Pistolas de amor (editando)

22.Sexo con el suelo.

Ashton y yo llegamos al hospital en menos que canta un gallo.
Enseguida vimos a Danielle y fuimos hasta donde se encontraba sentado.
-Tranquilos, todo esta bien.
-¿Y-Lau-ra? -pregunté sin aliento.
-Está dentro. En la ambulancia la estuvieron mirando, y todo esta bien. Laura sólo tiene un brazo fracturado, un par de chichones en la cabeza, que son los culpables que perdiera el conocimiento, y un corte, de ahí la sangre y el bebé, bueno, los bebés están perfectamente.
-Que bien, Danielle. Un momento ¿los bebés?-dijo Ashton.
-Si hermano.-prosiguió Danielle- por un momento, pensé que él la había encontrado, que...
-Eso nunca pasará, ¿de acuerdo?
Ashton y Danielle se abrazaron profundamente. Quizás por la alegría de que estuvieran bien, quizás porque se sentían inseguros de la mera presencia de Tristán.
-Lena, ¿te encuentras bien?
-Hasta que no vea a mi hermana no.
-No se porque te preocupas tanto, fea-dijo Laura apareciendo en una silla de ruedas, con la cabeza y el brazo vendados.
-¡Laura!
Corrimos los tres en dirección a ella, ya me sentía más tranquila.
-Hermanita,-dije abrazandola- que susto me has dado.
-Sabes que siempre he sido de amar fugazmente al suelo.
-¿Ah sí? Pues yo creo que el suelo no te ha dejado embarazada.
-Creeme que el suelo no ha sido,-dijo Laura riéndose- Doctor Ferro.
-Señorita Laura, ya sabe lo que tieneque hacer, reposar y tranquilizarse. Sabe que tienes un embarazo de riesgo. Así que todo relajación y tranquilidad.
-Tranquilo doctor, eso hará se lo puedo asegurar.
-Bien, eso espero.
-¿Todo en orden doctor?
-Si señor Ferro, anoche me llegó el paquete.
-Estupendo,-dijo Ashton- hasta la próxima.
Miré a Ashton. Él me sonrió y nos indicó que nos fueramos de vuelta al deportivo rojo.
Vale que él fuera el jefe de la mafia, pero no sabía con que traficaba, drogas no era, porque Ashton era el típico de "Di no a las drogas" ¿pero qué era?