Alien Evolution System [1]

Capítulo 129:

C129 - Exterminio Expedicionario

Por supuesto, como señaló Unferth, todavía era muy poco probable que los no-muertos pudieran llegar hasta aquí.

Las Zonas Oscuras poseían inherentemente altos niveles de energía primaria, y la energía primaria era efectiva para alejar a los No-muertos.

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Especialmente aquí, en el extremo norte de Fjall bordeando la Grieta, donde la energía primaria se volvió tan densa que empalagoso en marcadores ambientales como esta caída de Grain.

Pero las palabras de un Archimago no debían tomarse a la ligera.  Ellos, entre todos los Hechiceros de su calaña, sabían bien el significado de su deber jurado de ordenar.

Si Thorian, un Archimago respetado incluso entre aquellos de sus filas, que posee una influencia tal vez apenas por debajo de un Zenith, dijo que había una presencia demoníaca aquí y, en consecuencia, la posibilidad de que se propagara la no-muerte, entonces Unferth no iba a cuestionarlo.

Por no hablar de los sobornos.

Unferth sonrió debajo de su casco.

Era un hombre de deber, sin duda.  Realmente creía en el bien de su causa, la causa de la Fuerza de Contención de los No Muertos, pero ¿por qué no hacer algo de dinero mientras la llevaba a cabo?

El soborno de Thorian era doble.

La primera parte fue sencilla.  Previsible.  Una suma considerable de dinero para Unferth para iniciar esta investigación y mantenerla en secreto tanto como sea posible.

Por supuesto, había ciertos procedimientos que Unferth tenía que seguir.  Pero al usar su autoridad como capitán para clasificar esta excursión como una expedición de emergencia, podría informar mínimamente a cualquier autoridad superior.

No hay necesidad de alertar a la Liga o la Orden.

Sólo un rápido informe inicial al Alto Mando de Mercia sobre adónde se dirigía y un breve resumen de la naturaleza de la investigación.  También tenía que proporcionar una causa probable para la investigación, pero eso, Thorian lo había proporcionado adecuadamente con una muestra de firmas de energía de los no-muertos.

Si en realidad procedían de este lugar o no, Unferth no podía decirlo.  Nadie realmente podría.

La energía de los no-muertos era notoriamente inescrutable incluso para los hechiceros más expertos o los magitécnicos enanos más expertos.

No importaba, de verdad.  Unferth confiaría en las palabras de un archimago respetado sobre eso.

La segunda parte del soborno era por lo que Unferth sentía curiosidad e inquietud.

Si Unferth encontraba un demonio aquí, una niña, según su descripción, entonces debía recuperarla sin dañarla si no estaba muerta.

O, si ella no estaba muerta, tratar de mantener su cuerpo lo más completo posible y llevar su cadáver a Thorian, conteniendo, por supuesto, la propagación de los no-muertos al mínimo.

Ahora bien, esta parte del soborno era la más gratificante.

Si Unferth encontraba a esta supuesta chica demonio, entonces podría renunciar por completo a su trabajo como capitán y vivir el resto de sus días con completo lujo en alguna casa del árbol de las Islas Feroe, o tal vez descansar en una finca junto al mar en Xin.

Unferth estaba envejeciendo y, aunque cumplía bien con su deber con la UCF, se estaba cansando y este trabajo era agotador.

Tenía una esposa a la que apenas veía e hijos que sabían poco del rostro de su padre.