Capitulo 24

887 39 2
                                    

CAPITULO 24

La rubia agradeció que su amigo Sam tuviera otro lugar, una cabaña lejos de la ciudad. La verdad es que le tomo por sorpresa que tuviera una pero fue una buena sorpresa, luego del intento fallido de tener algo, porque su hijo no encontró nada más inteligente que mientras salía en una cita con Sugar acercarse al fuego. Cuando lo vio y vio que no había sido nada grave se alegró, para luego bromear con el chico acerca de la situación. Luego de que el médico le recetara una pomada para su brazo y fuera llevado a casa, Rachel hablo con la rubia pidiendo disculpas...

Flashback

"De veras que lo siento Charlie, pero Lucas..."

"No tienes que preocuparte por nada, es obvio es tu hijo y además mi amigo. Si tienes que cuidarlo no hay problema"

"Es porque tuvimos que dejar todo a... medias, si me entiendes". Le apunto a su entrepierna.

"Pues ya habrá tiempo para nosotras, ahora lo que importa es Lucas y su brazo lastimado. Entrégame las llaves y te traigo el auto mañana por la mañana. Así tengo un pretexto para venir"

"Porque no nací diez años después y tu diez años antes". Respondía la morena abrazando a la rubia.

"Pues al parecer nuestro destino era nacer cuando lo hicimos". Respondía la rubia levantando sus brazos. "Ya amor, te dejo para que puedas cuidar a Lucas y si necesitas algo me llamas porque también quiero saber de él"

"Bueno, cuídate mucho". Se despedían con un beso para que la rubia se fuera en su Mini Cooper.

Fin Flashback

Ahora podía ser una nueva oportunidad para tratar de concretar algo, no era que estuviera desesperada por tener sexo con Rachel, pero una adolecente con las hormonas alborotadas y las sesiones de besos que tenía con su esposa no ayudaban a su auto control. Por lo que le pidió a Sam las llaves de la cabaña que todos desconocían que existía.

Fue en búsqueda de Rachel como su primera cita.

Ambas ya sabían a lo que enfrentaba esta salida, no lo habían dicho con palabras pero quedaba más que claro por ambas partes.

Cuando la recogió de la casa con mucha educación le abrió la puerta del auto y la ayudo a entrar y recorrieron el camino con silencios cómodos, comentarios superficiales e historias que ocurrieron en ausencia de la otra. Quinn no podía evitar colocarse nerviosa, no tanto por lo que iba a ocurrir, sino que su primera vez con ella, había sido mágica, se habían entregado la una a la otra sin presiones, ni mentiras. Con nada más que el amor de la una por la otra. Lo que estaba ocurriendo en esos momentos previos reafirmaba lo que su subconsciente le reprochaba a gritos. Charlie Evans le estaba mintiendo a Rachel. No era de la forma en que ella quería estar con ella, pero no podía evitar lo inevitable. Talvez Santana tenía razón, estaba siendo egoísta con la morena, estaba pensando en ella y no se preguntaba si en alguna circunstancia su esposa podría quedar con el corazón herido.

Todo pensamiento que la aquejaba fue suprimido al sentir la melodiosa voz de su esposa, como la vez anterior coloco música que fuera del agrado de Rachel, de manera que ambas ganaban. Rachel escuchaba y cantaba fascinada por la selección de la música, y bueno ella se deleitaba con la voz de la morena.

Llegaron al destino y nuevamente le abrió la puerta mientras sacaba del asiento trasero un canasto con cosas y un pequeño bolso. Con la mano desocupada tomo la de Rachel y siguieron un camino de piedras que antecedía a la casa que se encontraba ante ellas. Era una cabaña de dos pisos, de madera que daba un toque rustico. Quinn abrió la puerta y dejo que Rachel pasara y esta se quedó maravillada ante lo que vio. No había muchos muebles pero lo que había le daba el toque característico y acogedor a la vez.

17 Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora