Antes de que sus historias como demonios comenzara, las lunas superiores y algunos acompañantes han sido teletransportadas a una sala de cine, donde dos seres les hacen una oferta;
-¡¿Ver el futuro?!
-¡¿Ver otras realidades?!
-¡¿Canciones acerca de...
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—Rezamos por tu victoria —los padres de Dōma dijeron al mismo tiempo.
—Una pelea del pilar del sonido está a punto de comenzar —Nakime estaba un poco emocionada, la respiración del sonido es la que más le gusta de todas las que se presentaron.
—Odio para todo el que se bañe en maldad pura —el chico de expresión irritante tomaba el control, quería ver como Gyūtarō defendía a una demonio tan débil como lo es su hermana ¿Es que acaso el pilar no se da cuenta de que está abusando de su poder al cortar tan fácilmente a una demonio que antes fue humillada por otra demonio de bajo rango? ¡Pues ahora se va a enfrentar a un demonio que no es débil!
Gyūtarō sonreía de forma sombría al escuchar esa frase —No sabes cuanta razón en tus palabras tienes...
Odia muchas cosas, pero lo que odia más es a las personas que abusan de su hermana, ellos son maldad pura, y su odio recaerá sobre ellos como una justicia, lastimar a su hermana es un pecado, pero no uno normal, es el máximo pecado de todos, y ese pilar recibirá de su parte un castigo divino.
—Te cortare una extremidad y te dejare sin un ojo, maldito —ese era su objetivo mínimo, si consigue eso, se va satisfecho, solo debe hacer lo posible para que ese extremidad sea tan importante que deje el cuerpo por inutilidad.
[Gyutaro]
«¿Este chico apuesto lastimo a mi hermana?»
«Púdrete en veneno entonces»
«Envidio tu belleza humana»
«LA ARRANCARE CON MIS HOCES»
Gyūtarō soltaba una risa retorcida —Casi te quito la cabeza —seguía riendo —¡Te envenenare! —señalaba con ira a la pantalla.
Estaba complacido, no solo su velocidad es casi tan alta como la del pilar del sonido, si no que también tuene venenos en sus guadañas, puede que no lo mate, pero el veneno, el veneno lo matara por él.
—¡Vamos, envenénalo Onii-chan! —Ume apoyaba con fervor —¡Hazlo pagar por lo que me hizo!
—Definitivamente, el hermano es un problema —Jigoro concluía, es demasiado rápido, solo alguien con una velocidad de reacción y unos reflejos llevados al limite podría esquivar ese ataque.
—¡Ah! —Zenitsu se asusta, si esa es la velocidad de la sexta luna superior no se quiere ni imaginar a las que le siguen.
—¡No te asustes por el hermano! —Kaigaku se alteraba, él también se asusto —¡La única que te debe importar es la hermana! —ordenaba para luego mirar a Gyūtarō —Demonios... En verdad es un demonio de temer.
