Recuerdos I

1.6K 184 2
                                    

"Put your head on my shoulder"

Martes, 15 de abril del 2014

―¿Qué haces aquí?

Juliana rascó su nuca y sonrió amigable. ―Oh, hola, solo quería tomar un poco de aire.

Valentina alzó una ceja hacia la chica, decidió no prestarle atención, siguió en su misma postura y le dio otra calada a su cigarrillo.

No le permitían fumar dentro del edificio por obvias razones, por lo que siempre que podía salía a las escaleras detrás del edificio pues estas daban al aire libre. Además, tenía una buena vista de los alrededores comerciales desde aquel octavo piso.

―Tú eres la amiga de Joseph, ¿Verdad?

Valentina asintió. ―Sí, su mejor amiga... ―Vio los ojos de la chica y se le quedó viendo un momento. La mujer parecía esperar algo de ella. ―¿Qué pasa?

―Aún no me has dicho tu nombre, amiga de Joseph.

Ella se alzó de hombros. ―Valentina Carvajal. Pensé que lo sabrías, Juliana.

La pequeña se cruzó de brazos para calentarse un poco. Las escaleras eran abiertas por lo que todo el aire daba de lleno en ellos.

―Al parecer sabes mi nombre. ―Sonrió con su característica coquetería.

Juliana no se describía como alguien tímida. Falsa algunas veces, cariñosa y coqueta, pero nunca tímida.

Carvajal colocó su codo en su rodilla y en su mano apoyó su barbilla. Parecía aburrida. ―Claro, Joseph nos presentó la semana pasada.

―¿Enserio? Soy una tonta, lo olvidé... ―Rio levemente contagiando a la ojiazul. ―Entonces, ¿Te importa si me siento a tu lado? Las oficinas son sofocantes.

―Para nada, siéntate. ―Se hizo a un lado, el escalón era lo suficientemente ancho para que ambas entren sin tener que rozarse.

Se quedaron en silencio un momento. Sus cuerpos estaban cerca, pero no se tocaban. El viento movía los cabellos de ambas. El olor a cigarrillo permanecía a su alrededor.

Parecía que cada una estaba en su propio mundo, metidas en sus cabezas pensando en sus problemas y esperando que el viento que soplaba en sus rostros se llevara sus pensamientos.

Realmente lo esperaban.

¿Estaban en compañía? Realmente no lo notaban, se sentían solas.

Muy solas.

Sábado, 29 abril del 2014

―Hola, Valentina.

La mayor giró su rostro hasta la pequeña pelinegra que estaba parada en la puerta de salida de incendios.

Otra vez ellas dos.

Otra vez esas mismas escaleras.

Llevaban dos semanas donde se encontraban de casualidad en ese lugar. Llevaban ya tres encuentros donde solo se sentaban al lado de la otra sin ninguna conversación de por medio.

Ni una sola palabra, solo sufrimiento mutuo y desconocido para la otra.

Tan cerca, pero tan lejos de entablar una simple conversación.

―Hola, Juliana.

―¿Puedo sentarme?

Valentina asintió y se hizo a un lado. Juliana tomó asiento a su lado para disfrutar de la frescura en el ambiente.

Cenizas De Un Amor | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora