Capítulo 7: Es solo sobrevivir... Y algo más.

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Martes, 09:35 AM.

Komi, Najimi, y el actual hombre más buscado de la ciudad, Tadano, se quedaron en el salón de clases para poder estar a salvo de todo el peligro que les acecha en la escuela.

Gracias a que Najimi no puede mantener secretos, toda la escuela, y probablemente todo el mundo se acaba de enterar de lo sucedido.

Los tres chicos estaban atentos a todo movimiento mientras estaban acurrucados en una esquina para tener visión panorámica del salón y de los puntos de ataque principales: las puertas. Komi, si bien estaba fuera de peligro, estaba altamente preocupada por sus compañeros. Sí, por ambos. Si alguien llegaba a atacar a Tadano, entonces el escudo humano Najimi también estaría en problemas.

Najimi estaba con los ojos lagrimeando por el dolor agudo que sentía en sus pseudo antenas.

—O-Oye, Hitomón, sé que no me quieres soltar y todo eso, pero ya me vas a arrancar mis pelitos. Si fueras tan ama-.

—Ya cállate. En primer lugar, es tu culpa que estemos en esta situación, así que asume las consecuencias. —El joven con la flor en la cabeza interrumpió súbitamente sin mirar a su compañero.

—Ay, bueno, pero no te enojes...

—¡Shhh! ¡Alguien se acerca! —Susurró Komi para hacer callar a sus compañeros.

Los tres jóvenes se asustaron al ver una silueta amenazante que se asomaba en la ventana de la puerta del salón.

—¿Qui-i-i-én e-es? —Tadano estaba preparándose para salir corriendo junto a Komi y utilizar a Najimi para escapar.

La silueta se quedó en silencio. El sonido de los corazones de los chicos hacía eco en la habitación.

—Cuando se abra esa puerta, correremos lo más rápido que podamos, ¿me oíste? —Tadano le susurró a Komi para alertarla.

La chica respondió moviendo su cabeza a modo de afirmación.

La puerta corrediza se abrió de manera súbita e hizo un estruendo al chocar con la pared.

—¡AHORA! —Gritó Tadano.

—¡Shouko, Tadano, ¿Están bien?! —Una gal se asomó en la puerta, deteniendo a los jóvenes de escapar.

—¡¿Manbagi-san? ¿Qué haces aquí?! No, no, no, espera ¿Por qué no respondiste cuándo pregunté quién eras? ¿Y por qué tu silueta se veía tan grande a través de la ventana?

—Wow, son muchas preguntas. —Respondió la morena. —Primero: vimos el estado de Najimi, así que asumimos que estabas en peligro. Segundo: No te escuché. Tercero: Makocchi estaba parado frente a la puerta; la silueta era suya, no la mía.

—¿Katai-kun está aquí? —Tadano vio entrar a Katai siguiendo a Rumiko.

—Sí. —El gigante se veía más serio de lo común. —Lo... Lo lamento, Tadano-kun. Sonabas enojado y me asusté, por eso no te respondí... —Su cuerpo empezó a temblar mientras decía esto. —Pero no te preocupes, te protegeremos.

—Shakku y los demás están revisando en los pasillos para ver que no se acerque nadie peligroso. —Rumiko complementó el comentario de Katai. —Makocchi, por favor cierra la puerta desde dentro.

—Chicos, no sé qué decir... —Tadano estaba conmovido por ver a sus amigos protegiéndolo.

Cuando Katai se giró para cerrar la puerta, Tadano notó a alguien pegado en la espalda de su compañero. Shinobino estaba dispuesto a dispararle con una cerbatana.

—ESTÁS MUERTO. —El ninja le disparó un dardo a Tadano, quién no alcanzó a reaccionar para poner a Najimi frente a él, solo tuvo el reflejo de cerrar con fuerza los ojos.

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