Eleven

399 41 15
                                    

No podía dormir.

Por más que su cuerpo le pedía descansar no lograba conciliar el sueño, de solo imaginar a su lobo con otro le hacía arder la sangre. Maldita vida de mierda.

Debía crear un plan y ya, no se quedaría de brazos cruzados esperando que le roben al novio, primero se vuelve hetero si eso llega a pasar. Pero ¿y si Keigo ya no lo quería cerca? No esperaba que lo esperara casi dieciséis años sin verse, el podía hacer su vida si quería aunque le dolería ver a la persona que ama con otro.

Mantenme - fue lo único que se escuchó en aquella desolada habitación.

__________________💮_________________

Los rayos del sol empezaban a asomarse en aquel reino, los pájaros y gallos ya salían a cantar como lo hacían todas las mañanas al igual que ya se veía gente salir de sus casas para ir a sus cultivos o algunos ir a servirle a la realeza, empezaba un día tranquilo.

O eso era en el pueblo.

Un lobo rubio estaba desecho, desde que el festival estaba por culminar sintió que lo observaban, pero al momento de voltear a buscar aquel ser no encontraba nada y eso lo desespero. Desde hace un mes y medio que Keigo siente que lo vigilan, llamenlo paranoico pero ya se estaba preocupando y es que no quería que por su culpa su hermano o madre salieran lastimados, no otra vez.

Majestad? Lamento despertarlo pero su madre me mandó a llamarlo para que baje a desayunar - Sus pensamientos fueron interferidos por la dulce voz de una de las mucamas del palacio.

No te preocupes ya estaba despierto, avísale a mi madre que en unos cinco minutos bajo, gracias - Con total amabilidad dijo aquello a lo cuál la mucama simplemente asintio y se retiró.

Se levantó de la cama y se arregló un poco para bajar a tomar el desayuno con su madre, al momento de bajar su hermano ya estaba ahí - Pero que honor Katsuki, desde los diez dejaste de acompañarnos en el desayuno, algún motivo especial que te trae por acá - bromeó

Pudrete - Tan lindo y amable como siempre.

Silencio mocoso, respeta tu hermano - interfirio su madre - Keigo toma asiento por favor, el desayuno ya está listo solo estábamos esperándote hijo- sin rechistar tomo asiento, al momento de que su madre pidiera la comida varias cocineras salieron a dejar los platillos en la mesa, agradecieron por la comida y se dispusieron a desayunar.

En unas semanas cumples dieciocho Katsuki, es momento de que vayas planeando ya lo que piensas hacer por tu reino, no quisiera que el trabajo de tu padre lo arruines con tu inmadurez, confío en ti mocoso- de la nada su madre saco aquel tema.

Si bruja, ya lo sé - notaba algo raro a su hermano, más de lo que era y es que parecía agotado podía jurar que se notaba triste, y eso no le gustó.

Katsuki, me gustaría pasear hoy en el reino, también podríamos visitar a los agricultores y granjeros - pidió después de que su madre dejara el tema de lado - además hace tiempo que tú y yo no salimos a dar un paseo por el pueblo como antes - su hermano simplemente asintio y siguió comiendo, estupendo.

___________________💮________________

Majestad! Acepte estás manzanas puras del cultivo de mayo, son las más jugosas y coloridas del reino - Una señora que vendia frutas en el mercado, al verlos se acerco para ofrecerles de su cultivo, obviamente aceptaron aquella fruta gustosamente ya que en realidad si se veían apetitosas.

Gracias - agradeció a la señora y siguieron su camino que era directo al río del reino, uno de los más bellos.

Siguieron caminando unos seis minutos más en los cuales solo Keigo era él que sacaba algún tema de conversación o simplemente decía alguna estupidez que veía en el reino, Bakugou solo escuchaba o aveces se reía de lo imbécil que llegaba a ser su hermano. Era un ambiente tranquilo aunque no lo pareciera. Después de meterse entre el bosque llegaron a aquel río, seguía igual como cuando Masaru, su padre, lo llevo a él a visitar aquel río.

𖣘𝑳𝒂 𝑭𝒓𝒐𝒏𝒕𝒆𝒓𝒂𖣘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora