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-Hay un 90% de probabilidades de que esté en las mismas condiciones que Jaemin. ¿Qué vas a decir? -preguntó Renjun, observando a su compañero del lado del copiloto.

-Que soy un amigo cercano y apenas voy regresando de algún otro país. -se quejó por lo poco convincente que sonaba eso. - Yo que sé, ya me voy a inventar algo.

Mark mantenía su vista clavada en la puerta de la casa donde vivían los padres de Haechan. Había sido un largo viaje hasta Jeonju, pero su bebé valía la pena. Quería saber de él, quería verlo, que le había pasado para llegar a estar en coma.

Si todo se salía de control podría decir que era policía y zafar con eso. Si, siempre funcionaba.

Ambos caminaron hasta el umbral y Renjun tocó el timbre al notar que de los nervios Mark no dejaba de refregarse las manos. Las tenía algo sudadas, cabe aclarar.

Un hombre mayor abrió la puerta. Tuvo que acomodar sus lentes para poder inspeccionar mejor a los jóvenes frente a él. No los conocía de ningún lado: -Hola. -saludó, dudoso.

-Buenas tardes, ¿Aquí vive Lee Dong Hyuck? -preguntó Mark.

-¿Es alguna clase de broma?

-Señor, yo lo estoy buscando. Soy... un amigo y tenemos mucho tiempo de no vernos. Hoy que he regresado decidí pasar a verlo. Él... ¿Él está bien? -fingió no saber la condición del menor.

-¿De dónde lo conoces?

-Él estaba en un curso de fotografía, de ahí nos conocimos. -dijo Renjun, recordando lo poco que habían logrado sacar de su Facebook personal. Mark asintió dándole la razón.- Estuvimos de viaje, pero hemos vuelto y por una cosa o la otra no hemos hablado. Y bueno, quisiéramos verlo.

Una mujer, también mayor, se acercó por atrás de su esposo a ver de qué se trataba. Hacía rato que lo esperaba con el té listo y nada que llegaba: -¿Quiénes son?

-Dicen que son amigos de Haechan... -contestó, aún con desconfianza.

-Me llamo Mark Lee, mucho gusto señora. -se presentó Mark con una sonrisa, pensando en que aquella pareja, probablemente, serían sus futuros suegros.

-Pues lamento decirles que mi hijo no está aquí. -dijo ella.

-¿Dónde podemos encontrarlo? Es que en verdad somos buenos amigos y quisiéramos volverlo a ver.

La pareja se miró por unos segundos, como preguntándose que hacer, hasta que finalmente los dejaron pasar.

Renjun y Mark observaron todo con atención. Las paredes eran amarillas y los muebles de una madera oscura creando un bonito contraste, dándole un toque rústico a la casa. Realmente muy acogedor, pero lo que más llamó la atención de Mark, fueron las tiernas fotos de Haechan bebé que habían en un mueble. Se veía tan bonito todo pequeño y cachetoncito.

-Hace como un año que está en coma, ¿No sabían? -dijo la mujer, mientras el hombre iba por el té.

-No, no lo sabía... -mintió Mark. De alguna u otra forma ya se lo esperaba.

-Eso es terrible. No estábamos enterados. -dijo Renjun, tomando asiento en el sofá floreado.

-¿Qué le sucedió?

-Lo golpearon entre varios y lo dejaron muy mal. Le fracturaron dos costillas y un brazo. -explicó el padre.- Él no le hacía mal a nadie, era muy tranquilo, muy sociable... por sus compañeros lo molestaban básicamente por ser homosexual. Siempre lo molestaban y llegaron hasta ese punto.

La cara de sorpresa de Mark era totalmente genuina. Se esperaba cualquier cosa menos eso. ¿O sea que su bebé estaba en coma por culpa de unos idiotas homofóbicos? Le daba bronca e impotencia el solo saber que estaba demasiado lejos como para ayudarlo. Estaba indignado.

Escape de Omelas - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora