Capítulo 21

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-Si, ¿Quieres verlo?- ella asiente, yo le tomo de la mano y entramos, le llevo al taller, voy al fondo de este y saco unos cuantos cuadros que he hecho de mi familia y de mi novia antes de todo- no son muchos, pero son los que más me han gustado, mejor vamos donde hay más luz- ella me ayuda a llevarlos y vamos al salón, le muestro primero el que le nombré antes- ella es mi princesa, la más importante de todas, la pequeña Neira- en el lienzo aparece una niña de unos 10 años, más o menos, de cabellos rizados y castaño algo claro, de cuerpo más alto que el mío de aquella época, de ojos avellana como los originales míos, pero los de ella tenían más verde que yo, su piel blanca, casi como la leche, estamos las dos abrazadas al lado de un muñeco de nieve de mediana estatura y tras nosotras un iglú, yo ahí era más pequeña de estatura y de cuerpo, más tímida que ahora y sonreía más

-Se parecen mucho, es muy bonita tu hermana- comenta observando con detenimiento la imagen, después ella ve otro cuadro- ellos deben de ser tus padres, ¿no?-

-Sí, mi padre Jefferson, y mi madre Alice, Jeff y Alice Moon, formaban la pareja perfecta y eran los padres que cualquier niño pudiera desear, y que yo no supe valorar a veces- un hombre de unos 40 años redondeados, de cabellos azabache, ojos café oscuro, cuerpo proporcionado, alto, de piel morena y bien cuidado su aspecto y a su lado una mujer de cabellos castaños como los de mi hermana, de ojos como los que tenía, piel blanca al igual que mi princesa, de mediana estatura, ambos se abrazan también y sonríen directamente hacia donde estamos, parece que de verdad me están sonriendo

-Ya sé cómo sacaste tu hermosura, se ven encantadores, no tienes que explicarme el porqué no los valoraste en otra época, cuando quieras yo te escucho- yo asiento y paso al penúltimo- ¿es ella?-

-Si, ella me sacó de mi oscuridad y espantó a mis fantasmas del pasado, llenó mi vida de luz y de calor, mi Jaquie, mi Jaqueline- miro con nostalgia a la mujer que me sonríe en el cuadro, pelirroja, de piel blanca y pecosa, delgada, con una radiante sonrisa, de ojos verdes como la esmeralda- ella sabía cómo ayudarme sin decir nada, me hacía sentir viva y mis padres la amaban como a una más de la familia- le muestro el último donde aparecemos todos riendo cómodamente y se puede palpar la alegría y el calor del hogar que desprende el cuadro

-Siento mucho todo lo que has pasado, pero quiero que sepas que aunque no los tengas físicamente aquí, sí los tienes aquí, siempre- pone su mano sobre mi corazón- y te están protegiendo estén donde quiera que estén y seguro que están orgullosos de quien eres ahora- me acaricia el rostro y yo me refugio en sus brazos y lloro por su pérdida- sé que los echas de menos, al igual que yo a mis padres, pero debemos ser felices porque seguro que ellos lo quieren así, sé que nada es igual a como lo era antes pero ahora tienes a algo similar a una familia un poco rara, tienes a Michael, él te quiere mucho a su manera, pero lo hace, los niños te quieren con locura al igual que mi hermana te tiene mucho afecto y también me tienes a mí, yo voy a tratar de sacarte de nuevo de esta oscuridad aunque no como lo hizo ella, pero lo intentaré como pueda, y también tienes a tus amigos, no estás sola Johanna y nunca lo vas a estar, te lo aseguro- me da un beso en la frente y yo vuelvo a abrazarla por un rato hasta que escucho que los niños se han despertado y se acercan, Lily se me acerca y yo la cojo en brazos, mira el cuadro con curiosidad

-¿Quiénes son ellos?- le señala a los del cuadro- ella se parece mucho a ti-

-Si, ella es mi hermana, mi verdadera princesa- sonrío un poco

-Es muy bonita como tú, ¿cómo se llama?- sonríe ella

-Neira, Neira Moon-

-¿Dónde está ella?, ¿y tus padres?- ahora cuestiona su hermano mientras me toma la mano

-Ellos están en el cielo, protegiéndome y observándome- veo que los dos niños me miran con tristeza al saberlo, me abrazan y cuando miro sus ojitos, están cristalizados

Johanna Morbius Donde viven las historias. Descúbrelo ahora