Una carta desviada

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Bilbao 13 de marzo de 2022

Querida amiga:

Te escribo esta carta que jamás enviaré porque no quiero que sepas mas de mi, pero es que tengo miedo y necesito desahogarme.

El indeseable que nos reunió en la cabaña me ha escrito y me dice que nos vio. Estuvo todo el rato observándonos. ¡Cerdo pervertido! No me di cuenta de que era una trampa. No pensé. Te vi y dejé toda razón a un lado para consumar en tus brazos tantos sueños pasados. Maldita sea, he sido tan estúpida... cómo no me di cuenta nada más verte allí.

No tengo miedo a que los demás se enteren de lo que pasó ayer como la primera vez, no tengo nada de lo que avergonzarme. Y mucho menos en este tiempo en el que las preferencias parecen ser toleradas un poco más que en épocas pasadas. Te he amado tanto que por mucho que quieran condenarme, no lograrán que me arrepienta porque lo único que vale la pena en esta vida es el amor y nosotras lo respiramos la una por la otra. Te he amado tanto y tan en silencio que no era justo que muriera en la oscuridad de nuestras entrañas, por eso lo que ha pasado no ha sido más que una liberación al universo de la luz que ocultamos por el qué dirán.

Lo que ahora me preocupa y mucho es el manipulador que hay detrás de nuestro encuentro. Me conoce demasiado, quién me mandaría escribir ese dichoso diario. Ahí están todos mis secretos, día por día y me están persiguiendo. En este instante ese hombre es la persona que mejor me conoce, incluso más que tú o que yo misma y eso me aterra. ¿Cuál puede ser su siguiente paso?

He decidido que no me queda otra que adelantarme al golpe. Voy a Buenaventura a hablar con Felipe. Haré de tripas corazón y le contaré toda la historia. Espero que me quiera ayudar aunque si no lo hace tendrá sus motivos. Tú no lo sabes pero fuimos amantes. Debí respetarle por ser tu pareja en aquella época y sin embargo no pude resistirme a su atractivo. Por más que intentamos evitarnos nos atrajimos como dos potentes imanes; yo era para él la exótica europea de acento extraño y él era para mí un hombre al que le brotaba la sexualidad. Acostumbrada a la fría masculinidad de mi país, Felipe despertó en mí a una mujer sensual y poderosa que no creía tener. Todo terminó con mi vuelta a casa.

Si te soy sincera, tengo curiosidad por verle y por descubrir lo que me provocará su cercanía, ya no sois nada así que no debería de importarte lo que pase aunque no voy con la intención de aprovechar el viaje para meterme en su cama, eso ya lo superé o eso creo. No sé, me entran dudas cuando le recuerdo uniformado para la graduación en la academia de policía, estaba tan atractivo. ¿Seguirá igual?

Dejando a mi affair a parte, espero de verdad que Felipe pueda dar con este tío que me acosa porque empiezo a sentirme asfixiada en este laberinto de cartas. Ojalá me equivoque pero presiento que me encuentro ante un psicópata y que estoy en grave peligro. 

Me persiguen mis secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora