Capítulo 7

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Yoongi

Toda la noche me volvi loco, observé a unos cuantos hombres verla o hablar de lo bien que se veía. Quise golpearlos a todos y cada uno de ellos. De verdad creí que no permanecería en el escenario cuando les dieron la opción de abandonar la subasta, por un momento pensé que me buscaba entre la gente pidiendo mi aprobación y cuando iba a empezar a caminar hacia donde estaba la multitud, vi que recobro la compostura y tomó una actitud segura de sí misma.

La subasta empezó y yo no podía dejar de apretar mis puños cada que alguien ofertaba por ella. Tenia que haberme ido desde hace un rato, pero aquí estaba observando desde lejos como uno de esos idiotas presumía de tener dinero ofertando una gran cantidad, cosa que los otros dos no pudieron igualar y ganó.

-Un Duque- me reír sin ganas. Ridículamente los Títulos Reales se seguían manteniendo. Su padre seguramente es jefe de la guardia Real y eso no lo hace mejor que nadie. Me estaba riendo cuando regrese mi mirada hacia la pista y vi que coloco una mano en su cintura. Tome mi vaso de whisky y me acerque un poco a la pista. En una de las vuelta me di cuenta que deslizaba su mano por la espalda descubierta de Johana, bebí todo mi whisky de un trago. En uno de los pasos ella quedó de espaldas a mi y él cruzo miradas conmigo. Apreté mis labios y levante una ceja, prácticamente lo amenace con la mirada y lo vi ponerse nervioso. Cualquiera que sea su título, nunca estará a mi altura.

Me aleje poco a poco y lo vi despedirse de ella, bastante cordial, cosa que agradecí. No había visto a Johana entrar al baño y conociéndola se que irá hasta su habitación. En mi camino tomé un vaso más de whisky y me lo bebí de un trago. Estaba lejos de estar ebrio, pero empezaba a darme un poco de valor. Me mantuve cerca de las escaleras y cuandonla vi pasar subí tras ella, antes de llegar arriba hice uno de los movimientos que se habían vuelto mis favoritos últimamente. Tome su mano y la detuve. Mi corazón ya estaba acelerado y mi mente nublada no se si era el alcohol o ella pero algo provocó que mi cabeza dejara de funcionar.

-¿Por qué no hiciste lo que te pedí?- ptegunte aún furioso
-Dejame- me pidio
-¿Por qué tenias que bailar con él? ¿Por qué sigues aquí?- quería entender que es lo que pasaba conmigo pero se que no fue eso lo que pregunte.
-Déjame, Yoongi. Te lo ruego- el miedo en su voz era demasiado, caí en cuenta de inmediato.. estaba actuado como el idiota de su padre y seguramente olía a alcohol. Algunas lágrimas rodaron por su rostro y las retire suavemente.
-Discúlpame, no quería asustarte- dije y coloque mi boca sobre su frente, sentia una gran necesidad de tocarla, no de una mala manera solo sentia que me quemaba la piel -No llores.. yo, simplemente me estaba volviendo loco.
-¿Por qué? ¿Por qué si me odias tanto sigues buscándome?- por qué soy un idiota, pense
-Por qué no se como sacarte de aquí- puse mi frente contra la suya y suspire -Sal, por favor.- le rogué aunque en este momento no lo quisiera realmente
-Lo hare- dijo y pareció una promesa. Me dolió el pecho pero fue aún más fuerte cuando empezó a empujarme suavemente hacia atrás, alejo sus manos de mi y se dio vuelta para terminar de subir las escaleras. No se lo permiti
-Sal de mi mente, aléjate de mi... pero no ahora. Ya no lo soporto- la besé... intenso.. como lo que estaba sintiendo dentro de mi. La había inmobilizado con sus manos sobre su cabeza pero la solté y sentí que enredada sus brazos detrás de mi cuello. No opuso resistencia lo que me decía que no era el único que deseaba esto, pero.. ¿Qué era lo que deseaba yo realmente? Estaba confundido, pero por ahora solo quería besarla toda la noche. Eso creíamos que sucedería hasta que escuchamos un ruido en el piso de abajo.

Un chico intento abusar de una de las Princesas y mi hermano Taehyung lo detuvo. Nada de esto pasó a mayores y todos regresamos a nuestras habitaciones.

No dormí, ni esa noche ni las siguientes noches de toda la semana. No podía dejar de pensar en ella y después no dejaba de pensar en que había sido un error. Me aleje, a pesar de sentarnos juntos no le dirigía la palabra y los días libres no bajaba a comer. He continuado con su diario, aún no lo entiendo, pero me.parece fascinante saber más. Una de estas páginas explicaba como tenia que caminar hasta su casa para ahorrarse el dinero del transporte y poder llevar a su madre al médico. Esas deberían ser cosas que el padre debería de encargarse. Lo más sorprendente es saber cómo ha sabido salir de cosas peligrosas, me habría encantado tener a los tipos que la seguían, de frente para romperles la cara.

El Diario Real: Princesa JohanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora