Todo es culpa de la metamorfosis!

73 8 0
                                    

Marco no se daba cuenta de que sus palabras eran una clara confesión,  no tenia por que ser romántica podría ser solo amistosa, el querer ser el apoyo y persona de confianza de alguien ¿Necesariamente implicaba romance? Quizá no, pero el sonrojo, emoción y aceleración en ambos latidos le daban ese toque aunque no estuvieran consientes de ello.

‐Yo... ah... me refiero a que yo quiero ser ese alguien...– Continuó sin separarse pero bajando la mirada, se había elevado con sus alas bajo los efectos de la determinación en sus palabras anteriores –Desde hoy... renuncio a ser tu manager de la ira–

El chico de cuernos de pronto soltó las manos del contrario sintiéndose confundido y herido creyendo que su único amigo se había rendido con él –¿Que?! Pe... pero creí que... espera, llevábamos un buen progreso, por que de repente...?!– Preguntó siendo una maraña de dudas combinada con nervios.

–Por que no lo necesit...!– Trató de responder eufórico pero esa misma energía lo llevó a desaparecer la distancia entre ambos haciendolo caer encima de Tom.

En ese preciso momento como si fuera obra del destino una gran ola los empujó para llevarlos a la orilla. Siendo sometidos por la fuerza de la lava ni siquiera se dieron cuenta en que momento sus labios parecieron rozarse, Marcó había tomado las manos de Tom de nuevo enredandose en el ajetreo hasta salir de la ola terminando en la playa dando un par de vueltas hasta caer por completo fuera de la lava.

Mientras que Tom estaba en la arena totalmente recostado, Marco permanecía sentado en su cadera, parecía ser su posición favorita ya que siempre terminaban igual, frotando miembros entre si sin darse cuenta. La escena ahora en el atardecer, con sus cuerpos mojados y todo el ambiente tranquilo daba una sensación de cuento de hadas que ambos podían sentir.

Marco se calmó antes de continuar sin siquiera pensar en levantarse –No lo necesitas... no necesitas cambiar– Sonrio tranquilamente –Es por eso que no quiero ser tu manager... ni que lo sea nadie más, sal de ese programa de control de ira, tu nunca necesitaste controlar tus emociones, solo necesitabas a alguien que las entendiera...–

El pelirosa estaba atónito,  nunca antes había escuchado esas palabras fuera de su madre tal vez, siempre había creído que necesitaba pasar por procesos difíciles y dolorosos para cambiar y así poder ser aceptado, todo el mundo le había hecho creer eso, pero ahora estaba frente a él alguien que se negaba a perpetuar esa dolorosa mentira, alguien que por el contrario lo animaba a ser el mismo y que le prometía quedarse a su lado.

–Lo dices... en serio?– Preguntó sin notar que un par de lágrimas se asomaban por sus ojos ¿Podría alguien culparlo? Si toda su vida había sido reprimido para ser aceptado, era válido tener este tipo de emociones al encontrar a la persona o en este caso al demonio que le hiciera ver la verdad. –Espera... tu... ‐ Era cierto, Marco ahora estaba bajo la intensidad de las emociones de un demonio, siendo un humano de nuevo ¿Pensaría igual? –Solo lo dices por que ahora eres un demonio ... ¿Verdad?– Bajo la mirada algo decepcionado por el curso de sus propios pensamientos, a lo que Marco solo se quedo confundido.

–¿Que?... no yo...‐ Después de pensarlo un poco había entrado en duda – Yo lo digo en serio ¿No? ... no solo es por que ahora mis emociones son más fuertes, no debería afectar eso ¿Cierto?– La verdad es que la sangre de demonio lo hacia más impulsivo, las palabras que dijo recién tal vez le habría tomado más tiempo decirlas en su estado humano, pero no por eso cambiaban. Pero la duda ahora estaba en ambos y mientras lo analizaban evitaron verse a la cara, terminando con un momento que pudo haber sido el inicio de algo aún más fuerte que solo compañerismo y empatía.

–¿Planean quedarse así más tiempo?– Preguntó Bill con cierto desdén tras haber aparecido silenciosamente, sacando de sus mentes a ambos demonios en la arena.

tomco y billdip Donde viven las historias. Descúbrelo ahora