Alien Evolution System [1]

Capítulo 27:

Capítulo 27 - Interrogatorio II

El humano aspiró unas cuantas respiraciones vacías más antes de que el impacto del golpe comenzara a desaparecer.  Miró al Coleccionista, pero en la oscuridad, solo pudo ver el caparazón blanco.

"Armadura blanca... ¿eres de Judica?"  dijo el humano con una tos.  Levantó las manos en señal de rendición y súplica.  Aquí no hay demonios, lo juro por mi vida. Eso es todo lo que sé, y eso es todo lo que saben mis hombres.

"Esperarás hasta que te hablen. Entonces, hablarás".  El Coleccionista envolvió su mano alrededor de toda la longitud de la cabeza humana.

"¡Hablaré! ¡Lo haré!"  llegó la voz apagada del humano.

"Agradable."  El Coleccionista soltó la cabeza del humano y colocó su mano junto a su cuello.  Sus garras monomoleculares se desenvainaron de sus dedos con un clic metálico.

Sostuvo las garras cerca de la cara del humano como un recordatorio de su inminente desaparición.  "¿Estabas aquí para investigar la muerte de estos... aventureros?"

El humano asintió y el Coleccionista centró sus sentidos en las reacciones del humano, prestando mucha atención a sus sutiles contracciones en la expresión facial, el ritmo de la respiración y el ritmo cardíaco.

No sabía cómo operaban estos humanos cuando hablaban entre ellos, pero sí sabía que las especies manipuladoras poseían la capacidad de mentir y torcer la verdad de las cosas.

El Coleccionista, como estirpe guerrera no equipada para lidiar con las mentes de los manitas o incluso para hablar en cualquier otra forma que no sean gritos de guerra y burlas, no estaba acostumbrado, y necesitaba datos para determinar si este primitivo y otros similares eran  de hecho hablando la verdad.

"Otra pregunta."  El Coleccionista chasqueó las mandíbulas, evaluando qué pregunta llevaría al humano a mentir.  "¿Estás recibiendo sobornos de un hechicero?"

El Coleccionista analizó al humano.  Notó un mayor ensanchamiento de los ojos.  Ligero aumento de los latidos del corazón.  Una contracción involuntaria de movimiento.  Un cambio de la pupila en la mirada ligeramente desviada.

Datos recolectados.

"No hay hechicero aquí en estos bosques al revés", dijo el humano.  "Buen señor de Judica, si está aquí para cazar demonios, nuevamente, realmente no lo sé".

"Me mientes."  El Coleccionista chasqueó las mandíbulas.  No tenía suficientes datos para tener una lectura perfecta de verdad y falsedad para cada humano, era seguro, pero al menos, para este en específico, la tenía.

El Coleccionista agarró la cara del hombre, sus dedos musculosos y blindados aplastaron la carne, las costuras del caparazón se engancharon en la piel y la desgarraron.  Este fue un gesto para causar dolor e inducir miedo para invocar instintos de supervivencia.

"¡Sí! ¡Sí! ¡Acepto sobornos! ¡Y el resto de mis hombres también!"  dijo el humano en un grito ahogado.  —Perdóneme, buen señor. No tengo nada en contra de usted ni de su ciudad sagrada y, en verdad, no sé nada. Nada de demonios ni nada por el estilo.

"Hm. Tus sistemas oculares subdesarrollados todavía tienen que ajustar sus fotorreceptores a esta oscuridad, al parecer. Pero no vuelvas a cometer este error".  El Recolector se arrodilló y retrajo su casco de caparazón, revelando su monstruoso rostro híbrido de oni rojo e insecto.

Masticó sus mandíbulas peligrosamente cerca del cuello del humano.  "No soy uno de ustedes, pestes débiles, reptantes, balbuceantes e incoherentes.

Y si incluso un primitivo más de este mundo me designa como una creación de ustedes, los humanos, me aseguraré de que su consumo se optimice para aterrorizar a sus receptores del dolor".