Capitulo 30

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CAPITULO 30

Quinn se levantó y vio a Sam desayunando y ella se sirvió un poco de café en una taza y se sentó al lado de su amigo.

"Buen día Sam".

"Buenos días Quinny"

"¿Ya te vas?". El hombre asintió. "Se siente extraño saber que no iré mas a clases, quedando tan poco para finalizar las clases".

"Extrañas ir a la escuela. Tu sí que eres rara". Se burló su amigo. "¿Que harás ahora?"

"Iré a ver el lugar que alquilaste, de veras que no sé cómo agradecerte lo que hiciste".

"No te preocupes, sé que te ira bien. Además que hay mucho que hacer, lo más probable es que te permita tener tu cabeza en otro lado"

"Gracias, prometo devolverte cada dólar"

"No hay prisa". Bebió un sorbo de café. "Eres como una inversión para mí, después me ahorro las sesiones que quiera tener con mis trajes"

"Tu sí que eres loco".

"Somos un par de locos". Levanto su taza y así chocaron ambos sus tazas y bebieron.

Luego de que el rubio se fue a su trabajo ella levanto las cosas del desayuno, lo mínimo que podía hacer. Tomo su chaqueta y la llave que le había dado el rubio y tomo el auto y fue al local.

Coloco la llave en la cerradura y abrió, efectivamente como le dijo su amigo, ahí estaban todas las cosas necesarias para montar el estudio fotográfica. Había trípodes, unos focos, unos fondos enrollados y el típico verde. Algunos lentes y una cámara profesional. Todo embalado y una mesa. Se acercó a ella y encontró un papel.

Quinnie:

En menos de un día conseguí todo esto, espero que te sirva. Si necesitas algo mas no dudes en usar la tarjeta que te había entregado, total después me pagaras todo. Es broma. Saca muchas fotos y se feliz.

Con cariño Sammy

Tomo la nota y sonrió, la doblo y la guardo en su bolsillo. Tendría trabajo que hacer y mejor que empezara cuando antes así el estudio podría comenzar cuanto antes.

Así pasaron un par de días, entre colocar las cosas y adecuar el local para que cumpliese el rol de estudio fotográfico, veía como algunas personas veían a través del vidrio y se preguntaran que era lo que instalaba en ese lugar.

En esos momentos se encontraba pintando una pared blanca y dejando de otro color las otras. Con la música alta estaba cantando y pintando fascinada en lo que estaba haciendo cuando sintió como su estómago rugía, pidiéndole comida. Miro la hora en su teléfono y vio que era hora de comer algo. Apago la música y cerro el local, y camino unas manzanas para encontrarse con una tienda, abrió la puerta de la cual sonó una campanita y en ella había una fila para comprar y a los lados mesas. No pretendía sentarse, por lo que pidiera sería para llevar. Sin contar con que sospechaba que tenía pintada sino su ropa, era su cara. La fila avanzaba y ella se dedicaba a ver que podría pedir cuando vio que dos personas delante de ella se encontraba la morena. Esta la estaban atendiendo y se movió para mostrarle a quien le atendía lo que necesitaba y en eso miro hacia atrás y vio a Quinn. Giro los ojos y volvió la atención al cajero. Luego estaba en el lugar de los pedidos luego que ambas hubieran cancelado y esperaban su pedido.

"Creo que había quedado en que no te me ibas a acercar más". Dijo la morena girando el rostro para mirarla.

"No te estoy siguiendo si es lo que crees". Dijo la rubia sin hacer contacto visual.

17 Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora