CAPITILO 19 TE ENCONTRE

231 61 11
                                    

Esa noche a pesar de que quería compartir cama con su Alfa, tuvo que ir con su hermana, se sentía extraño, ya que se sentía mas unido a Ohm que con nadie mas, eso incluía a la castaña, se sentía un poco culpable por ello, pero sabía que no debía ser así, a los dos los amaba, de diferente manera. No quería alejarse de su Alfa, pero la mirada de Martjha lo detuvo, ya quería ser el señor Thitiwat, se miró el anillo con una sonrisa.
Se despido de Ohm sin ganas y con la mirada burlona de la castaña, en el camino platico con esta, sobre la fiesta sorpresa. Cuando llegaron se despidieron al pie de la escalera, era muy de madrugada, hora de dormir. Fluke miraba su anillo, extasiado por todo lo que había pasado desde la noche pasada, habían hecho el amor, incluso le había dicho toda la verdad, y ahora se casaría con el, sonrió bobamente. Basta de soñar, fue a ducharse, pero se llevó el celular con el, tenía algunas incógnitas, se metió en el jacuzzi, le mando un mensaje al que le robaba el sueño.
-Hola prometido- tecleo con una sonrisa, y dejo el aparato en un lado. Tomo la manguera movible para mojarse el cabello, no pasaron ni cinco segundos cuando su celular sonó, sonrió apartándose el agua del rostro.
-Hola futuro señor Thitiwat.- leyó feliz.
-¿Ya llegaste?- tecleo.
-Estoy a punto.
-Yo estoy tomando un baño- provoco el menor.
No recibió respuesta por varios minutos. ¿Se había pasado?, se preguntó tomando el shampoo, se estaba enjuagando cuando su teléfono empezó a sonar, diablos, se apresuró a aclararse el cabello.
-Hola- contesto limpiándose los ojos con la mano libre.
-Pajarillo- ronroneo bajito
-¿Ohm?- pregunto evitando que el aparato callera en el agua. Escucho la risa del mayor.
-Estuvo cerca- jadeo asustado el menor llevándose el celular al oído.
La carcajada de Ohm lo aturdió, se alejó el aparato de la oreja.
-¿De que te ríes?- se quejó quitándose el resto del agua de los ojos.
-Que solo veo el interior de tu oído- contesto a duras penas y siguió riendo.
-¿Mi oído?- pregunto mirando la pantalla, en esta solo se veían los blancos dientes de Ohm- contuvo un grito- Ohm- le llamo quejándose.
-Lo siento- dijo calmándose- pero fue tan divertido.
-No sabía que era una video llamada- se quejó el castaño fulminando la pantalla.
-También estoy desnudo- dijo esta vez con voz mas ronca y sexy.
-¿Estas desnudo?- grito el castaño.
-Si- le sonrió de lado.
-Eres un provocador- le dijo sonrojado, pero feliz.
-Tu estabas desnudo primero- la cámara se movió y se escuchó el chorro el agua al ser abierta la llave de la ducha- listo, ahora podremos bañarnos juntos.- acomodo el teléfono en una base frente a él donde no alcanzaba el agua.
El castaño contuvo un gritito al verlo como Dios lo trajo al mundo y totalmente erecto.
-Pero no es justo- el pelinegro se inclinó hacia la cámara- tu puedes verme, pero yo a ti no.
-Espera- se apresuró a decir el menor y se levantó de prisa para ir a la regadera. Puso el celular sobre el lavabo y regulo el agua, vio donde podría poner el aparato, donde ponía el jabón, lo bueno es que la regadera era muy amplia, acomodo el celular- listo- jadeo excitado mirando a su prometido.
-Pero déjame admirar el paisaje- pido el mas alto con voz muy ronca.
El Omega obedeció alejándose de la cámara con pasos lentos hacia atrás el agua le mojaba la espalda, Dios, se estaba excitando.
-Pero que bella obra de arte- ronroneo Ohm a ver a su Omega de los muslos para arriba.
-Exageras- levanto un poco el tono de voz ya que el agua hacia mucho ruido, ¿era buena idea hacerlo así.- Ohm- le llamo.
-Dime- respondió tomando el bote de shampoo.
-Hace mucho ruido, no creo que sea cómodo hacerlo de esta manera- confeso avergonzado.
-Tienes razón- concedió haciendo movimientos lentos sobre su cabello.- me deje llevar cuando me dijiste que estabas desnudo.- reconoció con mirada intensa.
-No… no te dije que estaba desnudo- se sonrojo mas que antes, hasta las orejas.
-Lo hiciste- le sonrió lobunamente- solamente duchémonos, después vamos a la cama.
-Si- jadeo expectante el castaño.
+++++++++++++++++++++++++++++++++
Por fin lo había encontrado, Japón sus bolas, él estaba en Noruega, país vecino de Suecia, se había instalado en un pueblito pescador muy pintoresco que llevaba por nombre Reine, no sería difícil encontrarlo, no pasaría mas de un día y lo tendría de nuevo frente a el. Se bajó del auto que había rentado, era un modelo algo viejo, pero no había conseguido nada mejor, miro el rustico edificio, era una pequeña posada que le habían recomendado una anciana pareja, una de sus hijas era la propietaria, y en vista de no conocer ese lugar, les tomo la palabra.
-Bienvenido- le saludo un niño Alfa de unos doce años- ¿tiene usted reservación?
-Hola, no la tengo- le saludo.
-Mamá, viene alguien sin reservación- grito haciéndole dar un pequeño salto.
-Geremy, no grites, ¿cuantas veces te lo he dicho?- grito la voz de una mujer.
De tal palo tal astilla pensó el rubio mirando el colorido lugar.
-Bienvenido- le saludo una chica rubia unos años menor que el, con un abultado vientre- perdón por los gritos, pero es de familia.- se disculpó con una sonrisa.
-Esta bien- dijo viendo a madre e hijo.- me recomendaron el lugar.
-¿Una pareja canosa y muy simpática?- pregunto la rubia subiendo una ceja.
-¿Cómo lo supo?- miro con desconfianza a la Omega.
-Son mis padres- le dijo burlona- ellos siempre hacen eso para atraer clientes. No nos mal interprete, tenemos muy buen servicio, es la mejor posada que encontrara en el lugar.
Boun no contesto, solo la miro.
-Por favor, de verdad que no somos malas personas- hizo una pausa mirando a su hijo, haciendo que este se fuera por una de las puertas con reticencia, era el Alfa y hombre del lugar- ellos están preocupados por nosotros- trago- soy viuda, mi Alfa falleció hace un par de meses, y ellos no son mis padres, son mis suegros, mis verdaderos padres fallecieron cuando yo era niña, Dios, no sé por qué estoy diciendo tantas tonterías.- rio nerviosa protegiendo su vientre y mirando por donde se había ido su hijo.
El rubio se relajó de inmediato, ahora se sentía mal por haber dejado salir sus feromonas de mando.
-Perdón, creo que exagere, últimamente he estado muy tenso, busco a mi Omega.
-No se disculpe- sonrió comprensiva, ahora que las feromonas habían parado respiraba mas tranquila- entonces viene solo- fue detrás del mostrador- justamente acaba de quedar libre una de las habitaciones individuales- le sonrió.
-Muchas gracias, la acepto, deja voy por mi equipaje.
Geremy lo llevo hasta su cuarto, era sencillo pero muy acogedor. Tomo un baño antes de bajar y empezar a preguntar por Prem. Antes de irse dejaría un buen a poyo económico, era lo menos que podía hacer después de haberlos ofendido de esa manera.
-Veo que va salir- detuvo su paso la dueña del lugar.
-Si, tengo que buscar a mi Omega.
-¿Cómo se llama?, a lo mejor lo conozco- lo miro con sus grandes ojos grises- es un pueblo pequeño- se encogió de hombros.
-Su nombre es Prem Warut- torció la boca, no creía que hubiera dicho su verdadero nombre, pero no perdía nada.
-Lo conozco- grito haciendo que saltara en su lugar- bueno, no lo conozco- reconoció- pero Geremy si, mi hijo es como su padre, amante de la lectura, se pasa todo su tiempo libre en la librería, mi hijo por lo menciono. Del nunca había contratado a nadie, y que tenga un empleado fue algo que sobresalió en el chisme pueblerino. – le sonrió algo avergonzada- así son los lugares pequeños, todos nos enteramos de todo.
-¿Cómo se llama la librería?- pregunto con ansiedad.
-Es la única en el pueblo, esta frente a la plaza principal, no tiene pierde.
-Gracias- salió del edificio y se montó en el coche.
Se estaciono frente a la plaza antes mencionada, era el corazón del pequeño lugar, había mucha gente paseando.
-Disculpen- interrumpió a una pareja con sus dos hijos que estaban a punto de pedir un helado- ¿Dónde está la librería?
-Del otro lado- señalo la Alfa a través del lugar- cruce por este camino y enfrente la encontrara.
-Gracias- dijo y empezó el camino señalado, después de una pequeña caminata llego al lugar, el nombre era muy llamativo, se llamaba “Única librería”, la dueña tenía sentido del humor o no era muy creativa, torció la boca.
-Hola, bienvenidos- saludo al escuchar la campañilla de la puerta- termino de acomodar Romeo y Julieta y salió a recibir al cliente. Se paro en seco y miro su peor pesadilla.
-Por fin- le dijo el recién llegado con una enorme sonrisa.
-No- jadeo aterrorizado el pelinegro dando un paso hacia atrás.
-Bienvenido- saludo la dueña del lugar quedándose quieta al ver al Alfa.
-¿Cómo me encontraste? – cuestiono Prem sin quitar su mirada horrorizada de la última persona que quería y esperaba ver.
-Eres mío- le sonrió con sentencia.
-No- dijo en hilo de voz, mirándolo con grandes ojos.
-¿Qué haces aquí?-cuestionó la chica con voz tensa mirándolos a ambos.
-Vengo tras de mi Omega- contesto sin dejar de mirar al susodicho- pero tú no te salvaras.- la miro a ella con coraje.
-Boun- susurro Prem con voz temblorosa sin darse cuenta que su jefa estaba ahi.
-Me he sentido muy mal desde que desapareciste- dio un paso adelante hacia el.
-No me importa- se abrazó a si mismo y empezó a temblar.
-A mi si- dio otro paso, haciendolo retroceder mas- sé que no somos destinados, pero eso no significa nada, porque estamos unidos.
-Me mordiste sin mi consentimiento- le grito enfurecido.
La chica miraba entre uno y otro.
-¿Boun?- susurro la pelinegra.
-Cuando ella sepa que estabas tan cerca, no se si te perdonara, pero no podre callarme- amenazo desviando unos segundos su mirada furiosa hacia la Omega.
-¿Se conocen?- pregunto el pelinegro, mirando a su jefa.
-Hace algunos años- se apresuró a responder Del- veo que ustedes también son ¿conocidos?- cuestiono tranquila.
-Me llevo a mi Omega- anuncio jalando a este- después hablare contigo- la señalo con un dedo
-Me lastimas- dijo el pelinegro tratándose de zafar del agarre.
-Nos regresamos a Estocolmo- sentencio Boun llevándolo hacia la entrada.
-No tienes derecho a hacer esto- se trató de zafar de nuevo, las feromonas que estaba soltando el mas alto lo debilitaban, era un maldito tramposo.
-Tengo todo el derecho- no se detuvo, en cuanto salieron a la calle Prem trato de escapar, Boun gruño molesto, se inclinó y rodeo las piernas ajenas con un brazo subiéndolo sobre uno de sus hombros, lo que causo que el menor gritara rabioso.
-Bájame- golpeo inútilmente la fuerte espalda del Alfa- que me bajes- chillo histérico sin dejar de golpearlo.
Las personas los miraban entre curiosos y sorprendidos, pero el mas alto no se detuvo y deshizo el camino hecho. Metió a su Omega con cuidado en el coche cerrando la puerta con un fuerte golpe, rodeo el carro y encendió el motor.- te escapaste mintiendo a tus padres, por favor, a tus padres- le recrimino viéndolo de soslayo.
-¿Eso que te hace pensar?- lo miro con rabia.
-Regresemos a casa- acelero el auto.
Prem se había sentido algo enfermo desde que llego al pequeño pueblo pesquero, pero en cuanto tuvo a Boun cerca, sus fuerzas se renovaron.
El rubio manejo hasta el único helipuerto del lugar.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++
Rebeca, su padre y su ahora esposo empezaron de nuevo, no se dejaban vencer, esta amasaba la masa con una sonrisa, su padre hacia lo mismo.
-Me alegro de que nuestros postres se estén vendiendo-le dijo feliz su padre.
-Es una fabulosa suerte que acepten nuestra gastronomía- le devolvió la sonrisa.
-Es sabrosa, por eso lo hacen.- dijo orgulloso.
-¿Supiste lo de Ohm Thitiwat?- pregunto cambiando de tema sin dejar de amasar, le gustaba eso, le ayudaba a relajarse, ¿quién lo diría?
-Si, encontró a su Omega destinado- se levantó y se limpió las manos y se puso unos guantes de cocina para sacar una charola con pastelillos del horno, dejándola sobre una encimera.
-¿Cómo crees que se lo habrá tomado mamá?- cuestiono mirándolo.
-Mal, como todo lo que no sale a su gusto- torció la boca.
-¿La extrañas?- cuestiono por primera vez desde que había escapado del yugo de esa Alfa.
-Siempre- respondió sorprendiéndola, su hija no esperaba esa sinceridad.
-¿Cómo te has sentido de salud?- dejo lo que estaba haciendo.
-Bien, tu madre hace años que no me marca- le sonrió con tristeza.
-Lo siento- le dijo con mirada triste- no lo sabía.
Cuando las parejas no eran destinadas, si la mordida no era constante, la unión se debilitaba, esta tenía que ser como mínimo cada luna llena, y su madre no había mordido en años a su padre, su salud estaría bien, era algo bueno, había tenido miedo de la salud de su padre, pero al ver que este no mostraba signos de desmejora se había olvidado del tema y solo se había preocupado de que no los encontraran y que pudieran salir adelante los tres.
-No tenías por qué saberlo pequeña, ese tema solo concierne a tu madre y a mi- le sonrió con cariño.
Los dos ya no volvieron a tomar el tema, pero ambos pensaban sobre lo mismo, ver lo bueno dentro de lo malo. Mew había conseguido trabajo en un pequeño hotel, su español e inglés, mas sus semestres de políticas internacionales le habían ayudado en ese pequeño lugar.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++
La noticia de la boda del mas rico e importante magnate Thitiwat con su Omega destinado fue noticia en todo el país. Fluke estaba que no cabía en sí mismo, los preparativos eran agotadores, pero valía la pena. Hacia mas de un mes de la fiesta de compromiso, y Ohm lo acompañaba a todo lo que tuviera que ver con la boda, lo amaba mas por eso.
-Fluke, ¿Ohm y tu ya decidieron las invitaciones?, le pregunto su hermana- se tienen que enviar con tiempo, y la boda está a la vuelta de la esquina- lo miro tras sus gafas.
-Ya- le respondió- viendo las muestras de los manteles- el modelo ciento veinte- le dijo sin dejar de tocar las telas.
Martjha busco en su tablet la invitación que le dijo su hermano. Estaban en uno de los salones de la mansión, Yiwa estaba con ellos ayudándolos lo mas que le dejaban las clases, Pannin estaba de luna de miel, se había casado con Tul el fin de semana pasado, su amiga se veía muy feliz, y su ahora marido también, se alegraba por ellos, les deseaba lo mejor.
-Ohm es el primer Alfa que veo tan involucrado con los preparativos de la boda- dijo la castaña apreciando la invitación.
-Lo se- contesto vanagloriado el Omega.
-Mira quien presume- se burló su cuñada.
-Ya te veré a ti en unos años- le sonrió a la pelinegra.
-No querrás ver a Ohm cuando eso pase- siguió burlándose la joven sabiendo que su hermano seria mas que exigente con sus pretendientes.
-Tenemos miedo- rio burlonamente la mayor, sabiendo lo que se avecinaba, Ohm era muy posesivo como lo había demostrado todo ese tiempo, faltaban unos años para que Yiwa fuera cortejada de verdad por un Alfa que quisiera hacerla su esposa, o eso esperaban todos.- Iré a pedir unos refresco- les dijo levantándose- mientras mando el WhatsApp de la invitación a la agencia.
-Fluke- llamo la menor después de unos minutos.
-¿Si?- levanto la mirada hacia ella.
-¿Crees que yo también encuentre a mi alma gemela?- cuestiono tímidamente, algo raro en ella.
-Eso nadie lo sabe, es algo que esta escrito, pero no en papel- dejo a un lado los pedazos de tela y se sentó a su lado- todavía tienes muchos sueños que cumplir, tu hermano y yo cumplimos muchos de ellos, es hora de cumplir otros- le tomo las manos- concéntrate en tus estudios, no te preocupes por lo que todavía no pasa, créeme cuando te digo que dudas y preocupaciones sobran- le sonrió- disfruta de tu juventud, ya tendrás tiempo de lo demás.
-Tienes razón- le sonrió- ya tendré tiempo para esas cosas, ser adulto.- subió los ojos como si esa fuera lo peor, ser adulto.
-No te falta mucho- dijo su cuñado riendo.
Yiwa lo miro con amor, como si es fuera un hermano mayor, siempre la trato muy bien, desde que se conocieron, se alegraba sobremanera de que el fuera el Omega de Ohm.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Ohm miraba incrédulo a la mujer frente a el, fue una de sus amantes, hacia mas de un año, y ahí la tenía, Maria Rodriguez, una mexicana que era bailarina de ballet.
-¿Qué haces aquí?- cuestiono sin levantarse de su asiento.
-Te extrañaba- se dejó caer en la silla frente a el.
-Yo no.- la miro con dureza.
-Que cruel Ohmi- le sonrió.
-No me llames de esa manera, además debes de saber que estoy comprometido.
-Si, lo sé-le dijo tranquilamente- de hecho trabajo para tu cuñada, por cierto una Alfa muy atractiva.
-¿Estás aquí con la Academia Natouch?- cuestiono incrédulo ¿Cómo no lo sabía?
-El mundo es un pañuelo querido.
El Alfa apretó los puños, eso no podía estar pasando. Para empezar, no entendía como ella había logrado llegar hasta su oficina, su secretaria no debía de estar en su escritorio, Fluke y Martjha no le habían comentado nada sobre la nueva adquisición, ¿sabrían ellos sobre su aventura?, no eso no era posible, solo era una desafortunada coincidencia.
-Veo que no están muy unidos tu Omega y tu- opino burlonamente la pelinegra.
-Eso no te importa- respondió despectivamente- ¿Qué haces en mi oficina?
-¿Visitando a mi antiguo amante?- se lamio los labios y se paso el cabello para tras.
-Terminamos hace mas de un año- bufo Ohm molesto.
-En el cual no te he olvidado.
-Pero yo a ti si – se levantó de su asiento de golpe- no eres nada, ni fuiste nada, solo calentaste mi cama unos meses- trato de lastimarla.
-Lástima que no pensemos igual- se encogió de hombros.
-Si una lástima- la miro con odio- te quiero fuera de aquí en cinco segundos.
-Que intenso- se rio levantándose- nos veremos pronto Ohmi- se despidió guiñándole un ojo sin dejar de sonreír.
Maria Rodríguez, una de las mejores bailarinas de ballet de México, había tenido una aventura con ella, eso era pasado, era obvio que la Omega no entendía eso. Esperaba que eso no causara problemas, la pregunta era ¿Cómo decirles a ellos?
++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Roberta los había encontrado, por fin ellos volverían a su hogar, con ella, no sabía que hacer con ese Beta, ya pensaría en eso, sonrió. Unas semanas y todo volvería a ser lo de antes.
-¿Que desea hacer?- cuestiono el hombre.
-Tráiganlos.
-No es tan sencillo- la miro incrédulo- fue difícil encontrarlos.
-Hagan lo que sea, pero tráiganlos a mí.
-¿A los tres?- cuestiono el alto.
-A los tres- ordeno la mujer.
El se retiró saliendo del comedor.
Roberta Nokolaou, tomo un trago de su bebida, había sido mucho tiempo desde que su familia la dejo, al menos eso le parecía, como años, sola en esa mansión, sin Julio y Rebeca. Había tenido mucho tiempo para pensar y recapacitar, fue dura, mucho, ahuyentando a los únicos que amaba, sollozo por milésima vez desde que ellos la habían dejado, pero tenía poco de haber aceptado la verdad, los amaba, siempre lo había hecho, no lo había entendido, tonta de si, esperaba la perdonaran por todo lo que les hizo.

PAJARILLO (OMEGAVERSE) COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora