En Shingeki No Kyojin (Levi x Lectora).

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟒𝟕

—¿Que has dicho?— el azabache se incorporó. Mirando hacia el soldado que sustituía al grupo de ajins para realizar su chequeo matutino.

El contrario retrocedió un paso: nervioso bajo la aterradora mirada de su capitán y confundió ante tal reacción teniendo en cuenta que hasta hace poco; aún corría a la joven mientras ignoraba a los demás como si de plagas se tratará.

—L-los Parma, están siendo interrogados— dijo intentando no perder la compostura.

Esas palabras fueron todo lo que necesitaba.

Levi se despojó de la sábana con un tirón, mientras ubicaba su uniforme en la silla del frente.

—S-Señor— el soldado intentó detenerlo, pero vasto una mirada para que se quedara quieto en su lugar. Tragándose sus palabras y observando cómo se dirigía hacia la salida, ajustando su camisa e imponiendo un aura pesada.

...

—Volveré a preguntar, ¿que fue lo qué pasó?— cuestionó un soldado de la policía militar.

Tn solo observaba hacia abajo, temerosa ante ellos. Pero aburrida por dentro.

Habían pasado 6 horas desde que encontraron el cadaver, y como era de esperarse. La policía militar intentaba lavarse las manos.

Diciendo cosas como, eran los más cercanos, O...son cómplices de los criminales: nadie más tenía autorización para entrar a la habitación e incluso interactuar con ellos. ¿Quien dice que no la convencieron de hacer esto?

Los Ajin escuchaban el interrogatorio desde sus respectivas celdas, y no pudieron evitar pensar que...estaban a nada de colmarle la paciencia. Así que comenzaron a enviar sus fantasmas para intentar tranquilizarla.

—Vaya, vaya...ya se había tardado— Hydel sonrió con malicia mientras observaba a cierta persona abrirse paso hacia la sala de interrogatorios.

—Parece que habrá un gran espectáculo— mencionó Liam

—Solo espero que esto no se descontrole— murmuro Aiden al recordar cierta escena del anime.

...

—¿Como te atreves a irrumpir en nuestro prestigioso cuartel; de manera tan altanera? ¡Estás en la cede de la policía militar, no en la legión para hacer lo que se te de en gana!— gritaba un soldado intentando detenerlo sin ningún éxito.

—¿Que está pasando aquí?— el oficial de interrogatorios le miró mal, parándose de golpe y encarando al intruso. —¿como te atreves a irrumpir así?—.

Levi solo pasó de largo y se posicionó ante Tn, quien mantenía la cabeza gacha. Pero sonreía con malicia al pensar que sus contramedidas habían funcionado. Aunque se esfumo cuando percibió cierto aroma a Té en el aire.

—Nos vamos— ordenó sin esperar a que le contestara; pues le sujeto el brazo para levantarla e iniciar su trayecto hacia las celdas.

—¿A donde crees que vas? No ¡puedes hacer esto!...estás obstruyendo la investigación de un as...

—Si tan interesados están ¿por que no interrogan a la asesina?...¿por que a un grupo de simples médicos y no al perpretrador? porque si mal no recuerdo tenían vigilada a la pareja, incluso a mis soldados; así que dígame. ¿En que momento pudieron 'planear tal asesinato'?.

Levi le miró de reojo, y al no conseguir respuesta de su parte recobró su camino diciendo.

—Eso pensé—.

Decir que estaba enojado era muy poco. Se encontraba peor que eso, la sangre le hervía y una vena se resaltaba en su frente. ¿Como se atrevían a inculparlos?

¡A inculparla!

¿En que mundo cabe; que alguien como Tn estuviera implicada en algo así?

¡Todos saben que los Parma son como animalitos débiles y sin malicia!

¡No matarían ni a una mosca!

Si, tenia sospechas hacia ellos. Pero nada apunta a ser unos locos asesinos.

(Inútiles) pensó al divisar la entrada hacia las celdas.

Este no lo sabía. Pero Tn sentía toda su rabia, aunque también el dolor de su cuerpo sobre esforzándose por mantenerse en pie.

No estaba recuperado, y ella lo supo al recibir su dolor triplicado.

(¿Por que está tan enojado?) pensó sin entenderle del todo. ¿No la odiaba? ¿No los creía un estorbó?

Hasta donde recordaba, aún intentaba que se fueran de la legión bajo la excusa de ser incompetentes.

—Libérenlos— la orden del azabache le sacó de sus propios pensamientos. Dándose cuenta de que ya estaban frente al grupo de ajins encerrados.

El guardia solo le miró con recelo, dispuesto a protestar. Pero se callo al ver como su superior entraba junto a un guardia del rey. Quien se miraba enfadado y ponía más nervioso al encargado del caso; quien le hacía una señal desesperada a su subordinado para liberarlos.

—Señores Parma; lamentó mucho los inconvenientes. Yo mismo me encargaré de sancionar a todos los involucrados: les pido disculpas en nombre del rey—. El guardia real se inclinó ante los jóvenes Parma en cuando se encontraron libres junto a Tn.

Ignorando los rostros asombrados del resto al escuchar que el rey se disculpaba con unos simples médicos: y los defendía tanto, como para sancionar a la policía militar. —Ustedes— miró a la policía militar con ojos afilados. —pidan disculpas—.

Estos apretaron los puños en desacuerdo. Pero no se atrevieron a ir en contra de un guardia real; sobretodo, sabiendo que era el líder de ellos: el más cercano al rey.

—L-lo s-s-sentimos— murmuraron con veneno.

El guardia iba a decir algo, pero Tn fue más rápida.

—N-no hay problema— afirmó una tímida Tn, mientras que por dentro ya estaba planeando tomar represarías contra el rey por su tardanza. Acto que no pasó desapercibido por el resto de ajins, quienes sonrieron al sentir la malicia de su líder.

El guardia asintió y miró hacia el azabache.

—Le agradezco su intervención— agachó ligeramente la cabeza. —el rey sabrá de esto: se lo aseguró— dijo con respeto, recordando las palabras del rey. Quien le ordenó tratarlos con respeto.

Levi solo alzó una ceja en desconfianza. Pero decidió dejarlo pasar mientras se forzaba a sí mismo para soltar la mano de su amada.  Caminando hacia la salida y deteniéndose justo ante la puerta.

—¿Se piensan quedar ahí?— les miró de reojo.

Los Parma 'reaccionaron' y se encaminaron hacia él con 'prisa'.

—Lo sentimos— dijo un tímido Liam. Sintiendo nauseas por su actuación; realmente quería dejar esa marcara de chico bueno e inocente.

—Es hora—. Murmuro Tn, causando que los ajins se tensaran por un momento.

—Dios nos libre— se quejó Aiden.

—Estamos perdidos— murmuro Hydel.

Todo bajo la presencia del capitán Levi. Quien no fue capas de percibir su conversación secreta.