𝐒𝐑 ┃ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 «16»

389 100 6
                                    

La forma en que se reía burlonamente de las personas que despreciaba, la manera tan ingeniosa de usar las palabras correctas en el momento justo, sus rechazos tan secos y dolorosos, la manera de coquetear sin querer hacerlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La forma en que se reía burlonamente de las personas que despreciaba, la manera tan ingeniosa de usar las palabras correctas en el momento justo, sus rechazos tan secos y dolorosos, la manera de coquetear sin querer hacerlo. Silenciosamente demostró que muchos rumores eran totalmente falsos, cómo manipula las situaciones complicadas para salir ilesa de ellas.

Bibi realmente era una chica hecha y derecha que sabía perfectamente cómo actuar en todo. Su inteligencia sobrepasaba cualquier nivel. Un claro ejemplo: fue cuando estuvieron en aprietos con el director. Como formuló un discurso, moldeandolo a su favor. Qué fue totalmente convincente para cualquier persona que lo oyera hasta haber logrado convencerlo a él mismo. La elección de vocabulario elocuentemente perfecto con la utilización de sus manos para simplificarlo y sencilla la dirección de todo. Era todo una locura. Eso sentía Min Yoongi. Locura, pero por ella. Por lo menos había sido amable y había dejado su mochila, Jimin la tomó con la iluminación de que allí estarían sus cosas.

―Maldita sea... bien jugado.

No ella, no era buena, su mochila estaba allí, sí. Pero completamente vacía. No había rastro de sus libros de textos, ni de su ropa, ni de su billetera o las llaves del auto. Ella había cruzado la línea. Eso le fascinó a Yoongi, lo desafió de una manera encantadora. Soltó una risa nasal por lo idiota que se sentía en alquel momento. Salió del departamento azotando la puerta, aquella instancia estaba acomodada en un lugar bastante visto, a pasos del instituto al que asistían. Min murmuró una maldición nuevamente. No tenía dinero para un taxi o para comprar un boleto de autobús, mucho menos una bicicleta o su querido Hyundai Grandeur.

Debía correr, esa era su única solución.

Por otro lado tenemos a la chica brillante, con una sonrisa en el rostro imborrable, deleitándose por la desgracia de los demás mientras practicaba la rutina junto a su equipo de porristas sobre la arena. Se carcajeaba cada que veía su propia mochila en los asientos de las gradas, está solo tenía las cosas de su compañero de cama en la noche pasada, maravillosa jugada en su concepción.

¿La ropa de él?

No, eso no tenía en su posesión.

En un grupo al otro lado de la cancha se preparaba un sorteo con la ropa del chico más deseado del todo el instituto, una camiseta de algodón color negra con la marca Puma, en la parte superior del pecho izquierdo y su nombre en la parte de atrás, los short del mismo color pero con el número 3 incluido, claro que lavados y perfumado, sus exclusivos boxer Calvin Klein. Y el esperado por todas, su abrigo de deportista que hace juego con su vestimenta.

Una sonrisa traviesa atravesó sus labios, maravillando a los jugadores del instituto por lo que era, una bellísima mujer, que sonreía mientras hacía un asombroso y perfecto; Arabesque, seguido de un; Scale, para terminar con un; Scorpion. Se puso firmé sobre el suelo con una gran sonrisa soberbia, recibiendo los aplausos del equipo, los líderes se unieron para hacer un HI-5 colectivo, llenó de felicitaciones por su arduo trabajo, cuando la campana sonó, dando avisó que el final de la práctica había llegado. Comenzó a acercarse a sus cosas cuando entró un Min Yoongi poseído por el mismo diablo con una caminata rápida acompañada de aplausos sarcásticos.

Sin importarle los comentarios a su alrededor respecto a su vestuario poco usual, sin embargo, ella estaba encantada de la vista que tenía. Yoongi se encuentra mojado, con la camisa a cuadros manchada de grasa y barro, su calza le quedaba más que ajustada, dejando apreciar su paquete entre las piernas. Y las pantuflas de conejitos le daban el toque, no hay que evitar mencionar que estaba enojado hasta lo más profundo de su ser.

Pero la chica sonreía aún más a medida que se acercaba, comenzó a caminar hacia la bestia que echaba humo por sus orejas, sus labios estaban en línea recta, su mandíbula tensa, sus puños apretados. Y sus ojos desprendían odio puro, más bien, le lanzaba fuego para matarla. Se enfrentan el uno al otro, rostro a rostro, sus ojos se funden en una guerra de miradas. Aún que para ella la situación era muy graciosa, él solo deseaba descuartizarla y dársela de comer a los cocodrilos. Mientras ella sonreía divertida, él pensaba en cómo hacerla pagar por esto.

―Ohh... arruinaste mis pantuflas preferidas... ―ronroneó, como una gata en celo― Supongo que me las pagarás. ¿No?

Fingiendo dolor mientras miraba los pies del chico.

―Te llevaste mis zapatos, mi ropa y todas mis cosas. ―le indicó― ¡Maldita perra! ¡Me dejaste sin nada! ¡Eres una desgracia!

―Puede ser, sí. Pero mírale el lado bueno, te dejé toda una colección infantil para elección. ―le sonrió coqueta― ¿Pero por qué te pusiste mis pantuflas de conejitos? ¡Eran mis favoritos! Había unos últimos modelos borcegos. ¿No podías ponerte esos? ―chilló como una niña pequeña.

―¿Me estás jodiendo, verdad? ―habló entre dientes, Yoongi― ¿Te encanta tomarme el cabello?

―Ay no cariño. No te pongas así, no importa. Luego compró otros. Total, te quedan mejor a ti que a mí. ―dijo, conteniendo la risa― Hace juego con el resto del outfit.

Yoongi ardía de furia, eran más que visibles las llamas de su piel, en lo único que pensaba era en tomar el cuello de la chica entre su mano hasta asfixiarla.

―¿Por qué mierda me hiciste eso? ―gimoteó el recién llegado, parecía que sus dientes rechinaban― ¿Querías humillarme?

―¿Qué hice? ―inquirió Bibi, alzando las cejas― ¡Ahhhhh! ¿Esto? ―hizo un círculo con su dedo en el aire― Te lo merecías. Me autofelicito, me salió mejor de lo que esperaba.

―¿Merecer esto? ¿De verdad? ¿Por qué? Dame una mísera razón. ―dice con extrañeza― Te las daré yo, solo deseas joderme para vengarte por lo del director ayer. ¡No eres más que una maldita perra traga pollas! ¡Te acuestas con los chicos como yo por qué te gusta tener una polla dentro!

Algo dentro de ella se quemó, su rencor aumentó, sus ganas de destruirlo ya se había consumido dentro de ella.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐑𝐔𝐌𝐎𝐑𝐒» ➸ ❝𝗠𝗬𝗚❞ (+¹8) (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora