espalda.
-¿De verdad quieres pasar por la molestia de planear una boda? Podríamos ir a las islas y tener nuestra propia boda, sólo tú y yo.-
-Aw, ¿está siendo tímido?- Sonreí y me incliné hacia atrás en sus brazos.
-Significaría mucho para mí si al menos fuera con tu familia. Quiero decir, ni siquiera sé por dónde empezar para decirle a mi familia que me voy a casar, y mucho menos con un hombre. No creo que sea necesario decirles. Tal vez les diga si alguna vez surge en una conversación dentro de muchos años.- Él suspiró y besó el costado de mi cuello.
-Yo podría decirles si estás preocupado por eso.- Negué con la cabeza.
-Tengo el valor suficiente para hacerlo por mi cuenta.- Él sonrió.
-Yo sé que sí. Entonces, ¿Qué dices, una boda privada?-
-¿Dónde?-
-¿Hawaii? Donde sea está bien para mí.- ¿Hawaii? Me gusta.
-Eso suena maravilloso. Tal vez podamos tener una gran cena aquí antes de la boda para la familia y amigos.- Él sonrió y pasó una de sus manos por mi pelo.
-Eso lo puedo manejar. Prefiero extasiarte con nuestro primer beso como una pareja casada en privado.- Él es demasiado. ¿Cómo pude pensar que era un demonio?
