Síndrome de Estocolmo (Hades x Ereshkigal)[SNV + FGO]

𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒯𝓇𝑒𝓈 (C3)🔞

⚠️Advertencia⚠️
Capítulo +18

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Ereshkigal es la hermana y equivalente de Inanna/Ishtar, el símbolo de la naturaleza durante el periodo no productivo del año. Es conocida principalmente por dos mitos, y al igual que con Hades se cree que simboliza el cambio de las estaciones.

Los dominios de ambas hermanas están firmemente diferenciados, siendo uno este mundo y otro el de los muertos.
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Nuestras bocas disfrutaban del rose de nuestros labios y nuestras lenguas mientras tan desesperadamente me encontraba acariciando sus cabellos. Intentaba controlar mis hormonas pero no podía hacerlo. La piel de mi cuerpo se erizaba con el tacto de sus manos.

Al separamos por falta de aire, el sonido de nuestras respiraciones ajetreadas hacía eco entre el silencio de la habitación.
-Ereshkigal -me llamo en voz baja. Sus ojos me miraron con deseo.

-Hades -le respondí con una leve sonrisa. Sabía perfectamente que quería adelantar las cosas en la intimidad, y no lo culpo, igual yo quería hacerlo.

-¿Puedo seguir?

-Es lo que espero que hagas -dije al mismo tiempo que mis manos recorrieron de sus mejillas hasta su cabello.

No respondió, pero a cambio me regaló una sonrisa triunfante. Luego acerco sus labios a mi cuello, mientras pasaba sus manos por mi espalda.
Lentamente bajo el cierre del vestido.

Minutos más tarde se detuvo para ayudarme a quitarlo. Tuve que levantarme para que saliera rápido.
Sentí como la tela recorrió mi piel hasta caer al suelo, eso me provocó un cosquilleo.

Gran parte de mi piel estaba ahora a su vista. Me sonroje un poco, pero no fui tan evidente.
-Eres tan linda -dijo al atraerme a él. El escalofio en mi piel se hizo más intenso, pues la piel de sus manos ahora estaba más en contacto con mis caderas-. Es un sueño hecho realidad.

Desvíe mi rostro e intenté alejarlo, pero al hacerlo mis manos tocaron su pecho.
-¡ah!, Lo siento -dije avergonzada.

-Toma el control de nuevo conmigo mujer, deseo tu autoridad -dijo mientras mantenía sus ojos fijos en mi.

Tragué saliva y sentí. Luego mis manos tocaron la línea que los huesos de su pecho marcaban. Después recorrí sus pechos y sus abdominales.
Me detuve un momento para mirarlo a los ojos. Aunque me faltaba mucho por conocerlo, sabía que ambos éramos similares en varios aspectos.
-Voy a quitarte la ropa -le informe.

De un movimiento, aparte el saco de su traje. Empecé a admirar la vista de su cuerpo, pues ahora sus bíceps y tríceps se mostraban con todos aquellos cuadros marcados en su cuerpo. Alcé los ojos y le mostré una miraba algo traviesa.
-Al parecer mi esposo es muy fuerte -dije.