Capítulo 7

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-Sí, es sólo que me he hecho un pequeño corte, creo que se habrá salido una grapa que fija la tela a la madera- yo estoy tratando de controlarme y no mirar fijamente la herida- ¿estás bien?- trata de acercarse pero yo me alejo inmediatamente, siento que mi rostro empieza a cambiar y para que no lo vea me giro

-Sí, e-es sólo que soy sensible a la sangre- es lo primero que se me ocurre mientras me voy al fondo de la habitación- por favor, necesito que se tape la herida, ahí, detrás de la puerta hay un botiquín con parches pequeños, puede coger uno- aprieto los puños mientras lucho contra mí misma

-De acuerdo- hace lo que he dicho y dejo de captar ese aroma, qué suerte tiene Michael de controlarse mejor que yo- ya está-

-Gracias- por fin vuelvo en mí y me giro- tendré que revisar bien los lienzos para que esto no vuelva a ocurrir- sonrío nerviosa

-Tranquila, no es nada- toma los dos cuadros y salimos de la sala- de nuevo, muchas gracias por cuidar de los niños, espero que no te hayan molestado mucho-

-Al contrario, quién más ha molestado he sido yo, y si necesita de nuevo a alguien para que cuide a sus sobrinos no dude en comentármelo-

-Eso haré, niños, tenemos que irnos porque es muy tarde- se dirige ahora a ellos, que un poco tristes van a por sus cosas y regresan a la puerta que es donde estamos esperando- despídanse de Joan- los dos se giran y me abrazan a la vez cuando yo me he agachado para que les sea más fácil

-Gracias por cuidarnos, ha sido muy divertido- la pequeña Lily me sonríe ampliamente

-Yo me lo he pasado muy bien, espero volver a pasar tiempo con los dos, además, todavía quiero la revancha renacuajo- miro a Jack quien no puede evitar reír

-Cuando quieras- asegura él, me despido de los tres y tras asegurarme que llegan al coche y que este se aleje vuelvo al interior, cierro la puerta y suspiro pesadamente

-¿Estás bien?- se acerca un poco preocupado- he podido oler algo de sangre-

-Sí, se hizo daño con una grapa que sobresalía y tuve que alejarme de ella, menos mal que no se quiso acercar mucho, porqué poco-

-Y que lo digas, los niños no han parado de contarme todo lo que han hecho- vamos al salón y yo me recuesto en el sofá mientras que él se sienta en el sillón individual

-Son un amor de niños, se acuerdan perfectamente de todo lo que pasó cuando les ayudamos, recuerdan cómo te llamé y el nombre que me inventé-

-Dijeron que quien los encontró se llama Shadow, muy original- ironiza un poco

-Fue lo primero que se me vino a la cabeza, a decir verdad, me gusta- miro la hora en mi reloj- ya es hora de salir, ¿o prefieres quedarte a descansar?-

-Si no te importa prefiero quedarme, hoy ha habido mucho lío en la clínica-

-Tranquilo, vendré a la hora de siempre-

Me levanto y voy a mi cuarto a cambiarme de ropa, me pongo la máscara, me pinto los labios de negro y salgo por la azotea. Vuelo hasta el centro de la ciudad y me decido por ir esta vez por la zona Oeste, es la única que me falta por explorar y evaluar la seguridad y lo que es el nivel de delincuencia que hay. Voy sobre los tejados de las casas mientras uso mi ecolocalización para ver si escucho algo relacionado con algún acoso, atraco o lo que sea. Cuando paso justo en frente de un pequeño bazar algo me llama la atención, observo desde las sombras y resulta ser que dos hombres están amenazando a un señora mayor que está tras el mostrador con un cuchillo mientras ella temblando trata de abrir la caja del dinero, doy un salto y caigo justo en la entrada del establecimiento y cambio a mi aspecto humano.

-Dejadla en paz- hablo firme

-Lárgate idiota o sufrirás las consecuencias- me amenaza el otro hombre

-Creo que no me habéis oído bien los dos- me acerco a paso firme y los miro de forma intimidante- he dicho que la dejéis y no volváis jamás, o si no sufriréis las consecuencias- uso su misma amenaza

-Te lo estamos advirtiendo niñata estúpida, lárgate- ahora me amenaza el que tiene el cuchillo, cosa que no me afecta

-Lo mío no era una advertencia y me habéis hartado ya- cambio mi aspecto y ambos me miran con temor, ataco al que está desarmado y lo alejo del otro y de un movimiento rápido ya estoy clavándole los colmillos en el cuello y bebo parte de su sangre, el otro me clava el cuchillo en el abdomen y yo enfurecida suelto a su compañero y le doy un fuerte golpe en la nariz y le hago lo mismo que al primero, bebiendo mitad de su sangre, saco el cuchillo de mi abdomen, lo limpio para que no queden pruebas y después les hago lo mismo que a mis otras víctimas y los dejo en un contenedor grande de basura, vuelvo a donde está la señora- ¿se encuentra bien señora?- me limpio la boca de sangre

-Si, gracias por salvarme, no se preocupe, no diré nada, ¿con qué nombre he de llamarle si le vuelvo a ver?- me mira agradecida y habla con amabilidad

-Shadow- digo esto y salgo volando, pero siento una punzada en el costado y me detengo en una calle poco alumbrada, miro a ver los daños e intentar parar la sangre mientras estoy apoyada en una pared, escucho a alguien acercarse y detenerse a un par de metros de distancia

-¿Shadow?- otra vez esa voz, se acerca rápido- ¿eres tú?, ¿estás bien?- se acerca preocupada y se asombra al ver que sale sangre- estás herida, ven, hay que curarte eso- trata de pasar mi brazo sobre sus hombros pero me alejo un poco

-Tranquila, es un corte de nada, ya se me pasará- consigo decir aguantando el dolor, no entiendo el porqué no se me ha cerrado la herida cuando lo maté, será porque su sangre era tan mala que ni eso pudo hacer

-De eso nada, estás sangrando y cualquiera puede verte y llamar a la policía- baja la voz mirando de un lado a otro, trato de caminar pero recibo una punzada de dolor- mi casa está a dos casas de esta, así que te vienes conmigo- sin dejarme decir nada pone mi brazo sobre sus hombros y me lleva a su casa

Johanna Morbius Donde viven las historias. Descúbrelo ahora