Shouko Komi tiene problemas de comunicación. Esta muchacha es admirada por todos los alumnos de la preparatoria Itan por su belleza, sus cualidades, y en general, todo lo que engloba su persona. Su novio, Hitohito Tadano, un chico común y corriente...
Las clases pasaron muuuuy leeeeento, y no se trata de una exageración.
El sonido de la campana demoró una eternidad, y los chicos del salón 3-A ya estaban con el cerebro fundido.
Shouko está más ansiosa de lo normal debido al fin de semana. Espera que las clases terminen pronto, y que el día de mañana haga lo propio para poder ir a las aguas termales junto a sus amigos. Lleva mirando al reloj encima del pizarrón durante todo el último bloque de clases. Está muy ansiosa. Se vuelve hacia sus amigos en el salón para ver qué están haciendo aparte de prestarle atención a la profesora. Primero mira a Shiina texteando en su celular de la forma más grosera y explícita posible; después mira a Ogiya dormir plácidamente disfrutando de la hora de su siesta. Oye a Najimi roncar, y por último observa a Hitohito, escuchando lo que dice la profesora mientras está de espaldas a la clase con total atención... de hecho, demasiada atención... La clase ni siquiera es tan interesante... ¿No le estará prestando atención a LA PROFESORA y a su-? ¡KYAAAAA! ¡ESE MALDITO PERRO HIJO DE-!
—"Mientras tanto, en la mente de Tadano-kun."
—«Me queda un por ciento~. Y lo usaré solamente para decirte lo mucho que lo-» —la sensación de estar en peligro de muerte lo ataca y le interrumpe su desconexión del mundo—.
Observa a su alrededor de reojo para ver quién lo está intentando asesinar esta vez.
—«Okey, okey, okey... no veo por ninguna ventana o puerta a Yamai-san... Tampoco veo a nadie de la secta, a no ser qué alguno se haya hecho pasar por alguien de mi salón... no, no. No son tan inteligentes... entonces, ¿de dónde cara-?» —la sed de sangre le llegó desde el puesto a la izquierda, ¿pero cómo podía ser posible? Ni sus peores miradas lo habían asustado tanto—.
Gira levemente su cabeza para poder ver a su novia. Hitohito vio al demonio directamente a los ojos.
—«¿¡QUÉ LE PASA AHORA!? ESTÁ MUY ENOJADA, Y NO SÉ QUÉ DEMONIOS HICEEEEE. LITERALMENTE NO HE HECHO NADA PARA HACERLA ENOJAAAAR» —Hitohito piensa en todas las cosas que hizo durante el día en menos de 1 segundo debido a la adrenalina para poder asegurar su supervivencia—. «Tengo solo una oportunidad para preguntarle qué sucede y no cagarla. Debo aprovecharla bien o Yamai-san se quedará con las ganas de asesinarme...» —el joven traga saliva antes de girar su cabeza completamente—. Sh-Shouko-san... ¿Hice algo malo? —pregunta temblando y suplicando por su vida a través de sus ojos—.
Shouko sigue observando a su compañero con sed de sangre antes de responder.
—«Debo preguntarle tranquilamente por qué estaba mirando con tanta atención a la profesora cuando estaba DE ESPALDAS.» —hace una inhalación profunda para calmar su temple y su voz—. Hitohito-kun... dime... —su voz sale suave y tímidamente—. ¿Acaso estabas mirando el trasero de la profesora? —cambia a un tono brutal y ronco—.
La profesora deja de hablar justo antes de que Shouko pronunciara esas palabras, causando que todas las personas presentes en el salón escucharan la controversial pregunta.
Todos se voltean a mirar a la pareja.
La profesora se gira sonrojada como un tomate hacia los chicos con cara de sorpresa. Algunos se sorprenden y otros, como Najimi que se acaba de despertar, se ríen por la pregunta. Hay unos segundos de silencio.
—Fiuuuu~ —Shiina silva en modo sarcástico, interesándose por la situación—.
—Ya valió... —dijeron por otro lado de la clase en voz baja—.
Hitohito se queda mirando a su novia fijamente con su cara de confusión, vergüenza y ganas de que la tierra lo trague.
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—Igual la profesora tiene buen parachoques... —dice una voz por un lado—.
—Callate... —le responde igual de bajo—.
El silencio y la tensión continúan...
—Terminamos —dice Shouko—.
—¡NOOOOOOO! —Hitohito grita con total desesperanza—.
—¡NOOOOOOOOOOOOOO! —Emoyama se despierta gritando muy fuerte en su asiento, asustando a sus compañeros cercanos—.
El profesor le lanza una tiza.
—¡Yuragi Emoyama! ¡Otra vez se ha quedado dormida! Si sigue así, va a reprobar matemáticas...
Emoyama se calma al notar que todo solo fue una pesadilla.
—Uf~ —suspira profundamente al notar que está en la clase de matemáticas— «Gracias al cielo... Espera, ¿gracias al cielo?» Profesor, ¿Estamos en matemáticas?
—Así es... —responde el docente un poco hastiado—.
—¡NOOOOOOOOOOOOOO!
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Je... Holi c:
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Ya sé que quieren matarme por abandonarles. No tienen que decirlo.
En mi defensa, ha sido un cierre de año universitario horrible, y si alguien me hubiese matado, habrían atacado a un cadáver.
Este es mi regalo de navidad recordándoles nuevamente que no estoy muerto aún, y que, ante todo, NO HE DEJADO DE LADO LA HISTORIA, así que ahora sí puedo comprometerme a escribir tranquilamente (si la preparación de la tesis no me inhabilita mentalmente en el proceso) c':
¡Feliz navidad y feliz año nuevo, gente preciosa~~~~!
