-Una vez te prometí que te traería a Italia.
-Si.-dije sonrojada.
-Vamos.-me instó Ashton- No, yo llevo a la niña.
Y la cogió con tanta delicadeza que se me olvidó que él fuera el jefe de una mafia. Se me olvidaron esos 6 años que estuvo fuera. Se me olvidó que un hombre había ido a mi casa con un disfraz de policía falso... Un momento, un hombre había ido a mi casa con un disfraz de policía falso.
-¡Ashton!
-Shhh, que la despiertas.-me replicó Ashton- Dime
-El hombre ese... el que vino, el falso poli.
Ashton se frenó en seco y me miro
-Se llama Claudio es uno de los hombres de Antolini, era uno de los enemigos de mi padre.
-¿De tu padre?- pregunté rápidamente-
¿qué pintamos la niña y yo en todo?
-Fabio, amigo mío.-nos interrumpió un hombre trajeado y con acento italiano.
-Marcelo, ¿todo bien por casa?
-Si tranquilo, esta debe de ser Lena.
Mierda, ¿por qué conocía mi nombre?
-Lena este es mi primo Marcelo.
-Encantada.
-Vaya así que tu eres la famosa Lena, la doctora, la hermana melliza del demonio moreno y la chica que le ha robado el corazón a nuestro jefe.
-Estoy de acuerdo en todo, menos en lo último.
Ashton me miró malamente y se fue a meter a la niña en el coche negro, mientras Marcelo me abría la puerta trasera.
-Amore ya te digo yo que si, le has robado el corazón y bien, nunca le había visto así.Nos dirigimos en el coche hacia...
No tengo ni puta idea de donde vamos.
-Ashton, ¿a dónde vamos?- le interrumpi mientras hablaba en italiano con Marcelo.
-Carissima vamos a mi casa, en realidad ya hemos llegado, bienvenida a Villa Luna.
Mi pisito era una mierda, viendo esto.
La villa estaba rodeada de esculturas y grandes jardines verdes con flores maravillosa.
La casa en sí era inmesa, preciosa, blanca con grandes balcones, y con una gran puerta caoba para entrar dentro.
Dos hombres trajeados y con pinganillos en las orejas rodeaban la puerta.
-¿Qué te parece?- se acercó Ashton sigilosamente con Aida ya entre sus brazos.
-Es, es...
-Un poquito grande, ¿verdad?-me dijo Ashton- ¿Es normal que la niña duerma tanto?
-Completamente normal.
Mientras decía esto último, la enorme puerta caoba se abrió...
-¡Lena!-gritó el demonio moreno como la llamaba Marcelo.-LAURA, HERMANITA QUERIDA.
Nos dimos el abrazo más fuerte que nos hemos dado nunca... Lo más fuerte era el "hermanita querida", es la mayor muestra de aprecio que nos habíamos dirigido nunca.
-Menos mal que estais bien.-dijo Laura. - ¿sigue dormida?.
Asenti.
-¡Lena, Ashton!-dijo saliendo Danielle de la casa y dandonos un beso a cada uno y acariciando la cabeza de la pequeña.
-¿A ti que te pasa?-le pregunté a Laura.
-Nada
-Si te pasa algo, te conozco como la palma de mi mano.
-Que no, luego te lo cuento...
-Por cierto, -¡PUM!
-AHH ¡¿Por qué me das?!
-Porque no me contaste que seguías viendo a Danielle...
Ashton y Danielle se pusieron pálidos al instante...
¿El motivo?
Laura y yo estábamos insultandonos y hablando tan rápido que nadie nos entendía. Algo común en nosotras.
Por el rabillo del ojo vi a Ashton asentir hacia uno de los hombres trajeados de la puerta.
-Será mejor que entremos dentro.-dijo Ashton a la vez que me agarraba la mano- ven que te enseño la casa.
-Darnos a nuestra sobrina e iros vosotros a ver la casa.
Ashton entregó de mala gana a Aida, ahora que la conocía le resultaba difícil separarse de ella.
Nada más entrar una mujercita de unos sesenta años nos abordó.
-Benvenuto Lena, io sono Silvia che fa andare tutto da qui, o almeno provo.
-¿Qué?
-Dice que bienvenida Lena, ella es Silvia la que hace que todo siga en orden por aquí, o por lo menos lo intenta.-me tradujo Ashton
-Encantada.-dije sonriendo con esperanza de que me entendiera.
-Bueno,-prosiguió Ashton- ¿qué te parece?
-El castillo de la Cenicienta no es nada comparado con esto.
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Pistolas de amor (editando)
Romantizm¿Que harías cuando te encuentras una nota en medio de la calle sin sentido? ¿Y sí esa nota te lleva a un chico guapo, peligroso y con una sería adicción a los deportivos con nombres extraños? Esta es la historia de Ashton y Lena. Pistolas de amor, c...