Antes de que sus historias como demonios comenzara, las lunas superiores y algunos acompañantes han sido teletransportadas a una sala de cine, donde dos seres les hacen una oferta;
-¡¿Ver el futuro?!
-¡¿Ver otras realidades?!
-¡¿Canciones acerca de...
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—¿Cuántas imágenes de Dōma tienes para esta parte? —preguntaba el menor de los anfitriones
—Solo 6... Espero...
—Tampoco son tantas, aunque comparadas con las otras partes es normal...
—Bien, comencemos con esto... —abría la primera imagen
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—Parece que Kotoha-san es alguien culta —la madre del niño de ojos arcoíris dice encantada —Disfruta de los lotos y sabe que a Dōma le encantan
—Macota mía, por favor dime que si crees en esas cosas no te pones de intensa —el niño de ojos arcoíris pensaba con un tono de "ruego", ahora no puede decirles estupideces a las creencias religiosas, pues vio de primera mano que existe el infierno, pero aun así esperaba que su mascotita no fuera tan intensa como los de su culto o sus padres, aunque si lo hiciera, no le importaría, la querría de igual forma.
—Definitivamente, para Dōma ser un demonio, pudo encontrar a una buena mujer —el padre del niño concuerda asintiendo con la cabeza
—Aléjate de ella, a mi mascota no me la tocas con tus sucias manos, padre... —el niño pensaba viendo a su padre
—Ya las heridas sanaron —Koyuki sonríe —Que bueno...
—Las heridas físicas —Hakuji asiente —, esperemos que las del corazón también —suspiraba, esperaba que esa pobre mujer pudiera sanar las heridas que los abusos de su esposo produjeron
