5:30 am
Terminaba de ponerse aquel mandil sobre su vestido de cuadros azules con un poco de volumen
Su cabello estaba atado en un peinado semirrecogido con un par de trenzas
Con paso rápido, se dirigía hacia la cocina, consciente de la necesidad de ayudar a Suguru a preparar el desayuno antes de que el dueño de la casa despertara
Atravesando los pasillos en silencio, Madeleine reflexionaba sobre cómo la atmósfera hogareña de la casa se estaba desvaneciendo poco a poco desde la muerte de la señora de la casa
— He llegado — anunció al entrar en la cocina, lista para ayudar al cocinero — ¿Qué prepararemos hoy para esos lindos angelitos?
Suguru y ella se conocían desde la infancia, pero su relación había florecido a lo largo de los días de trabajo en la casa. A pesar de las convenciones sociales que desaprobaban las amistades entre hombres y mujeres, habían logrado establecer una conexión genuina, forjando un verdadero lazo de amistad
—Oh Madeleine, llegaste— el pelinegro le sonrió con alegría. Sin embargo, ella sintió que se le helaba la sangre al ver a Suguru junto al hombre de la casa, ambos tomando una taza de café humeante.
—Buenos días señor — hizo una reverencia — lamento interrumpir, yo los dejaré solos
—Tranquila, no es necesario — el peliblanco la miraba con el mentón apoyado en su mano — solo no podía dormir y madrugue con Suguru, pero puedes hacernos compañía, hay un par de cosas que me gustaría comentarte
— Sí, señor... — la castaña se dirigió hacia ellos para sentarse. En cuanto llegó a la silla, el peliblanco se levantó para ofrecerle asiento, lo que la hizo sonrojarse y agradecer tímidamente.
—Verás, Madeleine, el día de ayer vino la bruja de mi abuela, la cual, como ya debes saber, me amenazó con quitarme a mis preciados hijos
—Sí, comprendo, señor — la chica se quedaba tensa al sentir la cercanía del peliblanco
— Y bueno, necesito buscar esposa, así que tú, querida Madeleine, me vas a ayudar— dijo el hombre con determinación.
—¿Y-yo? — la chica cuestiono con sorpresa
—¡Sí! Bueno, Suguru y yo olvidamos por completo que tú eras una chica y bueno, tú podrías ayudarme a conquistar a una excelente mujer en el pueblo. Conoces a todas las damas solteras y estoy seguro de que podrías ayudarme a escoger a alguna mujer con clase — comentó Satoru, con una sonrisa que revelaba sus intenciones
Madeleine, sin levantar la mirada del suelo, respondió con un leve titubeo —Oh..
— Si encuentras a la adecuada quiero que le digas sobre mí y todo ese cotilleo de señoritas y si la encuentro por mi cuenta creo que ahí solo te pediré consejos ¿De acuerdo?— continuó Satoru, como si fuera un pacto establecido de antemano.
—Si, señor Gojo — asintió Madeleine, sintiendo el peso de su posición como criada ante las expectativas de su empleador — Si me disculpa, tengo que terminar la limpieza para pasar a ir al pueblo por los encargos
Con un gesto de despedida, Madeleine se retiró hacia el sótano en busca de los materiales de limpieza
—Fuiste algo duro no crees? — comentó Suguru, notando la tensión en el ambiente.
—¿De que hablas? se lo tomo de maravilla — respondió Satoru con una sonrisa despreocupada, sin percatarse del verdadero sentir de Madeleine en ese momento.

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𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑺𝒊𝒓...- 𝑮𝒐𝒋𝒐 𝒔𝒂𝒕𝒐𝒓𝒖
FanficSi no consigue una esposa para que crie a sus hijos le quitaran el apoyo económico ¿Qué deberá hacer? portada: @__goji