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En la noche, Renjun había fingido ir a la cama, mas no fue así. Se mantuvo despierto y aun vestido, pues debía estar listo para cuando Mark regresara, fuera la hora que fuera. Se sentía algo nervioso, y el extraño gato con una luna en la frente no le ayudaba. Era el único animal que había visto hasta el momento en Omelas... y encima un gato. No le gustaban.

Mientras tanto, Mark ya había llegado a la municipalidad, y luego de checar que nadie lo hubiera visto, bajó a aquel asqueroso sótano, alumbrando todo con su linterna. Odiaba chocar de frente con tan horrible olor, pero sabía que luego de un rato se acostumbraría. De todos modos eso no importaba.

—¿Hae? —preguntó Mark, no lograba hallarlo.

Comenzaba a desesperarse, hasta que pudo divisarlo hecho una bolita en un rincón. Avanzó hacia él, bajando la mochila de su hombro. Todo lo que necesitaba lo tenía allí dentro. Esa noche se lo llevaba si o si.

—Hoy vamos a irnos, vas a venir conmigo. —habló Mark.— Te va a gustar el lugar donde vivo, ya verás. —se sentó frente a él y sacó la bolsa llena de alimentos frescos y limpios.— Aquí está tu comida. Come, pero no te apures o te puedes atragantar.

Por primera vez desde que entró se dedicó a observar con detenimiento a Haechan, pues él no se había movido de su posición. El chico negaba, casi con miedo, y hasta podía jurar que un sollozo provenía de él. Mark se preocupó y lo alumbró mejor, logrando divisar las marcas de golpes que poseía en su cuerpo y rostro.

La respiración de Mark se aceleró un poco. Su cuerpo llenándose de cólera por lo que le habían hecho. Claro, ahora comprendía. Ayer había hecho feliz a Hae, lo que causó disturbios y llevó al padre de Jaemin a salir apurado, luego de eso, mágicamente todo se había arreglado... seguro luego de golpearlo.

—Por Dios... ¿pero que te han hecho? —negó indignado.— Ya no van a hacerte esto si te vienes conmigo. —acarició su cabello. Haechan se movió por reflejo pero luego se quedó, sabiendo que Mark no le haría daño.

— Yo soy tu amigo ¿lo recuerdas? No voy a dañarte, te protejo. —Hae solamente negó, con lágrimas cayendo por sus mejillas mientras hipaba, angustiado.— No me tengas miedo ¿ok? Vamos a irnos ya.

Quiso abrazar a Haechan y revisar que no tuviera heridas graves, odiaba verlo así, pero algo se lo interrumpió. Una segunda luz los alumbró desde la puerta, lo que llevó a Mark a voltear a ver quien era.

—Vaya, vaya. —dijo el hombre allí parado, el mismo que solía ir a llevarle aquella basura de comida a Hae con un balde.— El jefe tenía razón, alguien se había metido aquí.

Lleno de miedo, Haechan se aferró a Mark, sintiéndose seguro con su presencia. Mark lo abrazó de forma protectora, dejándolo contra su pecho.

—¡Son unos malditos desgraciados, pero no van a seguir agrediendo así a este pobre chico! —gritó Mark, hecho una furia.

—Es un maldito, es su destino ser un sucio infeliz, y creo que ahora tendrá un acompañante. —apagó la linterna y cerró la puerta rápidamente, dejándola bajo llave.

—Maldición. —exclamó y dejó a Hae para correr escaleras arriba, pero ya era tarde. Estaba encerrado.

Empujó, golpeo, pateo, hizo todo lo que se pasó por su cabeza para intentar abrirla, pero era imposible y tampoco tenía nada que le ayudase. Por su parte, Hae estaba tan preocupado porque algo le pasase a Mark, que ni siquiera había probado un bocado de la deliciosa comida que le había llevado. Tenía el estómago cerrado.

—Esos hombres no van a ganar. —dijo Mark, regresando a donde estaba Haechan, sintiéndose un tanto frustrado.— Vamos a salir y vas a estar a salvo.

Haechan negó, abrazándose a sí mismo: —Hae malo sucio. Mark no. —dijo.

—Te has aprendido mi nombre, eso es bueno. —a pesar de la situación, Mark no pudo evitar sonreír, aunque Hae tenía cara de 'no me da risa'.— Y no, no eres eso, los hombres esos son malos y sucios.

Haechan no dijo nada, solo suspiró entrecortado por haber estado llorando. Y aunque aún tenía ganas de ello, estar con Mark lo mantenía tranquilo.

—Te traje algo para que te cubras. —dijo Mark , sacando una manta de su mochila.— No te pongas triste. —cubrió al chico, pasándola por sus hombros.

Hae se quedó mirando la manta, con una expresión llena de confusión, pero de igual modo lo tomó manteniéndolo en su espalda. Lo olió y pasó sus dedos por ella, sintiendo que era suave y calentita. Algo que no conocía.

—¿Te gusta como huele? —preguntó Mark. Le daba algo de gracia que oliera todo. Hae asintió.— Duérmete. —se recostó donde estaba, sin importarle que estuviera sucio.

Hae no dudó en gatear hasta donde estaba Mark, y se echó a su lado. Le gustaba tenerlo cerca, sentir su calor, tener el contacto físico que nunca había tenido con nadie, sus fuertes brazos rodeándolo. Mark solo dejó que se acurrucara en él, tapando a ambos con la manta. Podía jurar que hacía más frío que la vez anterior ahí dentro.

De repente, sintió como la nariz de Hae se paseaba por su pecho hasta su cuello, haciéndole cosquillas. Le sorprendió un poco, pero entonces supo por qué lo hacía.

—Es perfume, algún día olerás así de bien también. —dijo Mark, sabiendo que eso era lo que tanto le estaba gustando a Hae, pues no dejaba de oler.— ¿No sabes cuantos años tienes? —Hae le dedicó una mirada llena de confusión, ¿qué mierda eran los años? Mark largó una risita.— Sabía que no tenías idea. Los años son el tiempo que tienes de haber nacido. —Hae apretó los labios, no tenía idea de que hablaba exactamente.— Quizá tengas unos 17 o 16, eres un niño todavía. —Hae solo lo miraba, seguía sin entender nada.— Tengo que enseñarte muchas cosas. —sonrió, enternecido con la idea de ayudarle.

Haechan apoyó la cabeza en su pecho sin decir nada, y así se quedó. Para sorpresa de Mark, el chico se durmió relativamente rápido. El mayor solo lo dejó, no le molestaba, además no podía darse el lujo de dormir, debía estar atento a lo que sea que pudiera pasar. No dejaría que le hicieran daño a Hae de nuevo. Iba a salir de allí junto a él como fuera.



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¿Qué opinan de cómo funciona la ciudad de Omelas?

El hecho de que si Haechan es infeliz la ciudad estará en completo orden. Y viceversa, si Haechan es feliz, el caos se va a desatar en Omelas.

Y ahora que describieron a Mark.. ¿Qué creen que suceda?

Escape de Omelas - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora