Dakiichi: Escuela de hojas verdes [SEGUNDA NOVELA LIGERA | ESPAÑOL]

Capítulo 2 [Parte 1]

El viento era tan fuerte que las ramas de los árboles se agitaron y las hojas cayeron.

El coche, conducido por Juntan, se dirigió a través del viento por la ciudad de Londres hacia los suburbios.

Al cabo de un rato, apareció una pequeña colina y Tiketo miró desde el asiento del copiloto la imponente pared de la cima de la colina.

Era como una muralla.

La escuela estaba rodeada por un muro tan alto que era imposible ver el interior.

—Es como una fortaleza —dijo Juntan mientras agarraba el volante—. He oído que el hombre que fundó esta escuela construyó un alto muro a su alrededor para proteger a los alumnos que estudian aquí.

La Escuela Evergreen es uno de los colegios públicos más prestigiosos del Reino Unido. Un internado para chicos con una larga historia, y es famoso por los numerosos hijos de la realeza, aristócratas, políticos, académicos, músicos y otras personas influyentes que han asistido al colegio.

—La altura de los muros está a la altura del estatus de los niños.

Los altos muros son comprensibles, ya que los niños son el futuro del Reino Unido.

La puerta de la escuela, que era visible, estaba decorada con el escudo de la escuela en forma de árbol, y se vio a dos hombres de pie frente a ella.

—¿Hmm? Eso es...

Un hombre alto con un largo abrigo negro estaba de pie en una posición imponente frente a la puerta de la escuela.

Sopló el fuerte viento que sacudió los árboles de alrededor y casi hace volar a sus hombres, pero el hombre permanece tranquilo con su abrigo ondeando.

Parecía un gran árbol que no se inmutaba.

Juntan se detuvo junto al hombre y Tiketo bajó la ventanilla para saludarlo.

—Buen trabajo, Usaka-san. ¿Investigan con vientos tan fuertes?

El inspector de policía Usaka, de la policía escocesa, se volvió y frunció el ceño.

—Tiketo, ¿por qué estás aquí?

El inspector siempre es antipático, pero hoy su cara era aún más dura que de costumbre.

—Tengo algunos asuntos en la escuela. ¿Está aquí para investigar la muerte de un estudiante en el invernadero de la escuela, Usaka-san?

Su subordinado, Oki, interrumpió la conversación, con cara de asombro.

—¡Eh, cómo lo has sabido!

Tiketo respondió con una sonrisa socarrona.

—Tuve la oportunidad de escuchar el caso. El estudiante fallecido tenía 17 años y se llamaba Joshua.

—Oh, sí —asintió Oki.

—El director es un buen amigo nuestro. Insistió en que se trata de un suicidio y que no hay caso y ni siquiera deja entrar a la escuela.

Usaka miró fijamente a su subordinado atónito.

—Oki, no hables sin cuidado de la información de la investigación.

—Lo siento —susurró Oki a Tiketo en voz baja.

—Está de mal humor porque no puede investigar todo lo que quisieran por la presión de los de arriba. No se mueve cuando le dicen que se vaya a casa, está molesto porque el viento no le permite encender su cigarrillo, ¿qué se supone que debería hacer ahora? —dijo Tiketo con una sonrisa a Usaka— Pues bien, tengo una información especial que te pondrá de buen humor. De hecho, conozco a alguien que tiene una clave importante en este caso.