PAJARILLO (OMEGAVERSE) COMPLETA

CAPITULO 23 COMO PASA EL TIEMPO

-Ahora que te tengo- siguió hablando Ohm- se que nunca me cansare de ti, así pasen mil vidas.
-Te amo- le sonrió y lo beso suavemente- Amor, siento mucho lo de tus padres, Yiwa me conto que se sorprendió mucho cuando lo supo, ella creyó toda su vida que el señor Bieri era su padre bilógico, ya que ellos nunca le dijeron lo contrario.
-Lo sé, ella no lo demostró, es una chica muy fuerte- reconoció suspirando el pelinegro abrazándolo.- me recuerda mucho a mi papá Gun.
-Me hubiera gustado conocerlo- le sonrió- creo que nos hubiéramos llevado muy bien, tanto como me llevo Yiwa.
-Ella te quiere muchísimo- se acomodó mejor para quedar sentado llevando a su Omega con el.
-Y yo a ella- le sonrió levantando su rostro.
-Ya vamos a aterrizar- beso sus labios suavemente- duchémonos rápido.
-Vamos- dijo feliz el menor levantándose y yendo desnudo hasta el baño.
El pelinegro sonrió satisfecho con la vista frente a el y siguió a su esposo. Después de media hora ya estaban limpios, cambiados y sentados con el cinturón puesto, aterrizando en Roma, bajaron del avión y subieron en una camioneta color azul que los estaba esperando. El pelinegro hablo en italiano con el chofer presentándole a su esposo mientras salían del aeropuerto y tomaban camino.
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Prem toco tres veces la puerta que tenía frente a el.
-Adelante- escucho que le dijo su Alfa, sonrió y entro despacio.
-¿Por qué estas escondido aquí?- pregunto cerrando la puerta tras de si y mirando a su prometido.
-Mi Omega- le sonrió en cuanto lo vio y fue a abrazarlo.
-¿Qué te pasa?- cuestiono respondiendo el abrazo.
-Te extrañe- acaricio su cabeza.
-Nos vimos hace unas horas- dijo burlón el pelinegro- creí que me recibirías, ¿sabes cómo me sentí al ver por primera vez a tu padre?- se quejó arrebujándose contra el.
-Lo lamento amor, ¿fue una gran sorpresa verdad?- lo miro a los ojos sin soltarlo.- es muy diferente a lo que imaginabas.
-Totalmente, es mucho mas atractivo que tu- respondió con una gran sonrisa.
-¿Estas decepcionado?- rio feliz.
-Un poco- se burló el menor- que hubieras sido mas moreno hubiera sido sexy.
-¿Estás diciendo que no soy sexy?- lo acerco mas a el.
-Yo no dije eso- le paso los brazos por el cuello.
-Tenía miedo de que no vinieras- dijo dejando de sonreír- todo lo que te hice, te cambie la vida, lo siento, lamento tanto haberme comportado tan egoístamente, soy un maldito egoísta- se le rompió la voz.
-No digas eso- respondió- ya todo esta en el pasado, te amo- tomo el rostro ajeno entre sus manos- te amo y nos vamos a casar, no importa nada mas.- trato de consolarlo con los ojos llenos de lágrimas.
-Perdón por todo lo que te obligue a hacer, no te merezco.- sentencio
-No tengo nada que perdonar- siguió limpiando una lagrima ajena- te dije que todo está en el pasado, te amo y me amas, seremos esposos- sonrió temblorosamente haciendo un esfuerzo sobrehumano para no llorar.
-Si, nos casaremos, es nuestra fiesta de compromiso.
-Nos están esperando, todos se preguntarán por que no aparecemos.
-Tienes razón, debemos de bajar- se limpió la cara con las manos.
-Ve y lávate el rostro- ordeno con cariño soltándolo.
-No tardo- le dijo besándolo y yendo hacia el baño de su habitación.
Prem fue y se sentó en la orilla de la cama, pacientemente espero a su prometido con paciencia, mirando alrededor de la recamara, todo el diseño hablaba de la personalidad de este. Le causo ternura que Boun hubiera sentido miedo de que el no apareciera, nunca le había visto tan inseguro, eso lo tranquilizaba, ya que le confirmaba que el rubio era un humano al final de cuentas, como todos.
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Roberta y Rebeca tuvieron una larga charla. Julio y Mew las habían dejado solas, las cosas no se habían puesto bien, la más joven en cuanto vio a su madre, le empezó a gritar, no era lo que esperaban, pero no lo había podido evitar, tenía muchas cosas que decir.
Al ver que no podían parar de alegar, ya que ambas eran muy parecidas, se fueron a la concina. Después de lo que les pareció una eternidad, los gritos habían dejado de escucharse, las dos mujeres habían sacado todo su dolor, eso era bueno, o eso esperaban.
-Yo lamento todo lo que hice- repitió por milésima vez la mayor.- ahora entiendo todo y me duele, me duele el daño que les hice, y se que no me alcanzara la vida para arrepentirme- dijo llorando con desesperación.- por favor- sollozo- dame otra oportunidad.
-M… ma… mamá- susurro con voz quebrada Rebeca.
-Hacia tanto que no me llamabas así- sonrió entre lágrimas.
-Lamento haber sido una hija tan mala.- sorbió su nariz- en tu mente tu solo querías lo mejor para todos.
-No eres mala hija, yo fui una mala madre.- le extendió los brazos- perdónenme por favor.
-Te perdono- fue a su encuentro- lamento haber escapado.
-Lamento haberlos hecho escapar, fui una ignorante- reconoció agradecida por la situación, su hija la perdonaba y le creía.
Cuando las escucharon llorar, suspiraron con alivio, ya no se gritaban, era buen augurio.
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Y era un castillo, sonrió, un gran castillo.
-Bienvenido al castillo Attaphan- anuncio el mayor.
-Wow, ¿este es el castillo de la familia de tu papá Gun?
-Lo fue hace muchos años- contesto tomándolo de la mano y llevándolo hacia la enorme estructura.
-Pero ahora es tuyo- miro a los que los esperaban.
-Es de nosotros.- lo corrigió guiñándole un ojo.
Tenían mucha servidumbre, pensó el pequeño impresionado, no estaba acostumbrado a tanto protocolo. Ohm hablo en italiano a una mujer regordeta con mejillas sonrojadas, no entendía nada pero le agrado la sonrisa de la mujer.
-Hola- dijo Fluke tímidamente bajo las miradas de todos los extraños.
La mujer fue hacia el y lo abrazo.
-Le agradas- sonrío satisfecho dejando que estrujaran a su esposo.
Dio órdenes en italiano, el resto se hizo a un lado y los dejo pasar, excepto Antonella, la que los recibió, ella los guio sin dejar de hablar en ingles mocho, a través de las escaleras hasta una puerta de madera.
-Sus aposentos- les indico abriendo la puerta, viéndolos entrar y cerrando esta.
-Estaba tan encantado que no disfrute de la vista- se quejó en pequeño haciendo berrinche.
-¿De que hablas pajarillo?- lo abrazo por detrás.
-Estaba tan nervioso que no disfrute de la vista.
-Eres tan tierno- exclamo feliz- tendremos una semana para disfrutar del lugar.
-Esto es magnífico- susurro estirándose y girándose para abrazar por el cuello a su marido.
-¿Esta tratando de seducirme señor Thitiwat?- le sonrió coquetamente- eres insaciable- dijo mas que feliz, con voz ronca.
-Ya quisieras- se burlo- lo que tengo es hambre- y como si su estómago entendiera lo que dijo, este decidió hacer un sonido fuerte en ese momento.
-Mi pajarillo- rio levantándolo y girándolo en brazos sobre el mismo lugar.
-Ohm- chillo el castaño agarrándose fuertemente a su marido.
-Te amo con locura- beso todo el rostro del menor que no dejaba de reír.
-También te amo con locura pero quiero comer algo.
-Vamos a alimentar al futuro padre de mis ojos.- lo bajo con cuidado hasta el suelo.
-Todavía falta para eso- dijo lo que ya le había dicho muchas veces sin soltarlo ya que estaba un poco mareado por las vueltas.
-Lo sé, lo sé- concedió tomándolo se sus pequeños hombros para que no cayera.- bajemos- beso su frente y lo llevo hacia abajo sin soltarlo.
Los recibieron en un enorme comedor donde los esperaba un basto almuerzo. Los recién casados disfrutaron de su comida charlando amenamente. Después de eso salieron a caminar por los alrededores antes de que se metiera el sol. El terreno era bastante grande, incluso tenía varios laberintos.
-¿Sabes la historia del castillo?- cuestiono Fluke mientras caminaban con paso lento por uno de los jardines, estaba fascinado.
-No sabía mucho del lugar antes de que mi papá Gun falleciera, pero después de que el partiera al mas haya, y que me lo dejara en el testamento, empecé a investigar- reconoció con arrepentimiento.
-¿Qué descubriste después de que te dejara el lugar?- susurro entendiendo como se sentía su Alfa y se acercó mas a el, hasta que sus costados se rozaran.
-La construcción fue hecha en el siglo XV, en mil cuatrocientos cincuenta, Francisca Atthaphan comenzó a reconstruirlo, y fue modificado por generaciones posteriores. Francisca era una Alfa que enviudo muy joven, estaba locamente enamorada de su Omega Cristina Sforzesco, ellas como ya te has de imaginar se casaron muy jóvenes, Francisca tenia dieciocho años mientras Cristina tenia dieciséis.
-Aun no puedo entender como antes podían casarse tan jóvenes- opino imaginando que si tuviera hermanos menores, no le hubiera gustado que se casaran a esa edad.
-Ni yo, solo de pensar a Yiwa casada, tan joven- se estremeció.
-Pensamos lo mismo- sonrió sin dejar de caminar.- ¿después que paso?- cuestiono interesado.
-Resulta que Francista ya estaba prometida a alguien mas, un Omega llamado Joel de la Torre, pertenecía a otro reino.
-Eran de la realeza – exclamo extasiado el menor- entonces, tienes sangre real- lo miro impresionado.
-Eso fue hace muchos siglos, nuestra sangre esta tan mesclada que de real no creo que tengamos nada- le sonrió llevándolo a una banca que estaba bajo un enorme árbol.
-¿Dónde esta el resto de la familia por parte de tu padre Omega?- lo miro curioso.
-Los padres de mi papá Gun eran hijos únicos, así que esa es la razón por la cual el castillo paso a ser mío, como hijo único del único Atthaphan, fui el heredero de este paraíso italiano.- señalo con su brazo libre lo que tenían frente a ellos.
-Si Francisca no estaba prometida a Cristina, si no a Joel de la torre, ¿Cómo terminaron casadas?
-Francisca quedo viuda a la semana de haberse casado con Joel- siguió con su historia- ella lo agradecía ya que a la que realmente amaba era a Cristina.
-¿Ella y su familia trabajaban en el castillo?- lo miro.
-Sus padres no, pero ella si.
-Sabía que algo así había pasado.- dijo orgulloso el castaño.
-¿Te sientes como si te estuviera contando una historia verdad?- tomo las mejillas entre sus manos y empezó a besarlo.
-Es que es interesante- susurro despegando sus labios con una sonrisa soñadora.
-Si, ellas se conocieron en el castillo, precisamente en la cocina, fue amor a primera vista, pero Francisca ya estaba prometida desde su nacimiento, no podían hacer nada.
-Que triste- suspiro el menor.
-No puedes estar triste- lo subió a su regazo- sabes que fueron las reinas, estuvieron juntas al final.
-Tienes razón- reconoció con mirada aguada.
-Vamos- acaricio de nuevo su rostro con cariño- eso paso hace siglos, no podemos cambiar nada.
-Sigue contándome- pidió sabiendo que estaba exagerando.
-Como te había dicho- lo apretó mas a el- Francisca quedo viuda después de la semana de haberse casado, el reino quedo desolado, menos dos mujeres. Después de un año de luto Francisca tuvo el valor de decirle a su familia y pueblo que su alma destinada estaba esperando un hijo de ambas y que se casarían.
-Tuvieron un año de romance ilícito- susurro Fluke.
-Así es, ellas no dejaron su amor de lado, todo fue un caos cuando la Reina les dijo quien sería su futura reina, muchos se opusieron.
-Que mal- bajo la mirada sintiéndose muy triste.
-No eran malos Fluke, solo tenían creencias diferentes- le acaricio el cabello- los consejeros y demás trataron de persuadir a la Reina, esta se cansó y confeso que tendría un heredero.
-¿Fue cuando todos aceptaron la situación?- pregunto.
-Así es, no fue tan fácil, pero si fue la razón por la cual aceptaron el matrimonio. Se casaron, ellas disfrutaron de su matrimonio, pero todo empeoro cuando la hora del parto llego.
-No me cuentes- pidió enterrando su cara en el cuello ajeno.
-Lo siento, no te diré mas- el pelinegro lo acerco mas a el.
-Es una historia muy triste- susurro el menor.
-Perdón, ya fue hace mucho tiempo, no creí que te afectaría tanto.
-Ni yo, perdón por ponerme tan sentimental, no quise arruinar nuestra luna de miel.
-No arruinaste nada- consoló el pelinegro- sé que es algo que paso, pero no podemos hacer nada, es el pasado de mi papá Gun.
-Te amo- susurro el pequeño- gracias por contarme el inicio de este castillo, de tu sangre.
-No des las gracias, me pediste contarte, y así lo hice.- lo beso con pasión.
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Estaba algo mareado, pero se sentía muy relajado y feliz. Todos bailaban y charlaban, era una gran fiesta.
-¿Estas bien?- cuestiono el rubio a su Omega.
-Lo estoy- le sonrió.
-Ya estas ebrio- confirmo el Alfa respondió igualando la sonrisa.
-Solo estoy algo achispado- dijo mirándolo con diversión.
-Parece que la fiesta te gusta, extrañaba eso- lo abrazo.
-¿Soy divertido, no?- siguió riendo.
-Lo eres- confirmo el rubio.
-Vamos a bailar- le dijo levantándose y llevándolo hacia la pista.
-Esto quedara gravado en video y en mi memoria- abrazo a su futuro esposo y bailo al ritmo de la música.
Harry y Draco miraban a la pareja feliz.
-Hacen muy buena pareja- le dijo el pelinegro al rubio.
-Lo hacen- abrazo a su esposo- son perfectos.
-Lo son- confirmo Harry abrazándolo- es nuestro muchacho.
-¿Los puedes ver tan felices? – lo miro con una grande sonrisa.
-Los veo, son felices, nosotros también- regreso el abrazo.
-Bailan tan bien, es como si estuvieran conectado.
-Lo están, como nosotros- beso su mejilla.
-Vayamos a bailar- le dijo levantándolo y llevándolo con el resto de los presentes.
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Mew por primera vez conoció fotmalmente a su suegra, no parecía tan mala persona como la habían pintado, pero sabía toda la historia, si la veía diferente era porque realmente había cambiado, o eso esperaba, tenía que confiar en su esposa y su suegro.
Después de veinte minutos decidieron ir hacia la sala, las dos mujeres estaban muy juntas, abrazadas en uno de los sillones.
-Ya arreglaron las cosas- les dijo Julio con una sonrisa.
-Papá- susurro yendo hacia el.
El llanto fue mas fuerte por parte de la pelirroja menor.
-Todo está bien mi pequeña- la abrazo y acaricio su cabeza con cariño.
-Lamento haberte hecho esto- siguió llorando.
-No hiciste nada hija- dijo su padre- todo sucedió porque así tenía que serlo.
-Tuve que perderlos para darme cuenta de mis errores- se acercó a su esposo e hija.
-¿De verdad nos amas a pesar de que no somos como tu?- miro a su madre con los ojos aguados sin soltar al Omega.
-Los amo mas de que nunca en toda mi existencia creí amar- los abrazo.
-Veo que ya todo está bien- interrumpió Mew el momento después de muchos segundos, o mas bien muchos minutos.
Los tres Nikolaou seguían en su mundo, se veían felices, pero ahora era parte de esa familia.
-Veo que todo esta bien- interrumpió el castaño de nuevo.
Los tres la miraron.
-Todo está bien- le dijo Julio tranquilizando a su yerno.
-¿Puedo abrazarlos?- cuestiono estirando sus brazos.
-Ven acá yerno- pidió la pelirroja al joven alto que ahora era esposo de su única hija.
Después de platicar un buen rato los cuatro decidieron cenar ahí en la casa, no querían interrupciones.
-¿Entonces mamá y tu ya no se divorciaran?- cuestiono Rebeca mirándolos expectativamente.
-¿Divorciarnos?- pregunto su madre con voz estrangulada  viendo a su marido.
-Tu madre y yo necesitamos tiempo- dijo Julio mirándolos.
-Cierto, nosotros necesitamos mas tiempo- concedió no muy segura la Alfa.
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La semana paso volando y cuando menos pensaron ya estaban de regreso en Suecia.
-El tiempo pasa muy rápido cuando te diviertes- dijo Fluke subiéndose en el auto que los esperaba en el estacionamiento del aeropuerto.
-Así es pajarillo- se subió tras el y le puso el cinturón de seguridad- ¿mañana iras a ver a tu hermana?, ¿quieres ir solo o te acompaño?, no tienes que volver al trabajo hasta la próxima semana.
-¿Tu también te tomaras la semana?- lo miro- me gustaría ir solo, si no te molesta- se sonrojo un poco.
-Si, me tomare toda la semana, si tengo algo urgente, trabajare desde casa.- le tomo la mano- me parece bien que vayas solo amor, necesitan tiempo a solas.
-Mi marido es taaaaaan comprensivo- apretó el agarre feliz.
-Lo soy- concedió muy orgulloso- Yo aprovechare para ir a ver a Yiwa y su madre.
-Me las saludas, y diles que pronto nos reuniremos todos.
-Estaba pensando que podríamos hacer una reunión el fin de semana, con todos nuestros allegados cercanos- le dijo el pelinegro.
-Es una idea excelente- opino el castaño.- podremos estar todos juntos, me encanta- exclamo feliz.
-Me alegra que te guste, también puedes invitar a Prem, te podrías hacer mas cercano a el- sugirió.
-Es perfecto- chillo mas feliz- también quiero ver a Boun.
-Oye- se quejó el mas grande con mirada cejuda.
-Es amigo de Martjha y mío también, el me ayudo mucho cuando me sentía perdido- le dijo tranquilo el pequeño.
-Lo sé, y se lo agradezco- se lo diré cuando lo vea pensó Ohm- pero no puedo evitar estar celoso de el, al final es un Alfa.
-Un Alfa que no solo es amigo de mi hermana desde hace años, sino que también tiene un Omega, que resulta que era mi guardaespaldas, además recuerda, mi hermana me dijo que ellos ya estan prometidos.
-También lo es- bufo molesto consigo mismo.
En la luna de miel, así como el estuvo en contacto con Yiwa, Kao y Earth, Fluke lo estuvo con su hermana, su cuñada y amiga. Le conto que Martjha se había reconciliado con su amor de juventud, que por in después de años estaban juntas de nuevo, también que Pannin ya estaba embarazada, todo pasaba muy rápido.
-Entonces no tienes por que estar celosos amor- le pidió el mas bajo con voz cariñosa- Boun solo es mi amigo, y con esa reunión tratare de ser mas cercano a su Omega y prometido.