Yo entro con sigilo por el conducto de ventilación, le indico por dónde tiene que ir y yo voy a dónde están todos los hombres, tiro una pequeña bomba de humo, cortesía de Alastor, y cuando ya se ha expandido, bajo y empiezo a inmovilizarles al igual que desarmarles, los saco a todos de golpe por la puerta principal y ahí se encargan los policías de apresarlos, pero de repente siento una punzada de dolor en la pierna, miro lo que es y se trata de un cuchillo de sierra, lo quito y me doy cuenta que me ha traspasado toda la pierna, limpio el cuchillo para que nadie pueda analizar la sangre que ha quedado impregnada. Aunque dejo a algunos preocupados voy volando como puedo a casa ya que me queda más cerca y entro como puedo en casa.
-¡¿Qué ha pasado?!- preguntan los dos a la vez mientras vienen a ayudarme
-Me di cuenta tarde que me habían clavado un cuchillo de sierra en la pierna, joder, cómo duele- me quejo ya que me están intentando quitar el pantalón para así atender la herida como es debido- rompelo ya- el asiente y rompe el pantalón por la zona de la herida
-Tienes que beber sangre ya- Angie me trae una bolsa de sangre pura, y yo la bebo enseguida, siento mi herida cerrarse, pero no del todo
-La herida es demasiado grande y profunda, voy a tener que coser- me mira en busca de aprobación y yo asiento- tráeme mi maletín, yo voy a por el botiquín del taller- cada uno se va y vuelven enseguida- no tengo anestesia aquí, vas a tener que soportarlo-
-Hazlo ya- le pido, Angie me pone un paño en la boca para ahogar los gritos, siento cómo clava cada vez la aguja en uno de los orificios, después me da la vuelta y hace lo mismo con el otro, después le pone los medicamentos necesarios y me venda todo el muslo derecho
-Ya está, tómate esto para calmar el dolor, debes descansar- me da unas cápsulas y yo las trago con agua, Angie me ayuda a llegar a mi cuarto, me ayuda a quitarme los pantalones y vestirme y después a subir a mi cama
-Has sido muy fuerte Joan- me acaricia la cabeza- hay que hablar con los chicos para que esto no vuelva a pasar-
-Si, pero tengo que descansar, mañana hay clases- digo adormilada ya que ella me está acariciando tras la nuca y eso me relaja mucho
Me quedo dormida y vuelvo a tener pesadillas, esta vez permanezco en mi cuarto porque aún me duele la pierna, cuando suena el despertador nos levantamos y Angie me ayuda a vestirme, hoy estoy de luto, así que visto toda de negro, vamos a desayunar y como llevo pantalón corto, Michael me hace las curas de la herida. Me bebo una bolsa de sangre pura y mi tutor insiste en llevarme a clases y al final acabo accediendo, me deja en la entrada junto con mis amigos que me ven preocupados y me ayudan.
-No debiste venir estando así, ya me enteré de todo- Lucy mira al chico y me quita la maleta para que me sea más fácil caminar ya que se nota mi cojera
-Da igual, hay clases y no puedo faltar, aagghh- me quejo al sentir mis músculos tensarse y tirar de los puntos de sutura
-¿Y qué piensas decir cuando pregunten lo que te ha pasado?- cuestiona James bajando la voz
-Pues que tuve un accidente en casa y sin querer me calló un cuchillo en la pierna o unos tíos ratas me hicieron daño, yo qué sé- contesto un poco irritada y ellos me miran con asombro- lo siento, no es manera de hablarles, hoy es un día difícil para mí y no he podido dormir bien por el dolor y las pesadillas- suspiro mientras me tomo del puente de la nariz
-No te preocupes, lo entendemos- me sonríen con tristeza- venga, vas a tener que quedarte en guardia, así no puedes bajar a gimnasia- trata de animarme la rubia mientras vamos despacio y bajo la mirada de muchos hacia el interior, vamos a la sala y justo vemos a Angie- buenos días profesora Black, ¿Se puede quedar ella aquí?-
-Claro, deja sus cosas ahí- me toma del brazo y me ayuda a sentarme en una de los sillones y mi amiga deja la maleta a mi lado
-Gracias, dile al profe que si quiere yo le explico más tarde-
-Vale, después vengo por ti- ella se va y nos quedamos las dos solas
-¿Cómo te encuentras?- se sienta frente a mí
-Dolorida- alzo un poco mis hombros- ¿No tienes clase ahora?-
-Nop, hoy tenían una salida y me he quedado de apoyo y por ahora está todo demasiado tranquilo- se queda pensando un momento hasta que se le ocurre algo- ya sé algo que te puede ayudar, vuelvo enseguida- se levanta y se va, pero al rato vuelve con una muleta- me acabo de acordar que aquí tenemos de estas, supuse que no ibas a querer estar en silla de ruedas y te la traje, sólo queda ajustarla-
-Gracias-
Ella la ajusta para que me sirva como punto de apoyo y así no abusar mucho de la pierna mala. Nos quedamos hablando hasta que suena la sirena y mi amiga viene seguida del profesor y yo le explico que fue un accidente y parece que se lo ha creído perfectamente. Vamos a clase y pasan las siguientes dos horas tranquilas y ahora estamos en el recreo caminando tranquilamente, o cómo puedo y sin querer tropiezo y casi caigo al suelo, pero mis amigos me detienen. Escucho una carcajada que me hiela la sangre.
-Mira por dónde vas pequeña idiota- no puede ser
-No puede ser- digo casi susurrando- no puede estar aquí- busco con la mirada para ver si es verdad y me quedo en shock al verle
-Hola pequeña Johanita-
-Raven-
De repente me empiezo a marear, en mi visión aparecen puntos negros que se van extendiendo y todo me da vueltas como una peonza siento un sudor frío recorrer mi cuerpo y perder todas mis fuerzas, siento que me toman en brazos intentando no tocar el suelo y lo último que escucho es su inolvidable risa que por muchos años me estuvo atormentando y traumando mi infancia.
Percibo el olor de alcohol bajo mi nariz, eso provoca que abra los ojos y veo que estoy en la enfermería del instituto, frente a mí tengo a Angie que mantiene mis piernas en alto y localizo a mi lado a Michael sosteniendo un trozo de algodón con alcohol. Recuerdo lo que pasó antes de desmayarme y mis ojos se humedecen bastante.
-¿Qué ha pasado?- pregunta mi tutor preocupado
-Ella, ella ha vuelto- digo entre lágrimas, él me abraza y lloro en su pecho
-¿Saben de quién habla?- pregunta mi profesora a mis amigos
-Creo que se refiere a la chica aquella que se rió, dijo antes de desplomarse que se llama Raven, creo que es una chica nueva de nuestro curso pero de diferente clase- al escuchar el nombre yo me estremezco y tiemblo
-¿Quién es ella?- yo niego rotundamente, me niego a hablar de ella
-Quiero irme a casa por favor, duele- me tomo la cabeza y trato de calmarme- duele, duele mucho- digo entre lágrimas me abrazo a mi misma
-Yo no puedo, sólo he podido escaparme un momento del trabajo-
-Yo me quedo con ella, ya no me quedan más clases-
-Está bien, cualquier cosa me avisas-
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Johanna Morbius
RandomUn accidente, un salvador Una enfermedad, una cura De día una alumna normal, de noche otra persona diferente Un poder, con una gran responsabilidad Una identidad que ocultar, un secreto que callar Una gran fuerza conlleva un gran hambre, hambre de...