Prólogo

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Sábado por la tarde.

La muchacha de cabello azul salió de la pequeña florería con un ramo de tulipanes: los favoritos de su padre.

El día estaba más feo de lo habitual. No pudo evitar sentirse desolada entre tanta pálida junta.

"Hey, papá..." Su garganta se atoró por un momento, agachando la mirada.

"¿Qué tal?" Una sonrisa amarga escapó de sus labios.

"Estoy perdida, enloqueciendo, papá..." Murmuró con la voz ronca, dejando las flores en el suelo.

"Lo siento, siento mucho ser cobarde y no poder con mis problemas... Me veo patética, ¿verdad?" Se secó las lágrimas con su abrigo café, moviendo la nariz.

"Perdóname..." Lo sabía. Sabía que él no estaría para nada orgulloso de ella. Eso era lo que más la mataba.

Al volver al auto, sostuvo con fuerza el volante y acabó por golpearse la cabeza gracias a la gran frustración que tenía encima.

Odiaba con toda su alma vivir así.

Cuando llegó a la playa, la suave brisa hizo mover su pelo, en cierto punto, logró a hacerla sonreír.

Siempre era lo mismo.

Despertar temprano para la universidad, trabajar, visitar a su padre al cementerio...

Mejor dicho, su vida era monótona.

Necesitaba una alegría, ¿no? Tal vez alguien que quiera ir por una cerveza los fines de semana o quedarse en casa viendo películas.

Lo añoraba con ansias.

[...]













The Gray Life [suayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora