21.¿El segundo mejor día de mi vida?

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-Bueno que me dices.
-Que te voy a decir, ¡que si!
Ashton me colocó el anillo sobre el dedo anular. Era sencillo pero a la vez precioso. Estaba decorado con diminutas esmeraldas que rodeaban la enredadera tallada en el anillo.
Ashton se levantó, me cogió en volandas y me besó.
¡Es el segundo mejor día de mi vida!
-Sabes -dijo cuando ya me había bajado- este lago es mágico.
Comentó mientras mirábamos hacia el lago. Ashton me abrazaba por la espalda y me dejaba un surco de besos en el cuello.
-¿Y eso?-pregunté sin parar de sonreír.
-Mi abuelo pidio matrimonio a mi abuela aquí, y mi padre a mi madre. Y todos y cada uno de ellos fueron dichosos y estuvieron juntos hasta en los malos momentos.
Estuvimos toda la tarde en el lago, colmandonos de besos, abrazos y palabras de amor.
Pero ambos teníamos que hacer nuestras tareas. Yo tenía que elegir un colegio para la niña y Ashton... de momento casi preferiria no saberlo. ¡ Todo era tan mágico !
Cuando regresamos a casa, estalló el caos. Vimos una ambulancia llevarse a Laura, Danielle iba con ella.
-¿Qué ha pasado? -grite histérica.
-Signorina, la segnorita Laura, tropezó por las escaleras, y rodó hasta el suelo. Al ver que no se despertaba y tenía sangre en el vientre el segnorito Danielle llamó a una ambulancia y se la llevan ahora para el hospital San Dominico.-dijo Gabriel el cocinero.
Ashton y yo nos miramos, y ambos corrimos hacia el coche.
Al sentarme sobre el descapotable rojo, Ashton me vio mis manos temblorosa y me dijo:
-No te preocupes todo saldrá bien. Mi madre y mi hermana se encargarán de Aida.
En cuanto eso de que hoy era el segundo mejor día de mi vida, se había convertido en el peor.

Pistolas de amor (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora