🐺Capítulo 33|Varita.

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CAPÍTULO 33= Varita.

Taína:

Llegué al entrenamiento y el entrenador tenía a todos los guardias en filas uno detrás del otro. Eran tan altos que no podía ver nada, no obstante sí escuchaba y podía oír claramente sin tener que usar mis sentidos de loba que, estaban castigando y retando a alguien.

Me alcé de puntitas intentando buscar a Luck, pero no capté su atractiva figura, tampoco su cabello como el sol o su musculatura. Continué avanzando entre los guardias que al verme dejaban las filas y me abrían paso ofreciéndome una reverencia y dándome una vista clara de qué estaba haciendo el entrenador y a quienes se los estaba haciendo.

Luck y Peter estaban frente a él, ambos de costado a mí ofreciéndole las palmas abiertas de sus manos mientras que el entrenador portaba una vara de árbol y la alzaba golpeándoles las palmas.

Él entrenador alzó nuevamente la varita y el instinto de protección me hizo correr como nunca antes hasta Luck interponiéndome entre él y el dolor

-¡NO!- Grité y al mismo tiempo Luck gritó:

-¡TAI!- me envolvió en sus brazos, nos giró y la vara le dió en la espalda. Él no gritó, no gruñó, no se quejó en lo absoluto, pero sus manos me sostuvieron fuerte, le había dolido.

-¡Princesa!- el entrenador apartó a Luck de mi con un empujón y comenzó a revisarme temiendo que la varita me hubiese tocado, pero lo hubiera preferido a que lastimara a mi novio. -No debió ponerse en medio- me retó y le enseñé mis pequeños colmillos.

-QUÉMALO, MÁTALO ¡HAZLO SUFRIR!- Gruñó Coffie recolectando todas nuestras fuerzas para poder estar despierta y soportar las emociones fuertes y negativas que nos embargaban.

-¿Qué fue lo que hicieron?- le pregunté echando chispas por los poros de mi piel.

Él entrenador guardó silencio.

-Contesta- ordené viendo de reojo a mi pobre lobo que mantenía las manos abiertas por los cortes que tenía e impedían que las cerrace sin que le duelan.

-Ambos hablaban de usted de forma indebida, la ley exige un castigo- explicó y contuve el gruñido que deseaba dejar salir para intimidarlo.

-Esas leyes se hicieron hace más de dos siglos- fue mi respuesta.

-Las leyes del alfa están para ser obedecidas, Princesa.- quiso que recuerde y sonreí viendo los destellos de imágenes que Coffie se esforzaba por mostrarme.

-Entiendo- dije captando la idea de mi loba y lo oí suspirar de alivio, entonces me giré hacia mi novio y su mejor amigo.
-Enseñenme sus manos, por favor- les pedí sonando enojada y ambos las extendieron para mí.

Estaban rojas en dónde les había golpeado la vara, había algo de sangre, pero ya se estaban curando, aún así gruñí y avancé quedando a pocos centímetros de ambos.

-¿Qué fue lo que decían de mí?- le pregunté al entrenador y este se acomodó la garganta y habló.

-Luck presumía con Peter que usted y él se van a casar-su voz sonó robótica bajo mi orden.
-Ambos saben que está prohibido hablar de los miembros de la realeza, todos sabemos que se casará con el Príncipe Ben de la manada Half-moon, cometieron un delito y deben pagarlo- dijo liberándose de mi orden y asentí fingiendo estar del lado del estúpido entrenador que es lo bastante idiota como para no darse cuenta que estoy viendo a mi lobo con amor y que él me mira de la misma forma.

-¿Qué tienen para decir?- les pregunté a Luck y a Peter cruzándome de brazos, Peter bajó la mirada.

-Luck le responderá, princesa- susurró conteniendo la carcajada y haciéndole caso miré con seriedad a mi novio.

Wolf-Love 2: Mi mate es mi guardiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora