Capítulo 21.

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Juliana despierta en la mañana con una ligera sonrisa a pesar de escuchar la molesta alarma sonar. La apaga, estira sus brazos al aire y bosteza con pereza.

Mira el lado de la cama que le pertenece a su mujer, pero no la ve. Escucha ruido de la planta baja y cree que es Valentina en la cocina, como cada mañana haciendo el desayuno para su familia.

Se viste y sale de la habitación hacia la cocina. Las puertas de los niños siguen cerradas, siguen durmiendo porque es feriado.

Un bonito domingo sin trabajo ni escuela.

―Hola amor. ―Se acerca para dejar un beso en su hombro descubierto que el enorme suéter holgado gris no le cubre por completo.

―Buenos días, ¿dormiste bien?

―Sí, milagrosamente nada me duele. ―Sonríe alejándose de ella para servirse un vaso con agua.

―Antes de bajar te di unos masajes para que no amanecieras con dolor, después de todo ha pasado un tiempo desde la última vez ―dice mientras corta las hojitas de las fresas para posteriormente colocarlas en la licuadora.

Juliana se sonroja y sonríe. ―Gracias.

«Valentina demuestra su amor por acciones.»

Toma agua y deja el vaso vacío en la isla de la cocina. ―Subiré a darme una ducha.

Media hora después está en su cama, secando su cabello con una toalla blanca. Un sonidito que indica un mensaje nuevo en su celular llama su atención. Deja la toalla de lado y toma el aparato.

"¡No contestaste mi llamada ayer, tonta!"

Ríe al leer el mensaje, es Joseph.

"Como sea, hoy saldremos tú y yo a almorzar y más te vale no negarte, ¡Si lo haces te correré!"

No puede evitar reír ante el berrinche de su hermano mayor. Joseph la quiere demasiado, a pesar de no compartir lazos sanguíneos son hermanos de corazón, los mejores amigos, han pasado por mucho juntos.

¿Un día entero con el? Hace mucho no pasaba tiempo con su hermano. Sería lo mejor en estos momentos.

"Ahí estaré Joseph, ¿dónde quieres almorzar?"

"¡Cocinare para ti!"

"Ni lo sueñes, ¿quieres intoxicarme?"

"Ya, está bien. ¿Qué tal a ese viejo restaurante italiano?"

"¿Al que íbamos cuando era mi cumpleaños? Claro."

"Perfecto, yo te recojo, de paso pateo a Valentina"

Ríe mientras niega con la cabeza. Apaga la pantalla del celular y se tira se espaldas a la cama con los brazos extendidos. Suspira.

¿Por qué dejo de tener salidas con su hermano? ¿Desde cuándo dejó de divertirse?

Una mueca se forma en sus labios. Siente una ligera presión en el pecho.

No ha tenido el tiempo debido con su esposa, ni para ella misma. Todo es trabajo, casa, niños, dormir. Una rutina agotadora.

A decir verdad, hace mucho no salía con amigos, ni su hermano. Ahora se da cuenta que estos meses han sido un completo caos desde que se mudó con los Carvajal.

Problemas por aquí, por allá.

«Después de todo no somos una familia», piensa.

Su mirada se pierde en el techo de la habitación. Perdida como sus sentimientos confusos en esos momentos.

Cenizas De Un Amor | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora