🐺Capítulo 53|Herida.

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CAPÍTULO 53= Herida.

Taína:

Estoy casada.

No me lo podía creer, pero amaba como se sentía. Ahora tenía un esposo y no solo eso, sino también un mate.

Lo había encontrado.

-Te amo- le dije a través de nuestro nuevo lazo y él sonrió y proyectó las mismas palabras en mi mente.

Me bajó en la puerta del gran salón y permitió que todos nuestros invitados que habían esperado afuera mientras nosotros nos casábamos, se nos acercaran.

Ellos nos felicitaban, algunos aullaban y otros nos arrojaban arroz, aunque otros suspiraban como si estuvieran aliviados.

Al principio no lo comprendí, actuaban como si mi boda fuera difícil de creer, pero luego oí los murmullos y lo entendí.

"Lo aceptó".

"Sí, lo aceptó"

"Al fin ella sabe que son mates".

Mis pies se detuvieron al oír ese último murmullo, Luck se inclinó y rozó nuestros labios instándome a avanzar. Estaba tan ansioso como yo de ir a casa, pero mis pies no respondieron, eran una roca imposible de mover.

-¿Ellos ya sabían que eres mi mate? - le pregunté en un susurró, esperando que con tanto ruido me oyera y de inmediato, luego de que asintió, el dolor se instaló en mi pecho.

Todos lo sabían, todos le habían creído, estaban felices de nuestra unión. Y yo, su mate, no le había hecho caso.

-¿Tai? - Luck se llevó la mano al pecho y lo abracé no queriendo que sienta dolor, pero siendo imposible para mí dejar de pensar en lo que le hice.
-¿Estás lista?- asentí y dejé que me guiara entre la gente, aunque mi mente no estaba con ellos.

Lo traicioné, no confié en él, fui mala e insensible, lo hice sufrir todo este tiempo. - Los pensamientos surgían y surgían y cuando finalmente llegamos con mis padres. Éstos pensamientos se hicieron tan fuertes que sobrepasaron el volumen del ruido y no alcancé a escuchar lo que decían.

Había sonrisas en sus rostros, nos abrazaron, probablemente nos felicitaban, pero me perdí sus palabras y las de cualquier otro.

"¡TAÍNA STRIKE YO SOY TU MATE!" -Él lo había gritado, incluso me lo dijo muchas otras veces y yo lo había rechazado.

-¿Tai? - la mano de Luck acarició mi mejilla y pestañeé volviendo a la realidad -¿Qué pasa, Repángala?

Había tristeza en sus ojos y voz, lo estaba hiriendo de nuevo.

-Bésalo- me instruyó Coffie y me alcé sobre mis pies descalzos para unir nuestros labios, pero aunque la chispa estaba allí y el amor surgía como fuegos artificiales, el beso era puro dolor.

Esperé tres segundos y me retiré, podía oír los aplausos, sentir la alegría de los demás y sonreí, porque no quería arruinar esto para Luck, pero para mí la fiesta había acabado y solo quería meterme debajo de la cama y llorar.

Luck no se merecía a alguien como yo. Una verdadera mate nunca hubiera dudado de su palabra, mucho menos una mejor amiga.

Me sentí sofocada cuando las personas se acercaron aún más para saludarnos, pero acepté sus felicitaciones con una sonrisa y fingí que mis lágrimas eran de felicidad. No me atreví a ver a Luck, él estaba sintiendo lo mismo que yo y si lo miraba rompería a llorar.

Para mí alivio mamá regresó, la abracé y me aferré a sus brazos.

-Me quiero ir, me quiero ir- sentía que me faltaba el aire y la única forma de recuperarlo era regresar a casa.

-Tai, respira- ella me rodeó la cintura y me alejó de los invitados llevándome a una esquina apartada de la multitud -¿Qué pasa, cariño?¿No estás feliz?

Asentí y negué.

-No le creí- el dolor me recorrió de arriba a bajo y mi garganta se cerró todavía más, necesitaba aire.

-Respira, osita.

Era imposible.

Practiqué los ejercicios que había aprendido, los mismos que Luck me enseñó de pequeña, pero no sirvieron, ya no era un dolor físico el que me quitaba el aire, era un dolor del alma, más fuerte y doloroso que el del corazón.

-¿Peque? - Luck y papá se nos unieron y mamá me tuvo que sostener, mis piernas estaban débiles, aunque quería correr.
-Princesa, respira por favor- Luck me sostuvo en sus brazos y me aferré a él, aunque sabía que no lo merecía.

-¿Luck, qué pasó cuando se fueron?

El gruñido de papá solo me hizo llorar, lo estaban retando por mi culpa.

-A casa, nido- las palabras salieron por si solas de mis labios. No sabía que era un nido, pero en mi cabeza aparecía nuestra cama y quería ir allí.
-Nido- repetí viendo las motitas negras apareciendo en mi visión. -Por favor- lloré y perdí la estabilidad un segundo para caer al siguiente sobre el lomo de mi lobo.

Papá me ayudó a subir correctamente, me aferré al pelaje de Luck y cerré mis ojos.

Nido, nido, nido.

Debía estar allí.

Holaaa! ¿Cómo están?

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¡Espero que les haya gustado! ¡Y no olviden que ya estamos en la recta final! ¡Solo unos capítulos más! (Quiero poner el emoji de corazón, pero estoy en la compu y no sé como jajajaj)

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¡Espero que les haya gustado! ¡Y no olviden que ya estamos en la recta final! ¡Solo unos capítulos más! (Quiero poner el emoji de corazón, pero estoy en la compu y no sé como jajajaj).

Hasta prontoooo!

Atte:

MicaelaEP.

Wolf-Love 2: Mi mate es mi guardiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora