«𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐑𝐔𝐌𝐎𝐑𝐒» ➸ ❝𝗠𝗬𝗚❞ (+¹8) (✓)

𝐒𝐑 ┃ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 «03»

(MIN YOONGI)

Iba a ser un día caluroso, como todos los días de agosto. Sin embargo, había una sola cosa que a mí me importaba. Desde lo más profundo de mi ser, quería entender la situación, solo quería saber el porqué se hablaba de ella sin parar, el por qué su nombre estaba en boca de todos, con tanto elogios o odio. Cada persona que asiste a esta institución se junta en manadas a murmurar sobre ella. Sobre Bibi.

¿Quién carajos era Bibi? ¿Y por qué carajos deseaba follarmela tan duro como estos muros? ¿Qué carajos hacía metida en mi mente?

Un suspiro solté sin apartar mí vista de aquella chica tan particular, cualquiera diría que soy un acosador por estar mirándola. Sin embargo, no soy ningún acosador. Tampoco tengo una clase de obsesión, solo es una curiosidad, una mínima curiosidad, que me consume. Algo golpeó mí hombro, llamando mí atención, volteó encontrándome con el causante de mí distracción, uno de mis amigos, Jung Hoseok. Abre la puerta de su casillero que yacía a un lado del mío, sacando de su mochila los libró de la clase anterior para poner los de la próxima. Apoyo mí espalda en el metal nuevamente, parpadeó volviendo a fijar mí vista en la silueta femenina que se encuentra en la otra punta del pasillo. Me humedezco los labios secos, antes de pronunciar alguna palabra.

—¿Hobi? —le llamo. En un susurró lo suficientemente alto para que él solo pudiera oírme— Tengo una gran duda.

—Dime... soy todo oídos, terroncito de azúcar. —él me respondió.

Sin mirarme aún, estaba metiendo su mochila dentro de la caja metálica a la que llamamos casillero.

—¿Tú conoces a esa chica extraña? —dije, detallando el grupo de porristas de la esquina— A esa tal, Bibi. La porrista súper dotada. Con aires de yo me como el mundo.

Al fin me mira, y luego mira hacia las porristas.

—No me digas que tú también estás con la meta de follarla. —señala con la cabeza donde estaba la pelinegra— ¿Sí sabes que es misión imposible atraparla, no? ¿Qué no entras ni en broma en sus estándares?

Hoseok se coloca en la misma posición que yo, mientras se cruza de brazos evaluando a la hermosa chica del escandaloso grupo de barbies huecas.

—Y si la respuesta a tus incógnitas fuese sí, ¿Cuál sería el problema? —le respondo en voz poco o nada cariñosa— Por qué yo no lo veo. Mi querido amigo.

Hoseok voltea en su lugar, cierra su casillero con fuerza, sonriendo pícaramente mientras apoya su codo en el casillero y su cabeza en la mano, su rostro refleja diversión. Arqueando una ceja, me miró intensamente, en su miraba había más burla que otra cosa.

—Ella es el problema. Yoongi. —protesto la voz de él— ¿Estás loco o qué?

—Yo no le veo problema a echarme un polvito con esa lindura.

—Es una completa locura meterse con ella, y lo sabes. —me increpó rápidamente— Ella es la más codiciada de todo el campus.

—Si, lo sé. Y yo el más aclamado por las nenas.

—No entiendes a lo que quiero ir.

—No, la verdad que no. —me excusó, hábilmente— ¿Por qué los del campus pueden tenerla y yo no?

—Por qué no, además es una friki... Y tú, un mujeriego. ¿Sabes lo que eso significa? —negué con la cabeza intentando contener la risa— Las chicas fresas, y los chicos como nosotros. No se mezclan, tú eres un individuo un poco selecto y ella un ser un poco inalcanzable.

Seguía sin entender el porqué de su voz tan profunda y dura. Tratando de negar algo tan codiciado.

—Sigo sin comprender a qué te refieres... —digo, encogiéndome de hombros, invitando a que continúe con su explicación pero de una manera más contextual— Así que no podré cambiar de opinión. Sin un contexto más adecuado.

—¿Eres idiota todo el tiempo o sueles tomarte descansos de medio tiempo? —replicó Hobi con incredulidad— Lo que quiero decir, es que por más que intentes acercarte sería en vano. Chicos como nosotros somos unos mediocres para alguien como ella.

La seriedad se emana por su rostro. Que en ciencia cierta es real todo lo que dijo, chicas como ella jamás se fijaría en un neandertal como yo, son inteligentes saben lo que valen. Lo que quieren. Y cuando lo quieren. Su reputación siempre dice más de ellas, que ellas mismas.

—Si te soy sincero, eso no me intimida. Hobi. —gruñí con una sonrisa, fanfarrona.

—Imbécil. No para que te intimide, es para que entres en razón, que ese territorio para ti, sería estúpido cruzar tierra prohibida. —agregó, tratando de convencerme.

El muy imbécil creía que no era capaz, de obtener a esa friki como mi mujer.

—Pero mí intención va más allá de follármela, quiero conocerla, saber de ella, si los rumores que se dicen son ciertos. —sigo insistiendo, fingiendo inocencia.

—Se dice que su papá es un empresario muy conocido, que trabaja en el exterior es por eso que nunca está en casa. Y, a esa linda nena. Le compro un departamento en la mejor zona de Seúl para que esté segura en su ausencia. —comentó.

—Eso lo sé. Mi padre y el de ella trabajan juntos. Y, que también tiene una tarjeta negra sin límite. Pero, ¿Y, su madre? ¿No tiene hermanos? Si me vas a contar las cosas, cuéntamelas bien.

Se lo pregunto a él, por qué Jung Hoseok, es un chismoso de primera. Sabe la vida de todos los presentes del lugar, cómo si vivir sabiendo de los demás fuera su fuente de alimentación.

—Es hija única. Y... por lo que se. Su madre falleció hace unos cinco años atrás, es ella y el padre, de conozco si tienen más familia acá en corea. Pero lo que sí te puedo decir es que la gran mayoría vive en el extranjero. —lo miré sorprendido— ¿Qué pasó?

—¿Cómo sabes todo eso?

Alzó una ceja en interrogación.

—Ser el hijo de uno de los mejores periodistas del mundo. Tiene sus ventajas. —sonríe animadamente— ¿Qué te puedo decir? Ya viene de familia, nos encanta el chisme.

Vuelvo a mirar a la preciosa Bibi. Que en un destello de segundos me miró, lanzándome una mirada llena de desprecio. No estaba seguro por qué, pero Bibi siempre había emanado un malvado desprecio hacia mí. Al parecer me odiaba, o tal vez a mi familia por ser socia de la suya. No lo sé. Y me importa una mierda. Yo solo la quería ella. Y a ella la tendría.