Antes de que sus historias como demonios comenzara, las lunas superiores y algunos acompañantes han sido teletransportadas a una sala de cine, donde dos seres les hacen una oferta;
-¡¿Ver el futuro?!
-¡¿Ver otras realidades?!
-¡¿Canciones acerca de...
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—¡Se acerca un gran combate! —Hakuji dice emocionado.
—Seguramente sea veloz, así que hay que tener los ojos abiertos —Keizo concordaba con su alumno, también estaba emocionado.
—Yo no voy a poder seguir nada... —Koyuki admite, ella seguramente solo vea borrones.
—Veamos que tanta batalla dan —Dōma esperaba que como mínimo al pilar lo dejen sin una extremidad.
—Bueno, Dōma —la madre del niño llamaba —. Esperemos que los chicos a los que convertiste den una buena función.
—Aunque no los apoyemos, esperamos que se hayan vuelto fuertes —el esposo de la mujer concordaba.
—¿Cuánto le das al pilar para cortarle la cabeza? —Michikatsu preguntaba.
—Al hermano no sé, no he visto que tan fuerte es comparado con el pilar —Yorīchi admite, no sabe con totalidad la fuerza del pilar, y la del demonio está en discusión aun —. Pero con la chica...
—A ella le doy de tres a cuatro segundos —Michikatsu admite, por muy bien que sepa usar su arte de sangre, su habilidad para pelear deja mucho que desear.
[Tanjiro]
«Entrare en calor»
«Ven a bailar un vals»
«Este sol abrasador te puede iluminar»
—¿Vals? —Michikatsu mencionaba —¿Cuál de los dos? —se preguntaba, su hermano tiene dos posturas que tienen el "Vals" en el nombre.
—Mi respiración fue simplificada —Yorīchi se percataba, aquí no hay posturas, es solo una danza —Algunos movimientos son innecesarios, otros fueron un tanto modificados —Si Tanjirō quiere usar todo el potencial de la respiración solar, entonces debe eliminar ciertos movimientos y cambiar otros, aunque ¿Cómo le hará para conseguir esa información?
—¿Ese chico ha dicho que quiere bailar con mi hermana? —Gyūtarō tiene un tic en el ojo, puede que respete la voluntad de Tanjirō de proteger a su hermana, pero si se mete con la suya...
—Yo no bailo gratis —Ume se cruza de brazos mientras hace un puchero.
Ella nunca hace nada gratis, ella desde el primer momento en que descubrió lo hermosa que es, siempre pide cosas a cambio de que hagan algo con ella, les pide ya sea comida, dinero, algún favor, así llegaba a la semana o se alimentaba, y eso que casi siempre solo le pedían que sonriera. Si ese niño quiere bailar con una demonio tan hermosa como yo, debe pagarlo con su vida.
—Te recomiendo que dejes de jugar con él y ataques con todo lo que tienes —Gyūtarō aconsejaba en voz baja.
