The Gray Life [suayeon]

27

Apoyando un brazo en el cristal, el hombre mayor sacudió la cabeza, no queriendo a aceptar la vil realidad, desastrosa y horripilante. Creía en su hija, en su capacidad, en que no terminaría siendo un fenómeno despreciable.

"Quiero divorciarme, padre." Dijo Bora mientras tomaba asiento en la silla de escritorio. "Él no me hace bien. Espero que con madre puedan comprenderme."

"Por favor, Bora, no digas estupideces." Susurró, apretando los puños. "Ya la cagaste, ya nos has decepcionado a todos, ya nos mataste, maldita sea, la reputación de nuestra familia se fue al carajo en menos de 24 horas, así que no, deja de seguir metiendo la pata, ¡compórtate como un adulto, carajo!"

"Voy a separarme de Seung, y ni tú, ni nadie podrán contra eso, es una decisión tomada, quiero que suceda, padre, va a suceder."

Riendo, ironizó: "tú no te mandas sola, Bora, cállate."

"No me interesa, no me interesa lo que tú y mamá digan, lo que piensen los ejecutivos, lo que el mundo entero opine, papá, yo lo único que necesito es un descanso de esta porquería, alejarme por completo de ese tipo, huir de aquí."

"¡Escúchate, escucha lo que dices, hija! ¡Estás tirando tu vida a la basura por alguien que te dejará en un mes, Bora, entiende!"

"No... No la conoces... Tú no sabes nada..."

Bora se tragó el sollozo.

"Hija..."

"Solo quiero irme, papá..."

Su madre observó la situación desde la oficina de al lado. Un suspiro cansado se escapó de sus labios. Lágrimas de impotencia adornaron sus delgadas mejillas. La culpa le llenó el pecho. La desesperación la hizo correr.

"¡Bora!"

La castaña cayó de rodillas al piso, tratando de recuperar el aliento, su garganta quemándose, la visión borrosa. Su mamá la sostuvo por detrás. El llanto de la mujer y el grito de su hermana fue lo último que oyó para luego desmayarse.

"Disculpen por causar problemas..."

[...]

Siyeon acabó dormitando esa noche en una silla de hospital con Gahyeon encima de sus piernas. De vez en cuando, la pelinegra se fijaba su estado, si le faltaba algo, cómo estaba, si sentía frío, si estaba destapada. Simplemente, cuidó de la hermana de Bora, la cual vio llorar hasta quedarse dormida.

"¿Qué hora es...?" La pequeña se movió, frotando sus ojos. Siyeon le sonrió a duras penas. "Las diez de la noche." Contestó suave. "Dormiste toda la tarde, eh." Intentando sonar graciosa, Gahyeon rio por lo bajo, negando. "Lo siento... Siempre duermo después de llorar... Problema común que tengo..."

Asintiendo, Siyeon acomodó su manta color verde agua. Gahyeon se incorporó, cruzando las piernas. Todavía no podía creerlo... ¿Su cantante favorita y ella compartiendo el mismo espacio? ¿El mismo sentimiento? ¿Qué...?

"Entiendo. ¿Hambre? Tu madre trajo tu cena."

Por un momento, la mente de Gahyeon se bloqueó.

"¿Linda? ¿Qué ocurre? ¿Te duele...?"

"¿Mi hermana cómo te conoció? ¿Cómo se conocieron...?"

Siyeon lo pensó demasiado antes de responder.

"En el colegio."

Técnicamente, no era una mentira, así que lo dejó pasar sin pena ni gloria.

"Qué raro... Bora nunca te mencionó en la mesa."