-Deja te quito esto- le bajo el cierre de la chamarra y se la quito- ¿Tienes otro cambio de ropa?- cuestiono acomodándole la ropa inferior del castaño.
-¿Acaba de pasar lo que acabo de pasar?- se sentó de golpe.
-Así es- confirmo el mas grande- ya no puedes negar nuestra unión.
-No- dijo en voz baja- no lo puedo hacer- después de lo que había pasado, ya no lo podía negar mas, había dejado que un hombre lo tocara tan íntimamente, y lo peor de todo es que lo había disfrutado como nada en en vida. Se bajó de las colchonetas en las que a veces hacían calentamiento, estaban en el almacén, apenas se enteraba.
-¿Ya no me evitaras?- lo miro metiendo la chamarra del menor en una bolsa de plástico.
-No lo hare señor Thitiwat- reconociendo su chamarra deportiva. Bajo la mirada avergonzado, su chaqueta estaba llena del semen de ambos, no podía dar un paso atrás, se sentía turbado.
-No me llames señor, soy Ohm, tu Alfa- ordeno acercándose.
-Si- se acomodó la ropa con manos presurosas.- seguiremos en contacto- dijo el pequeño mirando la puerta como un escape.
-Pero no tengo tu teléfono, ni tú el mío.
-¿Nuestros números de teléfono?- pregunto con voz estrangulada sin dejar de mirar la salida.
-A menos que me quieras en tu casa todas los días.
-Anota- dijo mortificado sin girarse, estaba demasiado avergonzado, mas que en toda su vida, le dijo su número de celular y guardo el numero ajeno, no podía hacer otra cosa.
Fluke llego a su casa y se fue directo a su recamara como siempre, no entendía esa manía, siempre en cuanto pasaba esas paredes, siempre iba hacia el mismo lugar, su cuarto, el lugar que le habían hecho sus padres solo para el. Prem por petición de él, ya no lo seguía a todas partes, solo lo esperaba fuera del edificio donde daba clases, y lo regresaba a casa, si todavía lo siguiera, lo que paso con Ohm, no había sucedido.
Estaba recargado en la puerta de su recamara, se dejó caer lentamente al suelo, todavía no entendía lo que paso, y tampoco, el por qué el permitió que eso pasara, ¿sería culpa de que su celo había sido hace poco?, no leyó nada de eso en la red, así que no lo creía, lo que significaba que fue por ese lazo invisible llamado alma gemela, gimió mortificado tapándose la cara con ambas manos. Ohm lo había masturbado, a ambos, al mismo tiempo, Dios, debería de haberlo golpeado, gimió mas fuerte sintiendo como su rostro se calentaba.
¿Cómo su vida se había torcido tanto?, el no se vanagloriaba de ser un macho heterosexual, y tampoco era homofóbico, solo era alguien que se enfocaba en su vida, que era su familia, su novia sus pocos amigos, y su carrera como patinador profesional, ¿ahora que tenía?, su familia seguía ahí, sumando a Samantha y Boston, sus amigos, ya no estaban, solo Panin que técnicamente era su exnovia y que ella no lo sabía, y se podría decir que pronto Boun sería su amigo, hablaba con el casi todos los días por WhatsApp, y su carrera como profesional, ya no existía, ah, y que no se le olvidara, su Alfa, Ohm Thitiwat.
La verdad es que estaba perdiendo la esperanza de volver a su realidad, suspiro pesadamente, si era sincero consigo mismo, el sabía que la señora Philip, sería muy famosa y eficaz psíquica y medium, pero ella no podía ayudarle, nadie podía hacerlo. Era hora de afrontar la realidad, el, Fluke Natouch, era un Omega, y tenía su pareja destinada, el Alfa mas poderoso de Estocolmo y uno de los ricos mas del mundo, Ohm Thitiwat. Ya no era patinador olímpico, era profesor de patinaje artístico en la escuela de uno de los mas grandes en la historia en ese ramo, Axel Paulsen, que en su mundo anterior ya estaba muerto. También era un ex bailarín de ballet, que de la noche a la mañana ya no podía bailar de puntillas, si no que patinaba como los pájaros, eso le decía Martjha, sonrió con tristeza, ese Fluke Natouch era el, y por último, su hermana era un Alfa, uno de los seres mas fuertes y poderosos de esa tierra.
Ya no era un niño, no podía seguir creyendo que todo eso era un sueño, era su mundo, su realidad, tal vez nunca podría descubrir porque cambio todo, haciendo que él tuviera algún tipo de amnesia selectiva, y extraña, pero así se habían dado las cosas, ya no quería darle mas vueltas al asunto, no tenía caso, no ganaría nada, solo dolores de cabeza y sentirse desdichado y ansioso en espera de que las cosas cambiaran.
Se levantó, y fue a tomar una muda de ropa, tomaría el baño que no pudo en la escuela de patinaje, de hecho, hasta olvido su mochila donde llevaba su cambio de ropa. Se ducho más animado que desde llego a la mansión, empezar de cero y dejar el pasado atrás, era la clave. Llamaría a Panin, no la había vuelto a ver, eso le extraño, ya que se suponía que era una de sus mas cercanas amistades, y pensando en eso, no conocía a sus otros amigos con los que había ido a patinar y había tenido su accidente, ¿quiénes eran?, nunca le pregunto por ellos a su hermana ni a su ex novia en su única reunión, era porque estaba renuente en aceptar su nueva realidad.
Salió de ducharse, se cambió, tomo su celular, que gracias a Dios no estaba en su mochila. Busco el contacto de su ahora amiga, se sentó sobre la cama mientras el teléfono daba tono.
-Fluke, hola- contesto nerviosa la chica.
-Hola Panin, ¿Cómo estas?
-Bien ¿y tu?- respondió.
-Bien, gracias por preguntar.
-Lamento no haberte ido a visitar Fluke, sabes como son mis padres, ellos estaban bastante estresados por la unión con los Andersson- anuncio- pero todo salió bien.
-Me alegro amiga- le dijo forzado, omitiendo que ellos habían sido mas cercanos que esa amistad y que no sabía quiénes eran los Andersson.
-Si, por fin tendré un Alfa- reconoció con voz no muy feliz.
-Pannin, ¿Qué sucede?- pregunto sospechando que su amiga no estaba tan bien como decía, la conocía de toda la vida, en ambos mundos.
-Sabes que sucede- empezó la chica- yo no quiero casarme con Tul Andersson- su voz se quebró- quería encontrar a mi destinado, pero con veinticinco años, mis padres piensan que ya me dieron suficiente tiempo para esas tonterías, - sollozo- que es hora que siente cabeza.
-Pannin, perdón por no haberte buscado antes- le dijo preocupado el castaño.- como sabes, sufro de amnesia selectiva, así que no sé quiénes son los Andersson, ni nada de lo demás- se disculpó rápidamente para que entendiera su ausencia.
-Algo así escuche, ya no haces ballet sino que haces patinaje artístico- dijo calmando su voz, se escuchaba impresionada- un giro tonto en la pista de hielo, te llevo al hospital y tener esa amnesia.- dijo avergonzada, porque su amigo no tenía que disculparse, más bien ella tenía que hacerlo- perdóname por no haber estado atenta a tu salud.
-No te disculpes, tu tienes tus propios problemas- empezó Fluke- y el accidente si fue bastante ridículo- se rio burlándose de el mismo.
-¿De verdad estas bien?- cuestiono seria.
-Lo estoy, pero no estamos hablando de mí.
-Te extrañe mucho- confeso la joven- pero ambos estamos pasando por momentos dificiles.
El silencio los inundo por unos segundos.
-Pannin- llamo Fluke con voz queda- me gustaría verte, ¿crees que podría ser posible?
-Me encantaría- grito asustando a su amigo y haciéndolo sonreír, seguía siendo la misma.
-¿Cuándo?
-Ahora estoy libre, ¿crees que podríamos vernos dentro de una hora?
-Claro- contesto sin dudarlo.
-Te veo en el café de siempre.
-Pannin- llamo de inmediato antes de que colgara- no sé cuál es el café de siempre- le recordó.
-Cierto, lo siento Fluke- se rio- te mandare la ubicación, ¿recuerdas como hacerlo?- cuestiono avergonzada.
-Eso si lo recuerdo- esta vez el se rio, era bueno escuchar la risa de Pannin.
-Me alegro, no entiendo nada de la amnesia, lo siento- dijo avergonzada- realmente necesitamos hablar.- puntualizo -Te mando la ubicación, te esperare, ni un minuto mas ni un minuto menos- ordeno muy feliz.
-Ahí estaré- confirmo, y termino la llamada.
Salió de la mansión sin que su hermana llegara para almorzar, mejor, no tenía que darle explicaciones, necesitaba un punto diferente a la de su hermana.
-¿A dónde vamos?- le pegunto el pelinegro.
-Aquí- le mostro su celular- seguiremos a Google maps.
Llegaron al lugar que les indico la aplicación. Fluke se bajó del carro negro, y miro el lugar donde se veía seguido con Pannin, era un lugar pequeño y muy colorido.
Camino lentamente, sintiéndose algo nervioso, era la segunda vez que vería a su ex novia, no sabía como irían las cosas. Entro en el lugar agradecido que Prem no lo siguiera, y esperara afuera por el.
-Bienvenido- lo recibió una Beta.
-Mesa para dos- anuncio sabiendo que había llegado muy temprano, estaba demasiado ansioso.
-Por aquí por favor. – le indico empezando a caminar hacia una pequeña mesa alejada del resto.
Eso era suerte, una mesa alejada de las demás, pensó el castaño agradecido. Tomo lugar y pidió un chocolate caliente, esperaba a esa chica que era importante, en esa vida, y la pasada. Su bebida llego con prontitud, y cuando se la estaba terminando la vio, esa chica que creyó que era su gran amor.
-Fluke- saludo la chica con una sonrisa en su rostro, acercándose hacia el.
-Hola Pannin- se levantó de su silla.
-Todo un caballero, como siempre- le dio un beso en la mejilla y se sentó en la silla de enfrente.
-Es bueno verte de nuevo- dijo tomando asiento de nuevo, regresando la sonrisa.
-Tengo el resto de la tarde libre- anuncio emocionada- ¿Tu?, puedes pasar el día conmigo?
-Soy todo tuyo- contesto sin malas intenciones.
Pannin le resumió su vida después de escuchar de los labios de este, que no recordaba nada de lo que fue antes de que se despertara en el hospital.
-Entonces, ¿aun no conoces a Tul Andersson?
-No, tu lo sabes, mas bien lo sabias. - bajo la mirada.
-No puedes rechazarlo.- aconsejo el castaño.
-No puedes decirme eso, sabes, o sabias- dijo todavía hecha bolas- que espero encontrar a mi Alfa destinado- dijo con grandes ojos la rubia.
-Sabes que eso es difícil, pero es no significaba que con quien te unas sea menos preciado.
-Fluke, tu también esperaste a tu alma gemela- exclamo sorprendida.
-¿Lo hice?- pregunto extrañado.
-Claro que sí, era nuestro sueño.- sonrió nostálgica.
Fluke no sabía como decirle, que ya no pensaba igual.
-¿Qué significa para ti el amor?- cuestiono curioso, quería saber otro punto de vista.
-Lo obvio, los destinados son las almas gemelas- siguió soñadora Pannin.
-El amor puede ser diferente- le dijo el castaño.
-No entiendo lo que dices- lo miro con el ceño fruncido.
-Quiero que me digas, que es para ti el amor.
-Que cosas dices- sonrió avergonzada.
-El amor es encontrar esa persona a fin, que muchas veces no lo entiendes, pero ahí esta, quieres hacerlo feliz, lo único que te importa es verlo sonreír, que se sienta pleno de solo estar a tu lado. Esa persona te hace feliz mas que nada, es tu todo.
-Que intenso- se ríe disimuladamente.
-¿Crees que soy intenso?- pregunto seriamente, descolocando a la chica.
-Un poco- le dijo sintiéndose nerviosa por primera vez frente a su mejor amigo.
-Debes de darte la oportunidad de conocerlo.
-Ya no eres tu.-lo miro fijamente.
-No lo soy- le sonrió de lado- ya lo sabes. No dejes ir la oportunidad, no te dejes llevar por tus miedos, yo lo he hecho por los últimos meses y estuve equivocado.
-¿Por qué dices que estabas equivocado?- lo miro con mucha curiosidad.
-Desde que desperté estoy aferrado a la idea de que no pertenezco aquí, no entendía como se manejaba esta jerarquía de clases, Alfas, Betas y Omegas, y mas difícil para mí, aceptar que soy un Omega- torció la boca- de donde yo creí que venía, era como un Alfa.- dijo esto último con dolor.
-¿Entonces, ¿tu creíste que ese sueño que tuviste, era real, y que aquí no lo era?- cuestiono impresionada.
-Ridículo ¿no?- se rio bajo, sintiéndose avergonzado- acabo de entender, que me rehusé en aceptar la realidad, que no pertenezco al mundo que creía, me ha costado mucho, pero ya lo entendí- tomo su pequeña mano, sintiendo que necesitaba algo a que aferrarse- soy Fluke Natouch, un Omega que tiene como hermana a una Alfa, antes hacía ballet, y desperté patinando sobre hielo como profesional. Sorpresivamente - siguió sintiendo como temblaba- y eso es decir mucho, encontré a mi destinado- trato de sonreír.
-Espera- interrumpió apretando el agarre de su amigo- ¿dices que encontraste a tu destinado?- el castaño asintió- ¿tu… tul alma gemela?- siguió con los ojos muy abiertos por la impresión.- este volvió a sentir con la cabeza.- Oh por Dios- dio un pequeño grito llamando la atención de los que estaban en el lugar.- Necesitamos un lugar mas privado- aconsejo emocionada la chica llamando a un mesero y pidiendo la cuenta.
Salieron del pequeño café, y subieron a la limosina.
-Prem, ella es mi mejor amiga, Pannin.
-Un gusto conocerte Prem- le dijo sonriendo y acomodándose su vestido.
-El placer es mío señorita Pannin- respondió el pelinegro.
-Asi que eres el guardaespaldas de Fluke- le dijo la chica mirándolo con sus enormes ojos.
-¿Cómo lo supiste?- pregunto impresionado el castaño.
-Eso es obvio- respondió orgullosa- el chofer es el de siempre, sin contar que es el que está frente al volante- dijo burlonamente por lo obvio- y el- señalo al joven- esta vestido con un traje negro, tiene una mirada pendiente a todo, además en cuanto te vio salir del café, se acercó a nosotros y te pregunto hacia donde irías, y si te había ido bien.
-Es muy obvio- se rio bajo el Omega.
-Pero nunca habías tenido guardaespaldas- se giró a ver a su amigo.- ¿Por qué ahora?
-Por mis divagaciones- contesto incomodo- Martjha creyó que era necesario, ya que yo he andado algo perdido. - no siguió porque lo demás era muy personal, no quería que los otros escucharan.
-Muy bien por ella- dijo enérgicamente la rubia, no dijo mas viendo la incomodidad de su amigo.
-Vamos a casa Prem- ordeno el castaño al mayor.
Llegaron a la mansión Natouch y después de saludar a Boston, que fue quien les dio la bienvenida, subieron a la habitación de Fluke.
-Muy bien, ahora si me vas a contar todo- ordeno emocionada la Omega dejándose caer en la cama.
Este suspiro pesadamente, acosándose a su lado, imitándola.
-Como ya te dije, creí que lo que soñé o imagine era real- nunca imagine un mundo como este, las almas gemelas son solo un cuento ridículo y romántico, las personas ahí, se enamoran con el tiempo, después de conocerse y entenderse.
-No existe el hijo rojo- puntualiza ella, tratando de entender lo que le dice.
-Así es- sonríe recordando esa leyenda romántica, donde las personas están unidad desde siempre, pasado y futuro- el amor crecía conforme el tiempo de conocerse y tratarse.
Pannin asintió entendiendo.
-Muy bien- siguió esta- entonces no existe el amor a primera vista- dijo pensativa.
-Muchos lo creen, pero yo no era uno de ellos.
-Creo que eran muy escépticos.
-Algo así- se encogió de hombros- muchos tenían ese tipo de fantasías, que te enamorabas y pasarías toda la vida con esa persona, pero no es así, al menos yo no conocí a nadie- se quedó callado unos segundos- bueno, solo a mis padres, ellos eran como tu y yo, se conocieron desde niños, y se enamoraron, hasta que lograron formar una familia.- sonrió.
-Suena muy parecido a mis padres, aunque ellos fueron como Romeo y Julieta- le regreso la sonrisa- pero siempre se quisieron, y hasta la fecha, aunque ellos no fueron destinados, se amaron, y lo siguen haciendo, por eso, tal vez tenía la esperanza de encontrar a mi alma gemela.
-Por lo mismo deberías de darle una oportunidad a Tul Andersson, no sabes si es tu destinado, digo, por Dios, ni siquiera lo conoces- tomo una almohada y se recostó de costado para verla mas directo- y si no es tu alma gemela- a lo mejor es esa persona especial, algo hace click en cuanto se conozcan, pero no lo sabrás sino te das la oportunidad de conocerlo.
-Es fácil para ti, encontraste a tu destinado- también tomo una almohada y se acomodó para verlo de frente.
-No te lo digo por eso, yo no creía en este tipo de unión, y aquí estoy, con un Alfa que no pedí. No te imaginas lo difícil que es para mi aceptar esto, estoy unido a un hombre que no conozco, pero resulta que es mi amor, y yo soy el de el- se le quebró la voz.
-Fluke- susurro la chica con mirada triste.
-Si yo, que tenía otras expectativas, en un mundo que es totalmente desconocido para mí, pude aceptarlo, tu también puedes hacerlo.
-Tienes razón- sorbió su nariz sintiendo como las lágrimas recorrían sus mejillas- tú lo estás pasando mas mal que yo, y aun así, sigo con mis sueños de niña.
-No son sueños de niña- le seco una de sus mejillas acercándose mas a ella- el amor sincero existe, no importa que creencias tengamos, el amor es amor.
-¿Y si él no es el indicado?- pregunto sin poder evitar el llanto.
-Tus padres lo entenderán, ellos te aman- dijo recordando a los señores Charmanoon, siempre cariñosos y abiertos de mente con su hija.- no te digo que te cases a la de ya, solo que conozcas a Tul Andersson.- conócelo- repitió- si no funciona, después ya veremos, ¿Por qué preocuparse por lo que no sabemos que pasara?
Pannin se abrazó al otro y lloro, entendía lo que su amigo le decía, darse una oportunidad a lo que no conocía, el lo estaba haciendo, despertó y no entendia nada de ese mundo, pero estaba dispuesto a darse la oportunidad.
-Tienes razón, debemos ser fuertes, el hecho de que seamos Omegas no significa que seamos débiles.
-Si, somos fuertes- se alejó para mirarla a los ojos- ser Omegas no nos hace menos, tenemos derecho a decidir nuestra vida- dijo apasionadamente.- no somos menos que los Betas o Alfas, todos somos humanos, y debemos darnos la oportunidad de buscarla felicidad, tu con ese hombre que no conoces y yo, aceptando a mi Alfa.
Se abrazaron de nuevo por minutos, comprendiéndose, tratando de entender su destino.
-¿Quién es tu Alfa?- cuestiono contra su pecho, sin levantar el rostro.
-Ohm Thitiwat- respondió.
-Ohm Thitiwat- exclamo separándose de golpe y mirándolo sin creérselo - ¿El gran Alfa Ohm Thitiwat? ¿El que no es presidente de Suiza por que no lo quiere?, ¿el hombre mas poderoso de Estocolmo?
-No conozco otro Ohm Thitiwat- dijo nervioso e incómodo.
-No lo puedo creer- grito levantándose de la cama- tu destinado es uno de los Alfas mas codiciados del país, incluso del mundo.-No creo que sea para tanto- se rio algo histérico a su pesar levantandose y quedándose sentado a su lado- ¿Qué sabes de él?- se atrevió a preguntar.
-¿Hablas en serio?- preguntó incrédula.
-Amnesia selectiva, ¿recuerdas? - se llevó los dedos a las cienes de forma dramática.
-Cierto- se rio- Ohm tiene treinta y cuatro años, uno de los Alfas más poderosos- dijo innecesariamente- hijo único de Off y Gun Thitiwat, siguió los pasos de su padre Alfa, Off Thitiwat, hace cuatro años su padre Gun falleció, eso lo devasto, pero tenía que seguir siendo fuerte, así que siguió manejando la empresa de la familia, hace unos meses falleció su padre Off.
-Oh- dijo Fluke entendiendo ese sentimiento.
-No me imagino el dolor que sintió- lo abrazo- pero siguió, no se dejo caer, es un hombre muy fuerte, ¿Sabes que sus padres tampoco fueron destinados?- lo miro.
-No- la miro conmocionado- realmente no se nada.
-Lo que te digo, es que el es un buen Alfa, no es malo, tienes suerte de que el sea tu Alfa.
-¿Lo crees?- cuestiono inseguro.
-No podrías tener mejor suerte, Ohm Thitiwat es de las mejores personas que puedes conocer., es un Alfa, tiene poder- se detuvo al ver que su amigo bajaba la mirada resignado- pero veo que eso no te atrae.
-No lo hace- aseguro sin levantar la mirada.
-Como me dijiste, debemos darnos una oportunidad, no debes de dudar-lo hizo levantar el rostro- yo le daré una oportunidad a Tul, y tú se la darás a Ohm- sentencio dando a conocer que lo entendia.
-Tienes razón, no debemos dar un paso atrás, solo dejémonos llevar, ya veremos que pasa.
-Suena tan superfluo.
-No lo es, mientras sigamos nuestro camino esperando que todo sea lo mejor, es lo único que importa.
-Lamento ser tan débil.
-No lo eres- lo abrazo con mas fuerza- eres un Omega muy fuerte, que me está ayudando a aceptar mi futuro, tu me dijiste que aceptabas el tuyo.
-Lo sé- reconoció- se que me contradije, tengo miedo.
ESTÁS LEYENDO
PAJARILLO (OMEGAVERSE) COMPLETA
RomanceFluke Natouch un chico de veinticinco años en la cima de su carrera de patinaje artístico, despertó después de un fuerte golpe, en un mundo diferente, todo era exactamente igual, seguía siendo el, pero a la vez no lo era, la gente le llamaba Omega...