𖣘𝑳𝒂 𝑭𝒓𝒐𝒏𝒕𝒆𝒓𝒂𖣘

𝕊𝕚𝕩

Después de ayudar al lobo, Shoto se dispuso a regresar al palacio antes de que llegue su padre y su hermano.

Por suerte no habían llegado aún, y su madre y hermana estaban en un cuarto, por lo cual no vieron cuando el salió, perfecto, fue lo que pensó.

Llegó la noche y Shoto se encontraba sentado en una hamaca que estaba en su balcón, no podía dormir, fue un día lleno de emociones sin omitir la parte en dónde al fin conoció a un lobo. Su hermano tenía razón, los lobos son hermosos y no son agresivos ni unas bestias, admite que si le asusto el lobo cuando esté le amenazó, pero entendió sus razones así que por primera vez solo pensó en él y no en alguien más, eso lo emocionó.

¿Que será de tí?- una pregunta lanzada al aire, pues nadie más que él permanecía despierto a esa hora.

Regreso a su dormitorio y prefirió tratar de conciliar el sueño, tal vez un día podría escapar de nuevo del palacio e ir a buscar a ese lobo, buena idea, ¿Cierto?

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Pasaron ya meses de lo ocurrido, y Shoto ya no tuvo otra oportunidad para volver a salir, eso lo entristeció.

En cambio con nuestro querido lobo su castigo no duró ni tres horas, pues su hermano había hablado por él con su madre así lo dejara salir, agradece a cualquier Dios que su hermano sea tan bueno con él.

No quería, no debía, de hecho ni siquiera lo sabía, pero algo dentro de él le pedía volver a buscar a ese vampiro bicolor, o fresita, como él le había puesto de nombre, pues se le olvidó cuál era. Volvio a ir a ese lugar donde ese vampiro le ayudo a salir, pero ya no lo volvió a ver, no le dió importancia pero una parte de él ¿Aullaba de dolor? Que ridículo.

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En el reino de la paz se estaba celebrando el cumpleaños del líder de este reino, Toshinori Yagi.

Un peliverde corría de un lado a otro tratando que todo en el palacio quedará perfecto, después de todo era el cumpleaños de su rey, debía estar todo perfecto para este día tan especial.

Uraraka-san! ¿Ya esta el pastel de moras? - preguntó a una chica de cabellos cafés y mejillas regordetas, su esposa.

Listo Midoriya-san! Solo falta esperar a Jirou-san que se encarga de las mesas y que los reinos vecinos confirmen su asistencia- Respondió
emocionada aquella chica.

¿Los reinos vecinos? Espera... ¡VENDRAN LOS REINOS VECINOS! - Ok, esto no estaba en los planes del peliverde, todo reino sabía sobre la guerra entre los vampiros y los lobos, si ellos asistían esto se volvería un caos, pasaría de risas alegres a gritos de guerra.

No es necesario que grite, Midoriya-san, el rey Toshinori pidió que ellos asistieran, además pelear en un reino diferente al que pertenece es una falta de respeto hacia el rey y su gente, no creo que Endeavor-san y Mitsuki-san sean estúpidos para romper esta regla, nada va a salir mal- Trato de tranquilizar Uraraka.

Bueno, conociendo el temperamento de ambos lo veo un poco imposible, pero trataré de mantenerlos alejados si vienen, solo para prevenir - advirtió el peliverde hacía su esposa.

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¿Una invitación de cumpleaños? No tengo tiempo para estupideces, envía un mensaje hacia el reino de la paz para negar nuestra presencia - sentenció Endeavor al leer la carta de invitación del rey Toshinori.

Pero cariño, eso nos dará una mala imagen, deberíamos mandar un representante por respeto al rey All might - inquirió Rei a su esposo.

Tsk, enviaré a Fuyumi y a Shoto, son perfectos para este evento- demandó Endeavor para después levantarse de la mesa e ir hacia su oficina.