Capítulo 9: Fue solo beso... Espera, ¿De nuevo fue solo un beso?

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Martes 01 de noviembre, 16:00 PM. Preparatoria Itan

La campana que daba fin a la jornada de clases sonó en la preparatoria Itan, y sus alumnos ya estaban preparados para irse a sus hogares.

—¿Vamos? —El joven Tadano le habló a su compañera de asiento para poner rumbo a su casa, a lo que la joven asintió moviendo su cabeza.

Los chicos se vieron por última vez en el día con su grupo de amigos para despedirse en la salida de la escuela e irse a sus casas.

El camino de vuelta para la pareja fue tranquilo. Ningún tema de conversación, solo un agradable silencio por parte de ambos mientras iban tomados de la mano. Las palabras en este momento solo sobraban.

Finalmente, llegaron a la residencia Komi, y llegó el momento de despedirse.

—Sho-Shouko-san... yo... —Tadano se puso nervioso por un momento, pero se logró calmar para no hacer la situación incómoda. —... Yo solamente quería darte las gracias por todo lo que hiciste hoy. De no haber sido porque detuviste a Yamai-san, yo ahora mismo estaría en el hospital, o quizá ya en la morgue. De verdad, muchas gracias...

Komi se puso muy feliz por las palabras de Tadano, sonrojándose por su felicidad.

—Y con respecto al b... be- be... beso... es un poco vergonzoso admitir que estuve pensando en ello toda la— Su discurso fue interrumpido por el dedo de Komi.

—Shhh... Yo también estuve pensando en el beso toda la noche... No te preocupes, no tiene nada de malo. —Komi se sinceró con su novio.

Tadano no quería separarse de Komi, quería pasar un poco más tiempo con ella. Observó maravillado lo mucho que su novia había progresado con su desorden de comunicación. La Shouko Komi que conoció hace años jamás se hubiera atrevido a tocar los labios de alguien más. Si bien el chico con la flor en la cabeza era consciente de este progreso desde hace tiempo, verlo tan marcado lo hizo sentir muy feliz y orgulloso.

—¿Quieres ir a dar una vuelta al parque? —Preguntó el chico con los ojos cerrados. —«Está bien querer ser caprichoso de vez en cuando ¿no?»

—Me encantaría. —Respondió ella.

Shouko iba tomada de la mano de Hitohito mientras se dirigían al parque para pasar un poco más de tiempo juntos. En el camino se compraron un café para disfrutar, vieron gatitos de las casas vecinas, y finalmente al llegar al parque, se sentaron abrazados en una banca a ver jugar a unos niños para descansar y pasar el frío.

Unos chicos estaban jugando beyblade frente a ellos, otros estaban jugando fútbol, y otros simplemente estaban corriendo y jugando a las atrapadas.

El silencio y la cercanía solo hacía que todo el ambiente fuera más ameno.

—Parecen una pareja de ancianos viendo a sus nietos jugar. —Una voz conocida interrumpió el momento, haciendo que ambos se asusten por la sorpresa.

Cuando la pareja vio hacia atrás, notaron a dos chicas con un grupo de niños. Eran Nene Onemine junto a sus hermanitos pequeños y Kaede Otori.

—¡Onemine-san, Otori-san! ¿Qué están haciendo acá? —Preguntó Tadano.

—Vinimos a dar una vuelta con mis hermanitos.

—Hooolaaaa~ —Respondió Kaede.

—Y-Ya veo. Hola, Otori-san.

—Me alegra saber que te encuentras bien, Tadano-kun. Cuando vimos la actualización de estado de Najimi asumimos que era la hora de tu muerte. No pude ir a ayudarte, Kaede se me perdió cuando sonó la campana, y esta vez fue más difícil de encontrar que de costumbre.

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