Prólogo

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—¿Do-dónde estoy? —el chico se preguntó a sí mismo mirando a su alrededor de manera desconcertada, observando frente a él un pizarrón totalmente en blanco— ¿Por qué estoy en el salón de clases? ¿Acaso me dormí?

Tadano se levantó de su asiento y buscó su celular para ver la hora.

—Diablos... no encuentro mi celular por ninguna parte. Me pregunto que me pasó...

El chico se volvió a sentar en su pupitre con las manos en la cabeza intentando entender la situación en la que se encontraba. ¿por qué es el único en el salón de clases? ¿por qué nadie lo despertó cuando las clases acabaron? ¿En qué momento cayó dormido? Y más importante aún: ¿Dónde está Komi-san?

—Supongo que Komi-san simplemente no quiso molestarme... ja, ja, ja; ella es muy gentil conmigo... —dijo melancólicamente agachando su cabeza—. O quizá simplemente se cansa de mí en ocasiones... no la puedo culpar, digo, yo también me aburriría de mí mismo si fuera ella... —finalizó su extraño auto consuelo con un suspiro—.

Pasado unos minutos, decidió levantarse de su asiento para volver a su hogar, o quizá pasar a la residencia Komi a ver si su novia estaba en casa y hablar con ella un rato. Pero al levantar su cabeza, vio a una chica parada frente al pizarrón, el cual, a diferencia de antes, estaba lleno con una conversación que le parecía familiar. Observó bien a la chica, y notó que se trataba de Komi-san, quién, en un pequeño espacio en blanco que quedaba escribió: "Me estás perdiendo, ya no siento lo mismo". Al acabar de escribir, miró a Tadano a los ojos, y salió del salón sin decir nada.

 Al acabar de escribir, miró a Tadano a los ojos, y salió del salón sin decir nada

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El pobre chico quedó perplejo. No estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando, y con mucha confusión, salió corriendo del salón buscando a su compañera de clases. La vio al final del pasillo, pero por mucho que se esforzara al correr, no lograba avanzar ni acercarse.

—¡Ko-Komi-san, por favor, espérame! —gritó de manera desesperada mientras corría­—. ¿¡Qué diablos está pasando!? ¡Por favor, vuelve!

Poco a poco su respiración se volvía más y más pesada, causando que todo se vea borroso. Entre más ahogado estaba, más se alejaba Komi-san.

­—...no, des... mano, desp... —una voz borrosa se empezó a escuchar a lo lejos, lo que dejó más confundido a Tadano—.

—¡HERMANO, DESPIERTA! —exclamó Hitomi con gran fuerza mientras sacudía la cabeza de Hitohito.

—AHHH, HITOMI, ¿QUÉ CARAJOS TE PASA? —respondió el chico con gran cólera al recuperar la conciencia— YA SUÉLTAME, ¿QUIERES?

—¿QUÉ CARAJOS TE PASA A TÍ? EMPEZASTE A GRITAR "KOMI-SAN, KOMI-SAN" DE LA NADA —gritó de vuelta aún sin soltar a su hermano— SON LAS 3 DE LA MADRUGADA.

—YA CÁLLENSE USTEDES DOS, DEJÉNNOS DORMIR, SANTA MIERDA. —gritó su madre desde la otra habitación.

—Oh, fue todo un sueño, uff...— suspiró con gran alivio.

—Ya sé que Shouko-chan te vuelve loco, pero tampoco debe ser agradable para ella el que la invoques en tus sueños húmedos, ¿sabes? —expresó con una mueca de desagrado—. Se que estás en esa edad, pero por favor controla tus hormonas un poco. Ve al baño si quieres mastur-

—YA ENTENDÍ, SANTO CIELO. VOLVAMOS A DORMIR —gritó completamente sonrojado— ... «Pero de todas formas ¿qué fue ese sueño tan extraño? Quizá debería llamar a Komi-san para saber si está bien... nah, probablemente la voy a molestar, quiero decir, son las 3 de la madrugada. Aunque conociéndola, debe tener su celular en silencio si está durmiendo...»

De la nada, el celular de Tadano recibió la notificación de un mensaje, lo cual lo sorprendió, más aún al ver de quién era.

Shouko Komi te ha enviado 1 mensaje.

¿Estás despierto? Perdón por molestar a estas horas, pero acabo de tener una pesadilla en la que aparecías tú, y quiero saber si estás bien.

Al instante, recibió otro mensaje de su novia.

Lo siento, no debí hablarte de noche por un tema tan mundano. Descansa.

Tadano se sintió extraño a la vez que aliviado al leer los mensajes de texto, y para poder calmar sus ansias, decidió salir al balcón para llamar a Komi-san, quién respondió casi al instante.

—Ho-hola, Komi-san, ¿tú también tuviste una pesadilla? —le preguntó con voz baja— perdón si no puedo hablar muy alto, es que Hitomi está durmiendo y no la quiero volver a despertar...

—No te preocupes... perdóname por enviarte esos mensajes a estas horas... ¿Estás bien?

—Si, solo fue un mal sueño. —Respondió el chico.

—Por favor, no me mientas, Tadano-kun...

—¡No, no, enserio! Estoy bien, y me alegra mucho el que te preocupes por mí... muchas gracias, Komi-san, yo también estoy feliz de que estés bien. Descansa, nos vemos en la escuela. Te quiero. —esa última frase le salió tan natural que hasta él se sorprendió y se sonrojó— ¡Qui-quiero decir... perdón por ser tan atrevido! ¡no quise incomodarte ni nada! Por favor perdó-

—Por favor, dime eso de nuevo —interrumpió Komi-san—. Quiero que me repitas eso último.

Tadano se quedó en silencio un momento.

—Te quiero mucho, Komi-san.

—Yo también te quiero mucho a ti. Nos vemos en la escuela. —Le respondió Komi-san a Tadano, finalizando la llamada—.

Tadano se quedó en silencio un par de segundos, y cuando estaba a punto de gritar internamente, sintió una presencia amenazante detrás suyo.

—Así que "Te quiero mucho, Komi-san". Eres todo un galán ¿No es así, hermano? —dijo Hitomi con una sonrisa oscura y burlesca.

—CÁLLATE— respondió el chico dirigiéndose a su cama nuevamente.

Por el lado de Komi-san, al finalizar la llamada, sintió que se estaba elevando y que el mundo era 10 veces más bello. La inocente chica estaba muy sonrojada, pero igualmente feliz por la llamada que tuvo con su novio. Su corazón estaba latiendo igual que el de un maratonista en su competencia más complicada, y eso le gustaba. Pasados unos minutos, se relajó, y pudo dormir plácidamente hasta la mañana.

 Pasados unos minutos, se relajó, y pudo dormir plácidamente hasta la mañana

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