CAPITULO 22 LUNA DE MIEL

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Tenían dos días en las islas maldivas y todo era perfecto, su Alfa lo trataba como lo mas preciado, era una de sus primeras paradas, ahí pasarían una semana después irían a Italia, los antepasados de Ohm eran de ahí, tenían un castillo que había heredado de ellos por parte de su padre Omega Gun.  En esos días no habían salido de la habitación, se sentía exhausto, pero feliz, mas feliz que nunca, pero necesitaba parar o si no caería en un coma por exceso de sexo.
-Amor- susurro Fluke después de que su respiración se regularizo.
-Dime pajarillo- respondió con voz ronca y satisfecha acariciándole la espalda.
-Mañana quiero que salgamos.
-¿Ya te cansaste de mi?- pregunto burlonamente apretándolo mas contra el.
-No es eso- se arrebujo contra el- pero el lugar es tan precioso que quiero pasear.
-¿No prefieres pasear encima de mi?- lo posiciono precisamente ahí, lo monto sobre el.
-Eso me encanta- rio acomodándose mejor- pero ya tenemos dos días aquí encerrados- le beso la quijada que ya tenía barba creciendo- no todo es hacer el amor.
-De eso se trata la luna de miel.- dijo como si fuera lo obvio.
-¿De fornicar como conejos?- se burló el menor besando esos pectorales.
El Alfa rio.
-¿Te parece gracioso?- cuestiono ahora bajando por su abdomen trabajado.
-Nos comparaste con conejos- jadeo disfrutando del roce de esos labios sobre su piel.
-Hemos sido conejos, y yo quiero esta zanahoria- dijo tomando el erecto miembro entre sus pequeñas manos.
-Pajarillo- chiflo el mayor al sentir como su glande era lamido.
Fluke sonrio.
-Mañana saldremos- ordeno recorriendo toda la longitud con su lengua- y pasearemos mucho.
El pelinegro gruño llevando sus manos hacia el suave cabello castaño, de su amado Omega.
-S…si- siseo- arqueándose un poco.
Eso era lo que sabía que pasaría, tomo todo el miembro en su boca y se dispuso a compensar a su marido haciéndolo temblar bajo el, estaba muy feliz y excitado, su amigo también estaba erecto, otra ronda estaba en proceso. Cuando sintió que su Alfa estaba a punto de explotar se separó lamiéndose los labios.
-No- gimió lastimeramente el mas alto, el castaño se hubiera reído si la cosa no fue tan seria, quería a su marido dentro de el.
-Ya regreso- informo quitándose de encima para tomar un preservativo.
Con cuidado abrió el paquete y saco el condón, se monto de nuevo sobre el mayor.
-Tengo poco tomando las pastillas anticonceptivas- así que no podemos arriesgarnos- le empezó a poner la protección de látex.
-Lo sé, no me has dejado hacerte el amor sin protección- jadeo tomándolo por la cintura y mirándolo como si se lo quisiera comer de un bocado.
-No queremos hijos tan pronto- acomodo su entrada sobre el enorme pene- ¿verdad?
-Tu eres el que no los quiere- dijo apretando los dientes mientras entraba en su esposo.
-Ya hablamos de esto- se dejó caer de sopetón gritando al tiempo que el pelinegro- pro…me…tiste por…tar…te bi… bien.
-Quiero muchos pajarillos alrededor de nosotros- se empezó a mover asiendo mas la cintura de su esposo.
-Hablaremos de eso mas tarde- también se movió- ahora quiero volverte loco- sonrió y después lo beso.
Después de eso no volvieron a hablar, solo suspiros y gemidos se escucharon en su habitación.
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Tendrían una cena muy importante, era la cena de su compromiso, no creyó que fuera tan pronto, pero su cuñada era imparable, si, la hermana de Boun era peor que el rubio. Rory Noppanut una Beta muy interesante, a pesar de su condición, llevaba el mando en su familia, tenían un pequeño negocio de comida, una cafetería para ser exactos, era una pequeña franquicia que tenían en todo el país. El padre era un Omega, mientras su madre Alfa ya había fallecido. 
Rory acepto que no podían anunciar nada antes de la boda de su jefe, así que organizo la reunión unos días después de la gran boda de año, el no estaba de acuerdo, era demasiado pronto, pero no pudo hacer nada, esa mujer era un torbellino y no aceptaba un no por respuesta. Se miró en el espejo, llevaba un traje azul, se lo había llevado su prometido, pidió que lo llevara puesto para el evento, prometido, esa palabra todavía sonaba rara en sus labios.
Sus padres lo esperaban en la planta de abajo, estaban excitados y felices por el acontecimiento, no es que el no estuviera feliz, lo estaba, pero todo estaba sucediendo muy rápido, o simplemente eran los nervios de la situación. Se vio por última vez en el espejo y bajo con sus progenitores, vería a su suegro por primera vez.
Una camioneta gris los estaba esperando, subieron en ella, los mayores no dejaban de parlotear.
-Te ves tan perfecto- opino el rubio acomodándole el peinado.
-Gracias papá- le sonrió.
La reunión seria en la casa de los Noppanut, estaba muy nervioso.
-Prem- le saludo la efervescentemente rubia.
-Tu debes de ser Rory- le sonrió Harry ayudando a bajar a su esposo.
-Y ustedes Harry y Draco- les dijo a los padres de su cuñado, dándoles sendos besos en la mejilla como lo había hecho con el futuro esposo de su hermano.
Los guio atreves de la puerta sin dejar de hablar, hablaba mas que nadie que conociera.
-Bienvenidos- les saludo una voz de hombre.
¿Ese era el papá de Boun? Se cuestionó el pelinegro. Frente a ellos tenían a un Omega bellísimo, llevaba un vestido de seda y velo color ladrillo, se veía espectacular, no parecía hombre, excepto por la ausencia de busto.
-Los estábamos esperando- les sonrió extendiendo sus delgados brazos hacia ellos- soy Samuel Noppanut- por fin los conozco- les dijo mientras abrazaba y besaba a cada uno en sus mejillas, ya sabían de donde lo saco Rory.
-Un placer conocerlo- dijo Prem aun anonadado por la belleza de su suegro, además de que era totalmente diferente a sus hijos. Samuel era muy moreno y de ojos muy oscuros, Boun y su hermana debían ser iguales a sus padre Alfas.
-El placer es mío, creí que mi hijo nunca se casaría- les confeso con una sonrisa-  pasen por favor- se giro y empezó a contonear las caderas de modo exagerado mientras los guiaba.
-¿Y Boun?- cuestiono el pelinegro caminando tras de el al igual que el resto.
-No tarda en llegar- le contesto Rory- de hecho, tu te vienes conmigo- lo jalo para llevarlo al lado contrario.
El pelinegro miro como se alejaban los otros tres, y resignado siguió a su cuñada.
-¿A dónde vamos?- le pregunto.
-Boun y tu tienen que entrar juntos- dijo como explicación.
-¿Dónde está?- pregunto de nuevo.
-En su recamara, aunque no lo creas esta demasiado nervioso.
¿Boun nervios?, no lo creía. La siguió por unas escaleras hasta el segundo piso.
-Esta es su recamara- lo dejo frente a una puerta de madera- Suerte- le sonrió y se fue tan tranquila.
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Como lo prometió, Ohm lo llevo de paseo al día siguiente y lo pasaron fabuloso.
-Esa langosta estaba riquísima- se recostó en la silla con una gran sonrisa, sobándose el vientre plano.
-Ya lo vi- le sonrió el mayor viendo su plato vacío.
-Te dije que necesitábamos salir- lo miro con orgullo.
-Si lo necesitábamos- concedió el mayor feliz de ver la sonrisa en su esposo- aunque yo hubiera preferido seguir en la cama- lo pico, y ahí estaba, ese puchero.
-Ohm Thitiwat- lo fulmino sin dejar de sobarse la pansa.
-Lo siento, solo bromeo, amo pasar tiempo contigo, no importa donde y lo que hagamos.- le sonrió en disculpa.
-Camínenos por la playa, necesito bajar la comida, comí demasiado- se levantó sin esperar respuesta y salió del lugar seguido por la risa de su marido.
El sol se estaba metiendo haciendo una vista maravillosa, Fluke suspiro satisfecho, era uno de los lugares mas hermosos que hubiera visto en su vida, y con el hombre que amaba, ¿Quién lo hubiera dicho?, enamorado de un hombre, el mejor hombre.
-¿En que piensas?- lo abrazo por detrás.
-En que soy muy feliz- levanto el rostro con una enorme sonrisa.
-Me alegro, ¿A dónde quieres ir ahora?
-Quiero navegar- le dijo.
-Vamos- le beso antes de tomarlo de la mano y llevarlo al puerto.
Regresaron al hotel felices y cansados.
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Había pasado mas de un mes desde que había llegado a México, y por fin podría hablar con su hija. Había dejado a cargo de la empresa a la segunda al mando, sabía que podía confiar en ella, su hermana era muy capaz. En ese tiempo había visto varias veces a Jaime, al principio el se rehusaba, pero conforme pasaron los días, ella era mas insistente y el termino cediendo solo con la condición de que no se acercara a su hija, y ella habia aceptado.
-Gracias por esta oportunidad- le sonrió la Alfa al Omega que tenía frente a el.
Estaban sentados en la sala de su modesta casa, su hija y su yerno habían tenido un evento en el hotel donde este último trabajaba, y Rebeca había ido a inspeccionar que los postres fueran entregados a tiempo y sin problemas, el negocio de repostería iba muy bien para felicidad de ellos.
-Te la has ganado, has sido muy insistente y cumpliste tu palabra- reconoció de mala gana.
-No lo digas tan agriamente- se quejó su esposa- creo que en todo este tiempo, te he demostrado que ya no soy la misma.
-Lo has intentado- respondió antes de tomar de su jugo de manzana. 
El estado de Chihuahua era reconocido por su manzana y su queso, así que esto predominaba ahí.
-Lo hago, quiero recuperarlos- le dijo la mujer.
-No somos objetos Roberta- la miro mal.
-Sabes que no me refería a eso, los amo por Dios, sabes que los amo- repitió- quiero que seamos una familia de nuevo, ¿Cuántas veces tendré que pedir disculpas?
-Las que sean necesarias- respondió sin miramientos- además no importa que yo te crea, lo único importante es que Rebeca te perdoné y acepte de nuevo.
-Al menos ya acepto verme- dijo ilusionada- ¿Tu ya me perdonaste?- lo miro con esperanza.
-Eso no es importante.
-Lo es para mi, eres mi Omega, pero primero que nada, eres el hombre que amo.
Antes de que pudiera responder algo, la puerta de la casa fue abierta.
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Martjha se sentía sola en esa enorme casa, era la primera vez que su pequeño hermano estaba lejos de ella por tanto tiempo, siempre que tenían giras por el ballet, habían estado juntos, y ahora, el estaba casado, ya nada volvería a ser igual. Miro su desayuno sin animo, no tenía hambre, había estado comiendo porque tenía que hacerlo, pero no como debería.
-Señorita Martjha- le llamo Boston- tiene una visita.
-¿Una visita tan temprano?- y sin avisar pensó la castaña extrañada.
-Es la señorita Samuel- le informo el canoso algo incómodo.
-¿Del esta aquí?- cuestiono impresionada levantándose de la silla.
-Ella espera en la puerta, no sabía si debía darle el pase.
-Hiciste bien Boston, gracias, ya la recibo yo.
-¿Quiere que les lleve café?
-No es necesario, esto será rápido- le sonrió antes de ir hacia la entrada de la casa.
Fue con pasos firmes y abrió la puerta.
-Del- susurro con el corazón estrujado.
-Buenos días Martjha- saludo la pelinegra llevándose un mecho de cabello tras la oreja.
-¿Qué haces aquí?- la miro sin darle el pase.
-Quiero hablar contigo, ¿puedo pasar?- pregunto.
-No lo creo- respondió fríamente.
-Por favor- pidió dando un paso adelante- sé que cometí muchos errores, pero quiero redimirme.
La Alfa suspiro pesadamente.
-Adelante- dijo de mala gana, dando un paso a un lado para dejarla entrar.
-Gracias- le sonrió de lado entrando en la casa.
La guio hasta el primer salón y la insto a tomar asiento.
-Habla- pidió sentándose frente a la otra.
-Ya te conté lo que paso, y por qué paso, y me dijiste que lo entendías, pero no lo parece. – empezó nerviosa.
-Lo entiendo, pero no lo acepto- confeso a ráfaga.
-¿Cómo puedes entenderlo pero no aceptarlo?- cuestiono incrédula.
-No veo por qué lo preguntas- cruzo las piernas recargándose en el respaldo del sillón.
-Porque es obvio, no puedes hacer las dos cosas, al final de cuentas no tiene lógica lo que me dices- se levantó.
-Tiene lógica, entiendo la situación que pasaste, pero no te quiero de nuevo en mi vida- le dijo apretando los dientes.
Si la hubiera amado no se hubiera casado con nadie mas, sin importar las amenazas o chantajes de nadie.
-No puedes hablar en serio, escuchaste toda mi historia, la razón por la cual hice lo que hice.
-El chantaje de tu abuela, si, lo escuche- la miro duramente- si realmente me amaste como lo pregonaste, no te hubieras casado sin importar las amenazas.
-Te amaba, aun te amo- exclamo desesperada- mi abuela nos amenazó con dejar a nuestra familia sin nada, no podía dejar que dejara a mis padres en la calle, ellos trabajaron mucho para salir adelante y lograr tener lo que tuvieron.
-Yo no digo lo contrario- tomo despreocupadamente otro sorbo de bebida- siempre admiré a tus padres y como ya te dije, lamento su muerte.
-Ellos también te querían y te admiraban.
-No le veo sentido a tu visita- también se levantó- lamento mucho tus perdidas, de tu abuela, tus padres y tu marido- dijo amargamente.
-Si lo que te preocupa es que yo haya tenido intimidad con Gabriel, no lo hice, el sabía que no lo amaba, y respeto mis sentimientos, solo estuvimos casados por nombre. El era mucho mayor que yo, además solo se caso conmigo por el respeto que le tenía a mi abuela, ellos tenían muchos negocios juntos, al igual que los esposos de mis primos.
-¿Me estás diciendo que no tuviste relaciones sexuales con tu esposo?- pregunto entre incrédula y cinica.
-Es lo que digo- dijo con suavidad- Gabriel fue todo un caballero en toda la extensión de la palabra, incluso le hable de ti.
-¿Le hablaste de mi?- pregunto impresionada acercándose a ella.
-¿De quién mas le hablaría?- le sonrió con lágrimas en los ojos- le hable de mis padres y de ti.
-No lo sé- reconoció la castaña.
-Son lo mas importante para mí, mis padres ya no están vivos, pero tu sí.
-Del- dijo con voz temblorosa Martjha.
-Martjha- se terminó de acercar y la abrazo- te extrañe como loca, no sabes el infierno que pase.
-No tanto como yo lo hice- también la abrazo- lo siento, lo siento tanto- la apretó mas a ella.
-Gracias por escucharme- sollozo- gracias por creer en mi.
-Gracias a ti por no rendirte- sonrió con lágrimas en los ojos.- soy muy terca, perdón por eso.
-Amo eso de ti, no te dejas vencer fácilmente- le acaricio el sedoso cabello.
-Ni tu tampoco- sonrió débilmente.
-¿Eso quiere decir que me perdonas?- susurro son soltarla.
-Te perdono, no fue algo que tu hubieras querido, te obligaron a hacerlo.
-Mi abuela lo hizo, ella nos manejo como títeres.
-Lo siento mucho.
-Yo mas.
-¿Tus primos como lo estas llevando?- cuestiono preocupada el Alfa.
-Algunos no tan bien como yo.
-¿Tan malo es?
-No te imaginas, yo tuve mucha suerte de que Gabriel fuera tan buena persona, sé que no te sientes cómoda que hable de el, pero solo fuimos muy buenos amigos, lo fuimos hasta el último día.
-Gracias a esa suerte- beso sus mejillas.
-Me alegra tanto estar de vuelta.
Martjha la beso con pasión, por fin después de tanto tiempo la tenía en sus brazos.
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El avión sobrevolaba el océano, en pocas horas llegarían a Italia, su segunda parada de la luna de miel, otra semana de descanso y regresarían a Estocolmo.
-¿De verdad es un castillo?- pregunto con ojos brillosos llenos de emoción- ¿No se le llama asi aolo por que sea una gran casa?
-Si es un castillo pajarillo- le sonrió abrazándolo mas fuerte- en toda la extensión de la palabra.
Acababan de hacer el amor, estaban en la habitación al final del aparato, acostados, desnudos y satisfechos.
-Nunca en mi vida he estado en un castillo- siguió el castaño recostando su cabeza en el pecho mas grande.- hablando de eso, me gustaría conocer Hogwarts.
-¿Hogwarts, que es eso?- acaricio su cabello.
-No puedo creer que no sepas que es- exclamo incrédulo, como si todo mundo debiera saberlo.
-¿Es importante?, nunca había escuchado sobre ese castillo.- reconoció el pelinegro.
-Ohm Thitiwat- se levantó de golpe para mirarlo a los ojos.- estas frente a un Potterhead, bueno casi- sonrió tímido- todavía no hago mi prueba en Pottermore, no se a qué casa pertenezco.- dijo decepcionado.
-No entiendo nada pajarillo, explícame, yo te comprare Hogwarts.- le acaricio las mejillas.
-No se puede comprar- respondió riendo con ganas el Omega.
-Entonces explícame- también rio el más grande atrayendo a su esposo de nuevo a sus brazos.
Fluke empezó a hablar del mundo mágico de Harry Potter, como lo había cautivado desde sus primeras líneas, y reconoció que le faltaba mucho por conocer.
-Veo que Boun te llego duro- dijo algo serio.
-Vamos, no empieces, ya te dije que es como un hermano, y que si acerco a mi en la boda, fue por pedirme el favor de acercarme a Prem, creo que fui muy desconsiderado con el, me siento muy culpable.
-Tu no tienes la culpa de nada amor- le sonrió.
-En parte es cierto, no supe muy bien como estuvo todo la situación, pero debí hacer algo, fue muy egoísta de mi parte- lo abrazo.
-No eres egoísta pajarillo- lo recibió con gusto- lo que pasa es que estamos tan ocupados con nuestra vida que no vemos lo demás.
-No es cierto, si fui egoísta- movió su cabeza de lado a lado acariciando con su cabeza, los pectorales de su marido.
-Sabes que mis padres ya no están en este mundo- empezó el Alfa- pero eso no es importante en este momento- trago saliva- yo estaba tan ocupado tratando se ser el Alfa que mi padre Off quería, que nunca vi, lo que le pasaba a mi papá Gun.
-¿De qué hablas?- cuestiono el pequeño.
-Sabes que Yiwa es mi hermana, ella te debe de haber contado todo.
-Lo hizo- contesto asintiendo con la cabeza.
-Si yo hubiera estado mas atento a ellos, me habría dado cuenta de que por que su matrimonio era como era, hacía años que no eran cercanos, cada uno seguía su vida, creí que era normal después de tantos años casados, pero ahora se que no fue por eso.

PAJARILLO (OMEGAVERSE) COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora