Capitulo 14

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Su coronación no se hizo esperar mucho, aunque el recibimiento de parte de algunos de sus subditos no fue muy grato, aceptandolo a regañadientes.

Por parte de los sobrevivientes de sus aliados, ellos yacian tranquilos, al igual que el wakõ como parte de su corte imperial, no necesitaba más, su hermano era basto e indispensable a su lado como su consorte, quien al ser casi echado de su hogar cuando volvió terminó quedandose a su lado, aceptando aquel destino que no le desagradaba tanto, estaba tranquilo, no tenía problemas y por si fuera poco ya no se sentia tan extraño cuando mantenia relaciones sexo coitales con el nuevo emperador.

(...)

Un pequeño espacio en el jardin, donde todo tipo de flores habian sido plantadas, yacian un conjunto de flores del equinoccio, dedicadas en honor a su victoria y a su madre.

Sus dedos repasaban delicadamente los pétalos de la misma, estaba orgulloso de lo que había logrado, para que desear más?.

— Lo ves madre...es curioso como aquellas llamas que fundieron tu corazón devoraron a tu asesino. — murmuró sin apartar la vista de tales plantas, cualquiera podía decir que la venganza solo traía guerra y desgracia, pero en cambio a él le trajo paz en su corazón.

Gobernar un país sería más que tedioso, pero no había impedimento para el gran Hao, quien había retirado a una generación del poder a mano dura.

(...)

— Hermano...digo..mi señor — repitió su gemelo, rascándose la nuca con nervios, aún no se acostumbraba a llamarlo tal cual. — Las doncellas mandan tu presencia para servirte algo de merienda.

— Ugh vaya suena peor de lo que imaginé, llámame por mi nombre, tu puedes. — menciono con una sonrisa, tomando la mano del otro para ir en tal dirección.

Ahora estaba completo y más aún, ya no estaba más solo.

El samurai de Fuego (Hao x Yoh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora