El Ejecutor de la Muerte (Libro 2)

Capítulo X (2-2). Seishin y la marioneta suprema.

Al rato, dentro del oscuro almacén...

Adentro del edificio, unos destellos centellantes provenientes del centro del gran cuarto le alumbraban repetidas veces. Cuando de las dos grandes puertas juntas de la entrada tres disparos de luz azul le atravesaron, siendo derribadas por un cuarto disparo. Creando una explosión de humo álmico celeste, escuchándose el regaño de un jovencito; cuando dos agentes (un Ejecutor y una asistente en realidad) entraron precavidos por el lugar.

-Te dije que abrieras la puerta con cuidado, no a trompadas -regañó Alfa en voz baja, y con los ojos fruncidos.

-Jiji, perdonar... -Con una dulce sonrisita se disculpaba la adolescente que se dejó llevar.

No sirviéndole de mucho con el pequeño amargado, por supuesto.

-Creo que aún no controlo mi poder con esta cosa -Enseñando y luego descartando su herramienta álmica, un arco azul, le explicaba.

Dando una vuelta con irises rojas el muchacho de la seriedad cuestionable en este momento, cuando una carcajada llamó la atención de los menores de edad; en aparecía.

-¡Guía jajajajaja! -Risa siniestra venidas de las alturas.

Fijando su vista ambos chicos en las alturas oscuras de las instalaciones, sin techo visible, porque de alguna forma el edificio era mucho más alto por dentro de lo que era por fuera.

Divisando ellos a un caballero de blanco y jefe de Nueva orden.

-¡Vaya, Alfil! -Fijando sus rostros en los chavales, aunque más en el nombrado, y agarrando la parte inferior de su casco-. ¡Parece que aún tenéis problemas con las hembras, estén vivas o no!

Dando un paso adelante el jovenzuelo que por instinto iba a ir tras el Ánima, pero recordando al último momento que no poseía un poder con que combatir contra él. Llevando su vista a su compañera.

-¡Muy bien, Valencia, como lo planeamos! -pidió con firmeza a su colega.

Asintiendo la joven con la misma firmeza, y con un chasquido manifestó su herramienta en las manos. Cargando su arco y lanzando disparos azules con forma de flecha un villano expuesto. Pero rápidamente el antagonista destruyó los tres flechazos que venían con unos tres simples cortes en secuencia.

-¡! -Alertados y sorprendidos ambos de diferentes formas tras los movimientos de aquel paladín.

-Aww -Negando con la cabeza lentamente el antagonista retornado-. Se que eres más débil en este mundo, ¿Pero en serio hiciste que una mujer me atacará en tu lugar? Que poco hombre, jeje.

-¡Ah sí, solo baja y enfréntame como hombre! -Le encaró desde el suelo, con los cachetes azulados por la humillación.

-No lo creo. -Negándose con voz neutral y moviendo la cabeza, observaba a los jovenzuelos; con sus codos puestos en las agarraderas de la plataforma-. Como mi "Torre blanca", quiere saldar cuentas contigo; yo su "Rey" tengo que ofrecerle la oportunidad.

Con el "Clap" producido por el aplauso del villano, la plataforma que le sostenía se elevó cuál ascensor fugaz. Todo mientras se reía por lo que estaba por venir, perdiéndose en las indefinidas alturas de oscuridad de ese establecimiento.

-¡GUÍA AJAJAJAJAAAA! -carcajada siniestra que dio la 10ma Ánima al largarse, la cual rebotaba en eco por todo el edificio.

Tras su escape estratégico un renuente chiquillo dio unos pasos, mirando allá arriba para ver si lo encontraba. Pero las alturas de ese edificio rompían la física, y era imposible saber si se había esfumado o escondido.

-Lo siento, Ejecutor. -Con la mirada baja y tocando su brazo mostraba su arrepentimiento la niña a la Muerte misma-. Creí que tenía el poder para detenerle con mi herramienta álmica, pero sí ha podido cancelar mis disparos como si nada, es obvio que me queda mucho por aprender.