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Una última oportunidad

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Lo único que Iwaizumi escuchaba era el molesto pitido de la máquina que monitoreaba el corazón de su bebé. Hace ya un día que su primo y amigos se habían ido y hasta ese momento no sabía nada de ellos, la última noticia que había tenido fue de parte de Bokuto, quien le escribió diciendo que habían llegado bien y que iban directo al hospital, de eso ya un día. 

Su preocupación iba en aumento a medida que  pasaban las horas pero nadie le contestaba las llamadas. A parte de eso estaba el hecho de que le había tenido que mentir a Toru. 

El doctor había sido muy claro, el castaño no debía tener ningún tipo de tensión, debido a la amenaza de aborto que había tenido. Y por supuesto decirle que habían encontrado a Shoyo y que este tenía una enfermedad mortal iba hacer que Toru se alterara demasiado. 

Le diría la verdad al castaño cuando supiera que tan mal estaba Shoyo. Tenía que estar preparado para responder todas las dudas e inquietudes que iba a tener Toru cuando le dijera, sino su pareja iba a desesperarse por las respuesta y eso podía ser contraproducente. 

—Iwa— La voz adormilada de Toru hizo que él dirigiera su mirada hasta la cama donde el castaño reposaba.

—Hola Toru. ¿Te sientes mejor?— Preguntó mientras se aceraba a la cama del chico para tomar su mano. 

—Mejor aunque el suero me sigue molestando. ¿Cuándo me podré ir a casa?— Preguntó el castaño por décima vez en dos días. 

Desde que Toru despertó había estado molestando para que le den el alta y lo manden a casa. 

—Ya te han dicho que no te darán el alta hasta que estés más estable. Es por el bien de nuestro bebé— Intentó razonar con el chico, quien solo hizo un mohín antes de asentir de mala gana. 

Toru odiaba los hospitales. 

—De acuerdo, pero lo hago por mi bebé no por nada más— Dictaminó Toru— Los chicos aún no vienen a verme. ¿Me dirás que esta pasando?—

Respiró profundo mientras intentaba pensar cada palabra que le diría a Toru para que este no hiciera demasiadas preguntas. 

Entendía las dudas del castaño y es que era extraño que solo Tendou, Nishinoya, Asahi, Tadashi y Kei vinieran a verlo y el resto de sus amigos, especialmente Sugawara y Tobio no estuvieran ahí. 

—Toru ya te dije que te lo contaré cuando sea el momento. Por favor ya no preguntes más. Te prometo que cuando sea el momento te lo diré, por ahora concéntrate en tu salud y en la de nuestro hijo.— Pudo notar que su respuesta no complació a su pareja pero no podía hacer nada más. 

Por ahora callar era la mejor opción. 

—De acuerdo, pero dímelo rápido que muero de la curiosidad— 

Estaba seguro que Toru pensaba que lo que estaba pasando no era algo muy grave y que solo era una estupidez. No se imaginaba lo grave del asusto. 

—Te prometo que te lo diré lo más rápido posible—Le dijo con una pequeña sonrisa antes de cambiar totalmente el tema. 

Un poco más tarde ese día llegaron Tendou con Seki y Tadashi. Todos y cada uno de ellos estaban preocupados por lo que sea que estuviera pasando en Estados Unidos pero nadie contestaba. 

Estaban discutiendo sobre el nombre de su bebé, bueno más bien Tendou y Toru discutían sobre el nombre de su hijo mientras que Seki se ría y Tadashi y él solo era observadores de la estúpida discusión. Cuando su teléfono sonó. 

Mientras la vida me lo permita - |Haikyuu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora