Capitulo 13

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CAPITULO 13

Eran como las diez de la mañana del día domingo cuando aparco su Mini Cooper en la entrada de la casa y se acercó a la puerta principal. Cuando se disponía a golpear la puerta un pensamiento cruzó brevemente su mente de que tal vez Lucas aun dormía y se acerco al parecer por que quien estaba detrás de la puerta podia ser la morena. Y efectivamente le abría era Rachel y pensó hacer buen uso de tiempo. La morena vestía unos jeans desgastados ajustados a su cuerpo con una remera de tirantes también ceñida

"Oh, hola Charlie, yo no esperaba que vinieras tan temprano, Lucas aún duerme". Se giró para ver la hora que le indicaba el reloj colgado en la pared y se rio un poco, "Bueno, aún es temprano para un adolescente."

"Yo no soy realmente una adolescente normal." Quinn declaró.

Rachel sólo se detuvo y la miró pensativamente por un momento antes de que ella dijo casi para sí misma, "No, la verdad es que no".

Y cuando la rubia trato de agudizar su audición para ver qué era lo que había dicho tomó en cuenta el aspecto de Rachel. Ella estaba cubierta de barro y tierra y estaba sudando ligeramente. Rachel vio Quinn mirándola y le explicó: "Yo sólo estaba haciendo un poco de trabajo en el patio. En realidad, ¿te importaría hacerme un favor?"

"Lo que sea." Quinn respondió dando un paso dentro de la casa y cerró la puerta detrás de ella mientras Rachel empezó a caminar por la casa e hizo un gesto para que la siguiera.

El patio se veía muy diferente desde la última vez que Quinn había visto. Todo había sido limpiado y la hierba que se había levantado cuando ella aún vivía ahí estaba ahora a nivel raso. En una esquina había una carretilla llena de tierra y una pala.

Rachel se detuvo junto a la puerta y se volvió hacia Quinn. "Me preguntaba si ¿sería capaz de llevar los sacos de tierra en el jardín para mí y dejarlos en ese pequeño espacio libre por ahí?" Ella preguntó señalando al lado de la carretilla en la zona que ya había empezado a despejarse. "No te lo pediría, pero no podía levantarlas, aunque no por falta de intentos." Ella frunció el ceño hacia las bolsas y Quinn se dio cuenta de que una de las bolsas estaba un poco lejos de la pila, probablemente del intento de Rachel para moverlo.

"No me importa." Quinn respondió mientas se sacaba su chaqueta y la colocaba sobre una silla que se encontraba cerca y comenzó a acercarse al lugar que la morena le indicaba. No le llevó mucho tiempo mover las bolsas de tierra al área designada por la morena, especialmente con la ayuda de sus músculos adolescente. Además que ver como la morena la miraba sigilosamente le llenaba de alegría por dentro, por lo que con mayor fuerza lo hacía. Cuando colocó una de las últimas bolsas se pasó su mano por la frente para quitar el exceso de sudor que le ocasiono la tarea y volvió la vista hacia Rachel la cual agarro una de las bolsas y con un cuchillo la abrió tan sensualmente que dejo a la rubia con la boca abierta, ocasionando que la tierra saliera y rápidamente tomo una pala y comenzó a trabajar. Decir que se veía sexy, era poco. Dejo la pala a un lado y vio como la rubia la miraba sin contemplación.

"Gracias Charlie por tu ayuda". Le dijo Rachel, la cual estaba respirando con dificultad producto del calor que aquejaba, aunque fuese de mañana aun.

Comenzó abanicarse con la mano. Y para Quinn parecía que todo ocurría en cámara lenta. O ella le encantaba torturar a los adolescentes o era completamente inconsciente de lo sexy que se veía, pero independientemente de la opción no le molestaba en absoluto tener que presenciar dicha imagen ante sus ojos.

Cuando Quinn trajo la última de las bolsas y la tiró hacia abajo en la pila, Rachel fue a la cocina y volvió con dos botellas de agua, de las cuales le entregó una a Quinn. Tragó todo el contenido de la botella en un par de segundos. Cuando se disponía a hablarle a Rachel la vio rociándose en la cara con un poco de agua de su botella, pero tenía la cabeza inclinada hacia atrás, los ojos cerrados y una expresión de puro placer en su rostro debido a la frialdad del líquido.

17 Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora