Siyeon salió medio apurada del recinto. Yoohyeon parpadeó. Dami alzó una ceja.
"¿Qué... Qué le pasa? Últimamente, ha estado muy decaída, ¿no?"
"Está asustada, Yubin... Cree que le falló a sus padres... Todavía sigue con eso metido en la cabeza."
Se miraron entre sí.
"Singnie lo está haciendo increíble, Yoohyeon."
"Tú también..."
"Y tú..."
Sonrieron.
"¿Iremos a casa?" Siyeon se puso las gafas de sol.
"Ay, no, vamos a celebrar."
Ninguna quería regresar al hotel.
"Hay un bar por aquí cerca."
Todas se tomaron del brazo.
"Tengo tarea de la universidad, muchachas."
Yoohyeon resopló.
"Ay, no, no, déjame adivinar... Tienes la computadora en la mochila, ¿verdad?"
Siyeon rio. "Sí, la laptop."
Así es, ni siquiera le importó el peso en la espalda.
"Amiga, recién salimos de dar un show, Siyeon, ¿cómo...? ¿Qué carajos contigo?"
Obvio, las carcajadas por parte de Yubin no tardaron en llegar.
"Shh, no pasa nada, Yoo, deja el drama."
Caminaron tan solo una cuadra.
"Vaya. Esto se ve bárbaro... Lástima que es bastante oscuro." Opinó Dami, arrastrando la puerta de vidrio. Yoohyeon asintió en respuesta. Siyeon fue la última en entrar.
Terminaron sentándose en una mesa cualquiera.
"Hola. Buenas noches. Les tomo el pedido." Dulcemente, la camarera se acercó.
"Hey, hola, ¿cómo estás? Tres botellas de cerveza, por favor." Yoohyeon habló.
Concentrada en la pantalla, la pelinegra no se dio cuenta de que la tipa no le quitó los ojos de encima. En cambio, sus amigas lo notaron enseguida. Y cómo no, para fastidiarla un rato, le dieron pequeñas palmaditas en el hombro mientras reían como un par de idiotas.
"¡Yah! ¿Qué diablos pasa con ustedes?"
"Es bonita, ¿cierto?"
Frunció el ceño, cuestionando: "¿Quién, Yoohyeon?"
"Dios. ¿Eres tonta o te haces?"
No logrando comprender la situación, prefirió seguir haciendo lo suyo, negando con la cabeza en el proceso. Apretó los nudillos... Estresada de tener imbéciles a su lado.
"Mmm, disculpa..." La misma voz serena se escuchó de nuevo en el ambiente. "¿Puedo preguntarte una cosa?" Dos toquecitos en el antebrazo provocaron que se voltee.
"Perdón... ¿Me hablas a mí?" Siyeon elevó las comisuras, observando atenta a la chica de llamativo delantal.
"Sí, a ti... ¿Qué carrera estás estudiando?"
Fue una pregunta simple. Siyeon sonrió a medias.
"Economía."
"Oh, adoro los números..."
Yoohyeon y Dami se miraron, cómplices.
"Sírvete, qué lo disfrutes."
Tímida y cambiando de tema, acomodó la botella encima de la mesa.
"Gracias..." Siyeon respondió.
Al instante, se retiró, no sin antes obtener una rápida reverencia y otra sonrisa torcida.
Yoohyeon tosió.
"Wow, Lee. Espeluznante. Sorprendente. Facilísimo."
El papel de cuaderno rozó su meñique cuando quiso pescar el trago en su mano izquierda. Número de teléfono. Una mueca extraña se le formó en el rostro. Número telefónico... Repitió. Suspiró.
"Cállate, Yoo, no te metas." Dejó el papel de lado.
"Le gustas." Yubin jugó con el borde de la botella. "Más o menos, te ha estado mirando desde que entramos."
Siyeon asintió, 100% desinteresada. Estaba empezando a odiar la conversación.
"A nuestra querida Singnie le gusta otra, la pobre no tiene chance alguna."
"Ahh, verdad, verdad, sí, lo recuerdo, pero ¿cómo se llama?"
La pelinegra se mordió el labio.
"Cielos. ¿Le contaste a Dami?"
"Te vimos, mejor dicho." Yubin ejerció un mohín. "Hacen una linda pareja... Yoohyeon piensa lo mismo."
"Ella... Nos dejamos de ver, no sé cómo está, no sé nada de ella."
"¿Acaso pelearon la última vez?"
Siyeon se quedó en blanco.
"Singnie..."
"Bora es mucho para mí..." Soltó, aceptando de una la vil realidad.
"Ay, Siyeon, por favor, ¿qué mierda dices? Ahora eres conocinada, somos conocidas, ganamos dinero."
"No es suficiente, Yoohyeon."
"Siyeon, escucha, Bora es sencilla, no creo que le importe que tú..."
Yoohyeon no pudo terminar, no se animó. Y es que, de repente, se oyó un sonido diferente, el ruido seco de unos tacones altos pisando fuerte. Siyeon levantó la vista. Bora, prácticamente, pasó por frente suyo, mirando siempre hacia adelante, vistiendo saco gris y falda corta negra. ÉL la esperaba... Abrazó su cintura y besó su mejilla. La mesa no quedaba lejos, al contrario, Siyeon podía verla, ver como su marido la tocaba, ver su incomodidad, ver como intentaba escaparse. O tal vez... Siyeon exageraba. Ella le siguió el juego... Se besaron. Vaya que era fácil darse el lujo de llorar con los lentes de sol puestos. Las venas de su cuello daban la pauta de que en verdad la estaba pasando horrible. Veloz y decepcionada, guardó sus cosas.
"Singnie, ¿quieres volver?"
Yubin notó su tristeza.
"Caminaré, necesito aire fresco. Quédense. Nos encontramos allá."
Siyeon se paró, pagó su parte, y recién después se colocó la mochila. Sacó el encendedor del bolsillo junto con un cigarro. Yoohyeon la agarró de la camisa blanca antes de caminar hasta la puerta.
"Cuídate, Lee. No fumes demasiado."
"De acuerdo... Mamá."
"Idiota."
Continuará...
[...]
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The Gray Life [suayeon]
Fanfiction➤ SuA es una muchacha algo escandalosa. Siyeon una joven florista de veinte años.